ganadería

Un posible nuevo ataque de lobo mata cuatro ovejas en Orés

Otros tres ejemplares han sufrido importantes daños en el cuello. La necropsia tendrá que determinar ahora si las heridas con compatibles con la acción del cánido.

El ataque en un rebaño de Orés ha matado a cuatro ovejas y ha herido de muerte a otras tres.
El ataque en un rebaño de Orés ha matado a cuatro ovejas y ha herido de muerte a otras tres.
P. L.

Esta vez ha sido en Orés, un pequeño municipio situado en la comarca de las Cinco Villas y perteneciente al partido judicial de Ejea de los Caballeros. Un nuevo ataque, posiblemente de lobo, ha dejado cuatro ovejas muertas y otras tres con graves heridas en una rebaño que se encontraba en un vallado apenas a un kilómetro de dicha localidad.

Todo apunta a que el ataque se ha producido bien entrada la madrugada cuando el rebaño se encontraba durmiendo en una zona de pasto delimitada con un pastor eléctrico -un vallado que impide que el ganado salga del recinto-. Cuando el propietario ha llegado por la mañana a la zona ya ha sospechado que algo ocurría porque los animales mostraban un comportamiento extraño. Primero ha visto marcas de sangre y después ha encontrado los cuatro ejemplares muertos y otros tres cuyas heridas son irrecuperables.

Será ahora la necropsia, a la que asistirán los servicios técnicos de UAGA, la que determine si el ataque es obra de un lobo, pero tanto el ganadero como algunos vecinos y forestales de la zona están convencido de que las heridas no dejan margen de duda, ya que se localizan en el cuello, es visible el zarpazo de la dentadura y no hay mordeduras en el resto salvo aquellas que han sido atacadas, ha señalado el ganadero, que ha explicado que una patrulla del Seprona que se ha trasladado hasta la zona ha recogido uno de los ejemplares que será analizado en el centro de recuperación de La Alfranca. No se esperan los resultados hasta el lunes.

De confirmarse, este sería el primer ataque que se produce en esta zona y podría tratarse de un lobo que el pasado mes de abril fue avistado por un vecino de Luesia. Por esas mismas fechas también hubo una agresión a un rebaño en Uncastillo, aunque desde el Gobierno de Aragón se determinó que había sido obra de un perro asilvestrado.

El ganadero de Orés afectado no ha ocultado el desánimo y la preocupación ante este ataque, cuyas pérdidas no solo se contabilizan por las ovejas muertas sino también por las repercusiones en el resto de los animales, ya que muchas de ellas se encuentran recién preñadas y es muy probable que “unas 100 o 150 terminen abortando por el estrés sufrido”, ha señalado. A ello se suma la incertidumbre que genera entre los productores la posible y temible presencia del cánido cerca de las explotaciones de extensivo.

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