ENERGÍA

Acciona no tiene prisa por mover ficha en Endesa, pese a las tensas relaciones con Enel

La compañía española no prevé romper su alianza con la italiana y salir de la eléctrica hasta al menos 2012.

El "matrimonio" civil que forman Acciona y Enel en Endesa -por el cual una sociedad conjunta controla su devenir, pese a que la segunda posee más del 66% del capital social- tiene sus días contados. La única duda es si el divorcio llegará en las fechas que ambos sellaron por contrato en su día (entre marzo de 2010 y de 2012, pero solo si existe una situación de "bloqueo"), al formalizar una relación que entonces parecía prometedora o, por el contrario, habrá una ruptura no amistosa y el asunto quedará en manos de los abogados y, en última instancia, los tribunales.


A juzgar por las posiciones aparentes de uno y otro, en la eléctrica italiana están más bien por la segunda opción mientras que en el grupo español de construcción y servicios no tienen prisa alguna por mover ficha. Más aún, según fuentes del mercado bien conocedoras de la situación interna en la que fuera primera eléctrica española (ahora rebasada por una Iberdrola objeto del deseo de muchos), en Acciona también se han planteado como posible escenario dicha ruptura, en modo alguno deseada pero que tampoco resultaría traumática para sus planes. Aunque no quieren entrar en la estrategia de Enel y airear sus 'trapos sucios' en público, son conscientes de que la relación entre ambos socios puede estar incluso "herida de muerte" y admiten ya que las discrepancias "de cualquier familia", de las que hablaba hace un mes José Manuel Entrecanales ante sus accionistas para definir lo que está ocurriendo en Endesa, probablemente sean algo más serio de lo que ellos pensaban.


La 'piedra filosofal' de la estrategia de Acciona en este mar de aguas revueltas en que se ha convertido el consejo de administración de la eléctrica española es el contrato suscrito con Enel el 26 de marzo de 2007, un documento con 23 estipulaciones generales, una treintena de puntos tratados más en detalle y una letra "pequeña" estimable que se distribuye a lo largo de más de medio centenar de folios. El equipo de Entrecanales lo esgrime como si fuera su "Biblia", y no es para menos porque a la vista de su contenido se encuentra en una posición ciertamente ventajosa para dirimir casi cualquier conflicto con Enel.


La gestión no está compartida


Tanto es así que, según las fuentes citadas, en el grupo español insisten en que "la gestión no está compartida como se pretende hacer creer (en clara alusión a sus socios), sino que está en manos de sus ejecutivos máximos", con "la particularidad" -añaden- de que en caso de desacuerdo el presidente "siempre tiene la opción de acudir al consejo, en el que cuenta con voto de calidad".


Ese es uno de los privilegios que le concede el contrato citado y al que Entrecanales no va a renunciar. Otra de las ventajas que le ofrece es la creación de una nueva sociedad que, bajo la denominación de Acciona Energía, integre los activos de renovables de esta y los de Endesa, pero donde la primera ostentaría, al menos, el 51% del capital. A Enel no le convence ahora esta operación -"irrevocable", según el pacto bilateral, aducen en Acciona-, al menos en esos términos, por lo que se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción entre ambos socios, lo que ha retrasado una segregación que debería haberse cerrado, como máximo, en marzo pasado y que ahora se espera tener lista en octubre. La otra gran asignatura pendiente de este discutido "matrimonio" es la aprobación del plan estratégico de Endesa hasta 2012 (en el que se prevén invertir más de 24.400 millones de euros), sobre el que en el grupo de Entrecanales piensan que "antes de abordarlo es necesario resolver otras cuestiones", entre ellas, la filial de renovables.