REVISIÓN DE LA PAC

Bruselas propone una reforma agrícola que rebaja las ayudas directas y pone fin a las cuotas lecheras

La Comisión Europea ha aprobado el proyecto legislativo para la revisión de la PAC que incluye medidas para paliar la escasez y los preciosde los alimentos, como la supresión definitiva del barbecho obligatorio y la desaparición de las ayudas al cultivo de materia prima para biocarburantes.


La Comisión Europea (CE) ha aprobado su propuesta para reformar la Política Agrícola Común (PAC) que plantea recortar un 13% las ayudas directas en beneficio de otras políticas rurales y un aumento gradual de las cuotas lecheras hasta eliminarlas en 2015.


La CE ha aprobado su proyecto legislativo para la revisión o el llamado "chequeo médico" de la PAC, que incluye algunas medidas para paliar la escasez y los precios de los alimentos, como la supresión definitiva del barbecho obligatorio o la desaparición de las ayudas al cultivo de materia prima para biocarburantes.


El saco sin fondo de la UE


La propuesta será la base para que los países de la UE negocien el futuro de la PAC en el segundo semestre. Se trata de la política que más dinero absorbe de los fondos comunitarios, cerca de la mitad.


La PAC tiene un presupuesto de 55.800 millones de euros (para 2008), con España como segundo país receptor (6.681 millones en 2006).

Dentro de las ideas para paliar la escasez de materias primas o de alimentos, la CE propone suprimir definitivamente el régimen de barbecho obligatorio (interrumpido actualmente), y que imponía al agricultor dejar sin sembrar un 10% de su superficie de cultivo.


En cuanto a las cuotas lecheras, Bruselas insiste en que este sistema termine definitivamente en 2015 y mientras tanto prevé un incremento de esos cupos, del 1% anual en cinco años y empezaría en 2009, lo que también aumentará la oferta.


Asimismo, la CE ha propuesto suprimir la ayuda actual otorgada a la siembra de cultivos como materia prima para fabricar biocombustibles.

Bruselas plantea incrementar la "modulación", es decir el recorte de las ayudas directas para destinar ese dinero a planes de desarrollo rural (cofinanciados por los países), que ahora se aplica al 5% de los apoyos, para los productores que perciben ayudas superiores a 5.000 euros.


Bruselas ha propuesto que esa deducción crezca un 2% anual a partir de 2009, de forma que se llegue al 13% de la ayuda en 2012.

En España sólo afectaría a un 23% de los productores, que perciben más de 5.000 euros, ya que el 77,2% restante obtiene ayudas por debajo de ese importe, según datos de 2006.


Pero para los agricultores que perciben más de 100.000 euros, Bruselas prevé rebajas adicionales. De esta forma, las reducciones ascenderían en 2012 al 16% de la ayuda para los que obtienen subsidios entre 100.000 y 200.000; al 19% para los que perciben entre 200.000 y 300.000 y al 22% para los que reciben más de 300.000.


En España, 897.170 agricultores reciben ayudas de la UE, de los que solamente 2.690 obtienen más de 100.000 euros. El dinero obtenido de los recortes quedará en el mismo país que se han efectuado e irá a medidas como la lucha contra el cambio climático, una mejora en la gestión del agua o la protección de la biodiversidad.


El documento que han preparado los servicios de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, plantea que la mayor proporción posible de las subvenciones se conviertan en un "pago único" por superficie o explotación, independiente de la cantidad producida y de la obligación de cosechar.


Esta desconexión de las ayudas de la producción ya se aplica en la actualidad, parcialmente, para sectores como el olivar, los cereales o el algodón. Bruselas pretende la conversión inmediata en el "pago único" de todas las ayudas de la mayoría de las producciones, aunque plantea un período transitorio para el arroz o el lino.


Además, la propuesta prevé que pueda continuar una parte del apoyo "acoplado" a la producción en las ayudas a la vaca nodriza, ovino o caprino. Sin embargo, España y otros países han advertido de que desligar la ayuda totalmente del volumen producido pondría en peligro el abastecimiento de alimentos.


Por otro lado, Bruselas insiste en eliminar la intervención para el trigo duro, arroz y carne de cerdo "dada la situación actual en los mercados" y por el contrario, proyecta mantener un mecanismo de ayuda pública para trigo panificable, proteínas para piensos y maíz.


La propuesta establece también que las ayudas se concedan a partir de un importe mínimo de 250 euros ó de 1 hectárea.