CONSUMO

Comida rápida, en tiempos de crisis

La crisis ha hecho que en España haya aumentado de forma considerable en los últimos meses el consumo de 'fast food' como refugio de clientes que buscan estirar el dinero en época de vacas flacas. Las tiendas outlet también mantienen el crecimiento de sus ventas.

A pesar de la crisis económica, los españoles no renuncian a salir de casa para comer ni a seguir comprando productos de moda, hogar y complementos. El bajo precio de los menús de los restaurantes de comida rápida y la crisis ha hecho que en España haya aumentado de forma considerable en los últimos meses el consumo de 'fast food' como refugio de clientes que buscan estirar el dinero en época de vacas flacas. Las tiendas de outlet también mantienen el crecimiento de sus ventas y en los últimos meses han detectado un importante aumento de compradores en busca de las gangas que no se venden en las tiendas habituales.


Durante los últimos meses el consumidor se ha apretado el cinturón ante la actual situación económica, aunque sin renunciar al placer que supone salir a comer fuera de casa. Esto es lo que, al menos, revelan los datos de los estudios elaborados por las consultoras Nielsen y Reseach International que confirman que en la mayoría de los países ha aumentado de forma considerable el consumo de la "comida rápida", especialmente el de las hamburguesas.


De acuerdo con esos datos, desde febrero de 2007 a febrero de este año, el aumento en el consumo de 'comida rápida' ha sido cercano al 30% si se compara con el mismo período del año anterior. Los establecimientos de comida rápida se han convertido en la tabla de salvación para aquellos que buscan estirar el dinero no sólo a la hora de salir fuera sino también simplemente a la hora de poder comer.


El estudio de Research International lo confirma: los clientes más frecuentes tienden a consumir más comida rápida ahora debido a la presión económica, atraídos por los menús más baratos. El 40% de la población está de acuerdo en que comer en restaurantes de comida rápida es más barato que hacerlo en casa, y el 50% de los consumidores se inclinan por los menús más económicos.


De este aumento general en las ventas de las franquicias de comida rápida hay dos marcas que han salido especialmente beneficiadas por esta orientación gastronómica, y éstas son McDonald's y Burger King. Esta última marca asegura que ha incrementado sus ventas en un 5,7% en julio y agosto, en comparación con el mismo periodo de 2007.


Lo cierto es que estos locales están innovando y adaptándose a los deseos del consumidor que también demandan meriendas a media tarde o desayunos a primera hora en las zonas cercanas a los lugares de trabajo. El éxito de este tipo de establecimientos se centra en la rapidez y en su módico precio.


La cadena The Eat Out Group (Agrolimen), que tiene enseñas como Pans & Company, Bocatta, FresCo, Patafiore y Fresh & Ready, también han percibido una tendencia del consumidor a acudir a restaurantes más baratos. En tiempos de crisis este tipo de restaurantes se convierten en un claro refugio para los clientes que, buscando una fórmula para cubrir sus necesidades diarias de comida, no quieren gastarse lo que antes se gastaban en formatos de servicio a mesa de los restaurantes más tradicionales.


La crisis tampoco ha variado los planes de expansión de McDonald's España para el periodo 2007-2010, cuyo objetivo es la apertura de 70 restaurantes con una inversión de 135 millones de euros. Con estas aperturas se prevén crear unos 800 puestos de trabajo.


Comprar más barato


Pero no solo los restaurantes de comida rápida han registrado un crecimiento exponencial en los últimos meses, los centros de outlet, principalmente dedicados a ropa o productos del hogar también mantienen el ritmo de crecimiento de sus ventas, que en la mayoría de los casos se sitúa por encima del 10%. El hecho de poder adquirir productos de moda, hogar y complementos de primera marcas a precios más bajos constituye una opción muy apetecible para muchos consumidores en épocas de crisis.


En el caso de los centros comerciales Factory estos prevén cerrar el ejercicio 2008 con un incremento de facturación del 12%, hasta 280 millones de euros aproximadamente. En Europa el avance podría llegar a ser mayor alcanzando hasta el 23% debido al incremento de la superficie comercial por proyectos de ampliación y por la incorporación de nuevos centros.


La explicación es simple. Si su negocio depende de los excedentes de las tiendas, y éstas venden menos por la ralentización en el consumo, entonces llegarán más productos a los centros outlets que los consumidores podrán adquirir a precio rebajado. El número de outlets que se inaugurarán este año y los proyectos para el futuro reflejan que este sector comercial quiere usar la crisis como "un trampolín" en su proceso de "consolidación".