La plantilla de Arbora&Ausiona en Mequinenza está llamada a trece días de huelga. El comité de empresa ha convocado un calendario de paros que comienza hoy y se extiende a los días 6, 7, 12, 13, 14, 15, 21, 22, 23, 24, 25, 26 y 27 de septiembre. Denuncian el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo así como el "trato discriminatorio" -como lo califican los trabajadores- que reciben por parte de la empresa los empleados de la planta zaragozana en relación a los otros dos centros productivos que el grupo tiene en Jijona (Alicante) y Montornés de Vallés (Barcelona).

Los trabajadores también sacarán a la calle su denuncia. Primero en Mequinenza, donde se manifestarán el próximo lunes. El día 14 lo harán en Barcelona, hasta donde viajarán para participar en una movilización que partirá desde las oficinas centrales que el grupo tiene en el Paseo de los Tilos de la Ciudad Condal para llegar finalmente hasta el Palacio de Pedralbes.

El conflicto comenzó a fraguarse cuando el comité de empresa preparaba sus propuestas para abordar la negociación del convenio. Su presidente, Francisco Rodríguez, explicó ayer que "comenzamos a indagar cómo era la situación en las otras dos plantas del grupo y entonces nos llevamos la gran sorpresa". Rodríguez aseguró que en la planta de Jijona -en la que se fabrican pañales y productos de higiene personal femenina- el plus nocturno se paga a 24 euros, más del doble que en la fábrica de Zaragoza (11 euros).

"Desorbitadas" diferencias

Además, según el presidente del comité de Mequinenza, las diferencias sociales y salariales son "desorbitadas". Como ejemplo destacó que "un mecánico de la planta alicantina cobra 6.000 euros anuales más que uno de Zaragoza, mientras que la diferencia de sueldo de un trabajador de línea puede alcanzar hasta los 3.000 euros, a favor de Jijona, claro", insistió.

La equiparación salarial con la planta de Jijona no es la única reivindicación del comité de empresa. El presidente explicó que en la plataforma presentada a la dirección exigen terminar con "los contratos basura de un mes y con una norma no escrita por la que la empresa no contrata nuevos empleados que tengan más de 45 años", denunció Rodríguez.

El comité exige además que se terminen las diferencias, tanto salariales como de beneficios sociales, que existen dentro de la propia fábrica, que emplea a unos 310 trabajadores. "Los de estructuras (ingenieros, coordinadores...) han tenido una subida salarial del 5,7% además de un completo seguro médico gratuito, mientras que para el resto de la plantilla ofrecen el IPC más 0,6%", explicó su presidente.

Rodríguez aseguró que los trabajadores quieren negociar, pero insistió en que para volver a sentarse a la mesa con la dirección exigen "respeto". Y es que, según el máximo representante de los trabajadores, la única razón que la empresa esgrimió para no equiparar el convenio de Zaragoza con el de Alicante fue la ubicación de la planta en Mequinenza. "Nos dijeron que por la situación en un entorno rural de Aragón, nosotros teníamos que equiparnos con los trabajadores del norte de África", aseguró Rodríguez.

"No es el camino"

La dirección de la empresa contestó ayer a la convocatoria de huelga insistiendo en que "este no es el camino para llegar a acuerdo en la negociación colectiva". Negó "rotundamente" la exitencia de discriminación e incluso recomendó al comité que denuncie la situación ante la autoridad laboral, pero que no la use como medida de presión.

La dirección de Arbora&Ausonia explicó en un comunicado que han reiterado en numerosas ocasiones "que los diferentes centros de trabajo no son equiparables entre sí, ya que se rigen por distintos convenios y tanto su mercado, tecnología y tipo de producto que fabrican son diferentes". Calificó sus propuestas de convenio de "muy buenas" teniendo en cuenta -matizó- "el contexto económico actual" y detalló que "el nivel salarial de los empleados de Mequinenza se sitúa en un 25% por encima de su competencia, los fabricantes de toallitas.

La dirección de Ausiona dejó claro que apuesta "firmemente" por la continuidad de la planta de Mequinenza, en la que la compañía tiene previsto invertir 15 millones de euros durante los próximos cinco años. Pero matizó que para poder llevarlo a cabo "este plan requiere, lógicamente, estabilidad en la planta".