TRANSPORTE AÉREO

Aena pide que Fomento garantice los vuelos en Semana Santa

Las negociaciones con los controladores aéreos, que no permitirán "una emboscada del Gobierno", están bloqueadas.

La guerra abierta entre el Gobierno y los controladores aéreos tomó ayer un nuevo y peligroso cariz que requerirá, previsiblemente, medidas extraordinarias por parte del gabinete dirigido por José Blanco. Aena ha abandonado la negociación y ha dejado en manos de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) y la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) -dependientes del Ministerio de Fomento- la eventual solución a un conflicto que amenaza las vacaciones de Semana Santa. "Yo voy a tratar de garantizar el funcionamiento de los aeropuertos, es mi obligación", sentenció el ministro.

 

Los vigilantes del cielo, sin embargo, insisten en su voluntad negociadora, subrayan su deseo de trabajar, y advierten de que a partir del 1 de abril la programación establecida no servirá para atender a todos los vuelos. "Esto es una campaña política del Gobierno para reventar al colectivo y recuperar una imagen que ya no tiene ", afirmó el presidente del sindicato de controladores (USCA), Juan María Gil, quien aseguró que no va a permitir "una emboscada del Gobierno" y que los controladores "atenderán el servicio salvo que las fuerzas de Seguridad del Estado los saquen de las torres o Aena no les deje trabajar".

 

El presidente de Aena, Juan Lema, explicó que la "actitud de absoluto bloqueo, obstruccionista y de mala fe" del USCA ha obligado a la empresa pública a levantarse de la mesa. "La responsabilidad es del USCA, que no quiere sino prolongar de manera indefinida las conversaciones hasta el 31 de marzo (fecha en la que vence el acuerdo de horas adicionales de los controladores, imprescindibles hoy para garantizar el control aéreo) para esa noche tomar a los pasajeros por rehenes e imponer unas condiciones inaceptables", señaló.

Laudo arbitral y convenio

El escenario es confuso, pues solo una declaración legal de huelga o un incumplimiento grave por parte de los controladores abriría la puerta a Aena para solicitar un laudo arbitral de obligado cumplimiento. Una buena alternativa para la empresa. Pero eso no va a ocurrir, promete el USCA, que se 'agarra' al cumplimiento estricto del convenio. Algunas voces insinúan un real decreto del Gobierno para imponer la tranquilidad entre aerolíneas y pasajeros.