DIRECTOR DE NUEVA RUMASA

Álvaro Ruiz Mateos: "Clesa no ha dejado de pagar, solo ha ajustado los plazos al mercado"

"Sorprendido" por las críticas del consejero Arguilé, se reunirá mañana con él para aclarar lo ocurrido.

¿A qué se debe su visita a Zaragoza?

En Nueva Rumasa procuramos visitar periódicamente nuestras empresas y mantener reuniones con los ejecutivos de las plantas, como la de Clesa en Zaragoza. Vengo mucho, cada quince días.


Conocerá entonces la denuncia realizada por los ganaderos aragoneses que aseguran que Clesa les debe 2,8 millones de euros.

Tenemos que ser muy categóricos en este asunto. Nos ha sorprendido muchísimo enterarnos por la prensa que el señor Gonzalo Arguilé, consejero de Agricultura, sin tener ninguna comunicación con nosotros, sin mantener ningún contacto ni con los ejecutivos ni con la propiedad, haya hecho unas declaraciones gratuitas que perjudican no solo a esta compañía, sino al sector en general.


¿Los ganaderos no le habían trasladado antes su malestar?

¿Malestar entre los ganaderos? A nosotros no nos consta. Lo único que sucede es que ahora el mercado funciona de una forma muy diferente y nosotros lo que hemos hecho es ajustar la realidad del mercado a nuestros proveedores. ¿Por qué ese ajuste? Porque nosotros también tenemos otros plazos de cobro, la distribución también ha dilatado sus pagos. Pero cuando digo ajustar digo de absoluto mutuo acuerdo, y de la misma manera que acordamos los precios, acordamos los plazos de pago. Cualquiera que esté en la actividad económica e industrial sabe que estos ajustes son de primera necesidad, y esto es lo que ha hecho esta compañía.


Los ganaderos denuncian que no cobran desde enero. ¿No es eso una deuda?

Clesa no deja de pagar absolutamente a nadie, cumple con sus pagos rigurosamente. Otra cosa es que ellos quieran decir que antes se les pagaba prácticamente al contado y ahora tardan más en cobrar. Es absolutamente incierto que tengamos esa deuda. Pagamos entre 60 y 90 días y cuando llega el vencimiento del pagaré se abona. Dejar de pagar significa tener devoluciones y eso no ha sucedido.


¿Ha hablado con el consejero de Agricultura?

El sábado, cuando vimos la información, quisimos contactar con él para tener una reunión el lunes a primera hora y no nos ha dado cita hasta mañana. Pero insisto en que ha sido la compañía la que ha tenido que forzar la entrevista.


A pesar de este contratiempo, ¿tienen algún proyecto o inversión nueva para Aragón?

Nosotros siempre estamos con esa mentalidad, hemos crecido vía adquisición por estar siempre muy pendientes de las oportunidades y también lo hacemos en Aragón.


Se habla del interés de Nueva Rumasa por algunas bodegas aragonesas, concretamente en Somontano y Cariñena. ¿Es cierto?

En el sector del vino somos muy activos. El grupo Garvey, matriz de la división vitivinícola, tiene bodegas en casi todas las denominaciones y siempre hemos querido estar presentes en las de Aragón. Seguramente hemos tenido contactos, pero no puedo decir si al final se hará algo o no, lo que sí aseguro es que nosotros miramos por la expansión.


¿Entonces no hay nada cerrado?

No, no, pero seguro que ha habido conversaciones porque nos llegan muchas ofertas que desde luego estudiamos porque hay magníficas oportunidades.


¿Cómo funcionan sus emisiones de pagarés después de las advertencias lanzadas por la CNMV?

Nos hemos llevado una sorpresa muy grata. La primera emisión se cubrió en cuatro meses. Nos ha ayudado a seguir creciendo y en 2009, en plena crisis, el grupo terminó con siete firmas más.


Hay quien recela de que en estos tiempos haya productos con una rentabilidad del 10%. ¿Cómo se consigue?

Muchos pensaban que si Nueva Rumasa sacaba pagarés era porque los bancos no le daban crédito. Eso es una salvajada. No es que los bancos no presten, es que las condiciones bancarias han cambiado, se han recrudecido. Aún dando un 10% de interés, que lo generan las compañías, es más barato que hacerlo con un banco. Fuimos los primeros, pero luego aparecieron emisiones de bonos de empresas de primerísimo nivel al 10% y el 12% y nadie dijo que no tuvieran garantías.