A FONDO

Beneficios y riesgos para España

El crecimiento alemán nos favorece en términos generales, pero también puede perjudicarnos. Hay muchos elementos en juego.

Crece Alemania desaforadamente y en lo que se refiere a la economía real, la no financiera, los beneficios para España son indudables. Siendo el país de Angela Merkel el primer receptor de nuestras exportaciones, resulta evidente señalar que las empresas españolas que vendan a los alemanes saldrán ganando. Por otro lado, como miembros de la Unión Europea integrados en la zona del euro, lo idóneo sería que todos los países vuelvan a crecer a buen ritmo, pero si las diferencias entre los integrantes son muy grandes, las políticas monetarias pueden ser muy buenas para unos y, en cambio, muy malas para otros. Entonces hablaríamos de otra cosa.


Los datos del crecimiento del PIB alemán conocidos ayer habrán sido muy bien recibidos en muchísimas de nuestras empresas. "A Alemania vendemos y compramos de todo", decía ayer Manuel Teruel, presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, tras destacar que es Alemania el país al que más exportamos desde España en general y desde Aragón en particular. Y lo hacemos en muy diversos sectores de actividad (ver estadillo). En nuestra Comunidad, además, son numerosas las firmas germanas que tienen intereses. Opel, BSH, Adidas, DKV, Trox, Mann+Hummel, Kendrion, Schmitz Cargobull, Schlecker... La lista es larga y está formada por multinacionales que generan miles de puestos de trabajo en esta tierra.


La otra cara de la moneda del crecimiento del PIB alemán es la de la posible subida de tipos de interés, una cuestión de la que se habla desde hace tiempo porque el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantenerlos inusualmente muy bajos y a Berlín podría ahora convenirle lo contrario... Pero no a España.


"No sería la primera vez que nos toque padecer una política monetaria inadecuada", apuntó José María García, director de Estudios y Asesorías de la CREA, tras recordar que cuando España crecía mucho y Alemania no, los tipos estaban muy bajos. "Nos hubiese venido mejor unas tasas altas, y en cambio acabamos mucho más endeudados", añadió.


García, sin embargo, no cree que los tipos suban demasiado, al menos a corto plazo, porque siendo el empeño principal del BCE el control de la inflación, de momento ese riesgo no se percibe en Alemania. El crecimiento germano, precisó, se ha producido fundamentalmente por la vía de las exportaciones, y aunque la demanda interna empieza a aumentar, el IPC no se ha disparado. Otra cosa, matizó, es lo que pueda ocurrir con otros elementos en juego. Factores como el petróleo o las materias primas, cuyo precio va a más y amenaza con provocar tensiones inflacionistas, aunque en ese caso Alemania y España estarían afectados por igual.


Enrique Barbero, analista de Ibercaja y profesor en la Universidad de Zaragoza, considera que una subida de tipos no salvaje podría ser buena para España. Subidas de medio punto al año, de modo que podamos cerrar 2011 en el 2%, 2012 en el 2,5% y 2013 en el 3%, podrían ir bien al país y no representarían un drama a quienes tienen cargas hipotecarias. Otra historia sería si las subidas llegaran hasta al 4% o el 5%.


En cuanto a la situación de los mercados y la posibilidad de que se produzcan nuevos rescates en la UE, Barbero cree que Portugal tiene "serias dificultades de esquivar" esa posibilidad porque además de problemas financieros tiene también problemas estructurales y se sospecha de su solvencia. Y eso no ocurre en el caso de España, que sí tiene problemas de liquidez, subrayó.