POR MAYORÍA

Caja España y Caja Duero dan el sí a la fusión

La nueva entidad nace con 6.000 trabajadores, pero tendrá que reducir el 15% de su plantilla.

Caja España y Caja Duero formarán una nueva entidad tras la decisión de sus respectivas asambleas de dar el visto bueno a la fusión. La decisión de ambas cajas de ahorro fue aplaudida por todos los sectores: partidos políticos, sindicatos y los ayuntamientos de León y Salamanca, donde están ubicadas las sedes de los consejos de administración. La fusión permitirá el nacimiento de la octava entidad financiera del país en número de activos (46.643 millones de euros), y la duodécima entidad en patrimonio neto, con 2.409 millones de euros.

En la asamblea de Caja España 148 consejeros votaron a favor, frente a solo 3 votos en contra y 3 abstenciones. En Caja Duero la oposición fue ligeramente mayor, pero la fusión fue apoyada de forma holgada: 102 votos a favor, 15 en contra y 3 abstenciones. El rechazo fue visible en las calles de la capital salmantina. "No a esta fusión. Defendamos nuestra Caja", fue el lema de la pancarta que exhibieron más de 150 personas que se manifestaron en la Plaza de los Bandos, coincidiendo con la celebración de la asamblea general.

De esta forma se cumplen las directrices del Banco de España para reordenar el sistema financiero, aunque el proceso implique secuelas negativas en el ámbito laboral. La caja nace con 6.000 trabajadores, pero la reducción de personal se aproximará al 15%, según el plan apoyado por los sindicatos. Así, 846 empleados abandonarán la actividad a través de planes de jubilaciones anticipadas.

Una de las consecuencias de la fusión será el cierre de 230 sucursales. La aplicación del principio de racionalidad obligará a suprimir oficinas donde haya duplicidad, como ocurre en ochenta municipios de Castilla y León, especialmente en la provincia de Valladolid.

Acuerdo positivo

"Responsabilidad". Esa fue la palabra más utilizada por los dirigentes políticos del PP y el PSOE para definir el resultado de las asambleas. También UGT y CC. OO. valoraron el acuerdo de fusión, aunque conlleve una reducción del personal. "Era necesario e imprescindible hacer una caja más grande para tener un mayor músculo financiero", apostilló Isabel Carrasco, viceconsejera de Caja España. El secretario regional del Partido Socialista, Oscar López, también se congratuló del sí definitivo a la fusión.

Un mes de plazo

La nueva sociedad se inscribirá en el registro en el plazo de un mes, según anunció Santos Llamas, presidente de Caja España: "En este tiempo vamos a empezar a poner las comisiones y los nuevos equipos de ambas cajas a funcionar, de forma provisional hasta que se celebre el Consejo de Administración".

En torno al 7 de julio se celebrará esa reunión y, posteriormente, se convocará la Asamblea General Extraordinaria. La elección del nuevo presidente será uno de los puntos del orden del día, aunque hasta ese día el actual director general de Caja Duero, Lucas Hernández, se convertirá en el máximo responsable "provisional".