ENERGÍA

Aragón lidera un novedoso proyecto para facilitar que las renovables se integren en la red

La iniciativa Sinter, en la que participan 2 empresas y 2 centros de investigación aragoneses, busca dar estabilidad al sistema eléctrico

El consorcio Sinter (constituido mayoritariamente por empresas e instituciones aragonesas) presentó ayer un novedoso proyecto de investigación de sistemas inteligentes de estabilización de la red eléctrica. Se trata de una iniciativa que acaba de ponerse en marcha y que cuenta con el respaldo financiero del Ministerio de Ciencia e Innovación.

 

El objetivo principal de este proyecto es lograr la integración de energías renovables (eólica, fotovoltaica e hidráulica) incluyendo su almacenamiento (mediante supercondensadores, baterías o producción de hidrógeno) con la función de estabilizar la red.

 

Las empresas e institutos de investigación que conforman el consorcio (Instrumentación y Componentes, ADES, la Fundación Circe, la Fundación del Hidrógeno de Aragón, el Centro Nacional del Hidrógeno y el Ciemat/Ceder) pusieron ayer gran énfasis en destacar que se trataba de un proyecto de futuro y con una trascendencia mucho mayor de lo que a primera vista podía parecer.

 

De momento, y según explicaron los responsables del consorcio en una nota de prensa, los sistemas que Sinter quiere desarrollar y probar van a suponer "una alternativa viable para subsanar los problemas que se derivan de redes eléctricas débiles o saturadas". Lo que significa que estos sistemas pueden jugar un importante papel en núcleos rurales apartados, en poblaciones ubicadas en orografías complejas... donde es casi imposible construir nuevas infraestructuras eléctricas o repotenciar las líneas existentes y donde resulta caro disponer de grupos electrógenos.

Seis escenarios diferentes

El consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, que clausuró la presentación del proyecto, explicó de manera gráfica lo que estos sistemas podrían significar: "¿A alguien se le ocurriría instalar redes eléctricas para llevar energía desde Benasque hasta Llanos del Hospital?", se preguntó. Con estos estabilizadores, esa obra no sería necesaria, por lo que representan una alternativa a las soluciones que se pueden idear hoy en día para dar respuesta a las necesidades de energía eléctrica (segura, constante, sin cortes ni altibajos) de los ciudadanos, independientemente de dónde vivan.

 

De entrada, para estudiar la viabilidad técnica de los Sinter se van a desarrollar, construir y poner en marcha seis equipos que se instalarán en ubicaciones diferentes: en el perímetro urbano de Zaragoza (estabilizador conectado a red rural de Endesa); en el parque tecnológico de Walqa (estabilizador con generación y almacenamiento de hidrógeno conectado a red); en el embalse oscense de Valdabra (estabilizador aislado con bombeo hidráulico reversible); en las instalaciones de ADES, en Tarazona (estabilizador de red para funcionamiento aislado y conectado a red); en las instalaciones sorianas del Ceder y un último demostrador que será un laboratorio itinerante, que servirá de ensayo y análisis de los equipos anteriores. Cada uno de ellos probará uno o varios elementos diferenciadores, lo que va a permitir analizar e investigar las particularidades de las diversas fuentes de generación y almacenamiento, así como distintas técnicas de integración.

 

Máximo Valenciano, gerente de Instrumentación y Componentes (empresa aragonesa que será la encargada de coordinar el proyecto), recordó que se trata de una iniciativa ambiciosa, con fines industriales, que no prevé solo la aplicación nacional sino que tiene vocación internacional: "Estamos pensando en la microdistribución. Hay lugares en la tierra con una orografía dura, alejadas, a los que se podrá llevar energía que, de otra forma o no la tienen o es de mala calidad".