EL 1,5% DEL PIB COMUNITARIO

Bruselas diseña un plan económico cifrado en 200.000 millones de euros

Tanto Durao Barroso como el responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, insistieron en la importancia de que la UE actúe ante la crisis de manera coordinada.

La Unión Europea presentó  un plan de relanzamiento económico por un valor de 200.000 millones de euros que supone un gasto superior al esperado, del 1,5 por ciento del PIB comunitario, con el que espera impulsar el consumo, las inversiones y el empleo en la UE.


Bruselas propuso a los gobiernos europeos hacer un esfuerzo de 170.000 millones de euros, a los que la UE sumaría 30.000 millones de euros adicionales, 14.400 millones procedentes del presupuesto comunitario y 15.600 millones del Banco Europeo de Inversiones.

Recortar el IVA

Entre los estímulos fiscales que recomienda la UE se encuentra un recorte del IVA para impulsar la demanda. La Comisión Europea propuso la reducción de este impuesto en productos y servicios de eficiencia energética para el sector de la construcción, responsable de gran parte de las emisiones de dióxido de carbono. "Podemos transformar la crisis en una oportunidad para impulsar la innovación y la eficiencia energética en la UE", afirmó Barroso.


El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, afirmó que se trata de un esfuerzo "bastante realista" para dar "una respuesta económica a la crisis financiera" y afirmó que un esfuerzo equivalente al 1 por ciento del PIB, como el esperado hasta hoy, "no sería suficiente".


Este esfuerzo será temporal, contará con apoyo de la "mayor flexibilidad" contemplada en el pacto de estabilidad reformado en 2005 y variará de un país a otro de la UE en función de su situación actual, insistió Barroso.


Ello se traducirá en un margen de un año a los países que tras poner en marcha sus planes de relanzamiento económico entren déficit excesivo. Pasado este periodo, los países que continúen por encima del tres por ciento de déficit podrían recibir un procedimiento de Bruselas, que establece un plazo de dos años para llevar a cabo la corrección del desajuste. "Los estímulos fiscales serán posibles dentro del respeto al pacto de estabilidad", dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, que al mismo tiempo destacó la importancia de velar por la solidez del euro y la "credibilidad" del pacto.


Las últimas previsiones de la Comisión Europea para 2009 estimaban en un 7 por ciento el déficit de Irlanda, en un 5,6 por ciento el del Reino Unido y en un 3,5 por ciento el de Francia. Mientras, los de España e Italia permanecerán por debajo del 3 por ciento y el de Alemania en el 0,2 por ciento.


Algunos países europeos ya han presentado sus planes para el relanzamiento de sus economías, como Alemania, que tras haber aprobado un plan de 32.000 millones de euros se niega a hacer nuevos desembolsos de las arcas púbicas.


Barroso afirmó que los planes nacionales que ya han sido presentados serán incluidos en el plan europeo, pero llamó a hacer un esfuerzo para que la aportación media comunitaria sea del 1,5 por ciento del PIB. 


Ello podría implicar que, ante la difícil situación de países como Hungría y Letonia, otras economías europeas tengan que comprometer sus cuentas públicas en mayor medida, lo que confirmaría los temores de la canciller alemana, Angela Merkel.


Almunia afirmó que "se tendrá en cuenta el punto de partida de las economías europeas" y no se exigirán esfuerzos "idénticos" sino "coordinados". "El plan no implicará uniformidad, sino coordinación", añadió Barroso, que diferenció entre los países que crecen actualmente a un ritmo del 4 por ciento como Rumania, Polonia y Eslovaquia, y otros tienen un crecimientno negativo como es el caso de España, Reino Unido, Irlanda, Letonia y Estonia.


Además de los estímulos fiscales, la Comisión Europea tiene previsto movilizar parte del presupuesto comunitario y facilitar el acceso de las regiones y de los sectores más afectados por la crisis al fondo social europeo, los fondos de cohesión y los fondos de desarrollo regional.


Bruselas pretende financiar con 5.000 millones del presupuesto comunitario no utilizado proyectos de infraestructuras y de interconexión energética. Además pondrá 500 millones de euros a disposición de los Estados miembros para el desarrollo de infraestructuras.


La UE facilitará el acceso a 6.300 millones de euros de los fondos estructurales para las regiones y destinará 2.100 millones a los sectores del automóvil y de la construcción para el desarrollo de productos de eficiencia energética.