AGRICULTURA

Aragón perderá 2.293 hectáreas de viñedo y 1.095 viticultores este año

El arranque de las plantaciones, aprobado en el marco de la OCM del vino, tiene que finalizar el 1 de abril

Aragón afrontará la primera campaña de entrada en vigor de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino con 2.293 hectáreas menos. Es la superficie que cuenta con el visto bueno para aplicar el arranque de viñedo, una de las medidas aprobadas en el marco de la OCM de este sector que tiene como objetivo reducir la producción en Europa mediante la supresión de hasta 170.000 hectáreas en tres años. La superficie en la que desaparece el viñedo supone en 5,1% del total de las 44.576 hectáreas existentes en Aragón, según los datos estadísticos más recientes. Su desaparición supondrá también el abandono de la actividad para más de un millar de viticultores.

 

Durante el periodo de solicitudes, 2.417 agricultores aragoneses realizaron los trámites necesarios para optar a la ayuda por arranque. Estas solicitudes afectaban a 5.196 hectáreas, una cifra que, tras los controles administrativos y de campo efectuados por el Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón, se ha reducido más de la mitad.

 

"Este descenso responde a criterios de concurrencia y a cumplimiento de requisitos", destacó ayer el director general de Producción Agrarias, Jesús Nogués. Y es que como establecía la Orden de 23 de julio, han tenido preferencia las solicitudes realizadas primero por los viticultores mayores de 55 años que arrancaban toda su explotación, seguidos por los que solicitaban el arranque de todas la explotación aunque fueran menores de 55 años, así como los que superaban los 55 años y arrancaban un porcentaje mayor o igual al 81% de su explotación. "Los que han quedado fuera era porque no cumplían alguno de los requisitos", explicó Nogués.

"Para el sector no es bueno"

El director general de Producción Agraria insistió en que el porcentaje de arranque en Aragón -5,1% de la superficie total- es similar al realizado en el resto de las comunidades autónomas. Pero Nogués reconoció que con no ser una cifra muy elevada "para el conjunto del sector es negativo porque no por menos hectáreas que cultivemos y menos producción que tengamos vamos a vender más". Nogués recordó que el Departamento siempre ha insistido en su creencia de que "el hueco que nosotros dejemos en el mercado vendrán a llenarlo los productores de fuera". Aseguró, sin embargo, que entiende que para los viticultores mayores, que no tienen relevo generacional es una oportunidad para "patrimonializar el esfuerzo, la inversión y el trabajo de toda la vida".

 

Nogués aseguró que no se tienen datos sobre el tipo de viñedo que se arrancará durante esta campaña, pero se mostró seguro de que se tratará de viñas marginales sin grandes rendimientos. Un dato que justificó destacando que aquellas explotaciones en las que se realizado reestructuración para cambiar de vaso a espaldera o para introducir nuevas variedades no podían optar a esta medida. Por eso, "el potencial productivo va a tener poco impacto en el mercado", destacó Nogués.

Y aunque el director general recordó que en algunas de las solicitudes el arranque afecta al 81% de la explotación, su "impresión" es que abandonarán el cultivo los 1.095 viticultores que tendrán que realizar el arranque de sus plantaciones antes del próximo 1 de abril.

 

El importe anual con el que la Unión Europea subvenciona el arranque de plantaciones durante el primer año en Aragón alcanzará los 9,9 millones de euros. Eso significa que la prima media por hectárea se sitúa en unos 4.300 euros en la comunidad autónoma. Nogués matizo que en todo caso esta es una cifra media, porque esta ayuda se calcula en función del rendimiento histórico de cada explotación, que se calcula teniendo en cuenta las declaraciones de cosecha de las campañas de 2003-2004 a 2007-2008.

 

Cariñena y Calatayud son las denominaciones de origen que destinarán mayor superficie al arranque. "Los motivos son muy diferentes", explicó Nogués, que detalló que mientras la primera "muy grande y por eso el porcentaje de arranque es mayor", en el caso de la denominación de Calatayud han jugado un papel importante las dificultades de producción por la orografía de la zona, el envejecimiento de los agricultores, así como los problemas comerciales.

 

En el conjunto de España se arrancarán 43.534 hectáreas pertenecientes a 13.160 solicitudes, con una prima global de 233,8 millones de euros.