CRISIS FINANCIERA

¿Cómo funcionan las agencias de calificación de crédito?

Sus dictámenes son capaces de hundir la reputación financiera de países, bancos, empresas y comunidades autónomas y todos les pagan por ello.

El logotipo de la agencia Moody's en una de sus sedes
¿Cómo funcionan las agencias de calificación?
EFE

Moddy's, Standars & Poor's y Fitch. Son nombres propios hoy día muy familiares para cualquier ciudadano de a pie, pero que hace menos de una década no conocían nada más que aquellos que se movían en el 'mundillo' financiero. Las agencias de calificación o 'rating' se han convertido en las principales 'estrellas' de esta crisis económica con absoluto poder para hacer o deshacer la 'reputación financiera' de países, regiones, bancos y empresas. Lo esencial y lo que poca gente sabe: estas organizaciones no califican 'por gusto', califican porque los 'calificados' pagan para ello.


Existen 74 agencias de 'rating' en el mundo, pero el 90% del mercado lo controlan tres: Standard & Poor's, Moody's y Fitch. Las agencias de calificación 'viven' de lo que les pagan sus clientes, que son Estados, entidades bancarias, empresas, Comunidades Autónomas... Las agencias analizan a los emisores de deuda así como la emisión para determinar el nivel de riesgo que asume un inversor cuando compra esos bonos públicos.


Según datos facilitados en 2009 por el Gobierno, España pagó ese año a las agencias de calificación Moody's y Standard & Poor's (S&P) en torno a 500.000 euros por las calificaciones que hicieron de la deuda pública y de las emisiones de divisas. La actualización de esa cantidad es desconocida, fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda informan que esa información no es pública.


Fuentes de la DGA han informado de que la agencia que califica la deuda pública de Aragón es Standard & Poor's (S&P).

Contrato de servicios


La Dirección General del Tesoro y Política Financiera, dependiente del Ministerio de Economía, contrata los servicios de estas agencias porque son imprescindibles para colocar la deuda pública entre los inversores: son muchos los que piden una calificación mínima de una o dos agencias para adquirirla.


Las agencias utilizan modelos econométricos -matemáticos- con diferentes variables para elaborar sus calificaciones que, en teoría, son objetivas. Cada una de estas tres grandes agencias llevan una escala de rating diferente. Las tres coinciden en señalar que la 'triple A' es la calificación más alta, pero difirieren en el resto de la escala. Por ejemplo, para Moody's la calificación más baja es 'Baa3' mientras que para Standars & Poors es 'BBB-' y para Fitch 'D'. España, según la primera agencia tiene una calificación de 'A1', mientras que de acuerdo con la segunda la calificación es de 'AA-' y siguiendo a la tercera de 'AA-'.

Actividad cuestionada


Una muestra de que el funcionamiento de las agencias de calificación no ha estado exento de críticas, es un anuncio realizado por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) a principios de este mes. La SEC detectó "fallos aparentes" en el funcionamiento de 10 agencias y las instó a solucionarlos en un mes.


Pero desde luego, el gran pero que siempre se les ha puesto a estas organizaciones ha sido que no supieron predecir la recesión mundial que estalló en 2008 y que todavía hoy se deja notar con fuerza. Las agencias daban su máxima puntuación a Lehmann Brothers un día antes de su quiebra, el 15 de septiembre de 2008, la misma que a las llamadas hipotecas basura de EE. UU., que también tuvieron un papel esencial en el inicio de la crisis financiera y económica.

Bruselas, contra las agencias de rating


Las agencias de calificación no cuentan con el agrado de la Comisión Europea (CE), que ha manifestado en varias ocasiones su desacuerdo con los criterios y la forma de trabajar de estas organizaciones. La semana pasada se hacía público que Bruselas planea una serie de medidas "radicales" con el objetivo de neutralizar el impacto en los mercados de las decisiones de las agencias de calificación.


Entre esas medidas figuraría prohibir a las agencias de 'rating' publicar sus notas sobre los países de la UE. La CE también planteó en su día la creación de una agencia de calificación pública europea.