Cooperativas estima una reducción del 31% en la cosecha de cereal de invierno en Aragón

Los primeros cálculos realizados por la entidad prevén una producción de 1,4 millones de toneladas en la Comunidad.

Un agricultor recogía este martes su cereal en una explotación de secano de Almudévar (Huesca).
Un agricultor recogía este martes su cereal en una explotación de secano de Almudévar (Huesca).
J. M. A.

Las cosechadoras ya están entrando en los campos de cereal de invierno, al menos en aquellos que han podido esquivar el brutal impacto de la extrema sequía que sufre el campo aragonés y que ha golpeado especialmente a los herbáceos de secano. La campaña llega con una semana de adelanto y se prevé corta, porque la falta de precipitaciones ha reducido considerablemente la producción, un descenso que las organizaciones agrarias cifraron hace una semana en algo más de 1,2 millones de toneladas. Habrá además muchas hectáreas que no se cosecharán por bajo rendimiento.

Los últimas previsiones llegaron este martes desde Cooperativas Agroalimentarias de España, cuya primera estimación de cosecha sitúa la producción de cereal de invierno en Aragón (trigo duro y blando, cebada, avena, centeno y triticale) en 1.417.343 toneladas, unas 644.000 menos que las cosechadas el pasado año. La cifra, inferior a la calculada por las organizaciones agrarias, supone un descenso del 31,24% respecto a la campaña pasada. No por ello es menos significativa o da menos cuenta del desastre ya que no hay que olvidar que en 2022 los cultivos de cereal se vieron también mermados no solo por las escasas lluvias sino también por un abrasador calor en los meses de mayo y junio, que provocó el asurado del grano y, por lo tanto, cuantiosas pérdidas en una cosecha que se esperaba histórica. De hecho, si la estimación de Cooperativas se compara con la media de los últimos cuatro años, el descenso se eleva al 44,18% e incluso se dispara a casi el 55% si la comparación se realiza con la producción obtenida en 2020.

"Año terrible" para el secano

"Es un año muy malo para el secano, terriblemente malo", señaló el técnico de Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Fernando Cunchillos. Pero si las cifras no reflejan un descenso tan acusado como el que se prevé para comunidades como Castilla-La Mancha o Castilla y León, con reducciones del 68% y el 46%, respectivamente, es porque en la Comunidad "los números más gruesos son del regadío", destacó el técnico, que ilustró su argumento con un ejemplo. Tomando como referencia las hectáreas de herbáceos de invierno declaradas en la PAC de 2022, en Aragón el pasado año se contabilizaron 615.000 hectáreas de secano y 168.000 de regadío. En las primeras se obtuvo una producción de 1,2 millones de toneladas y en las segundas, con mucha menor dimensión, se cosecharon 825.000 toneladas.

Por eso este año se estima que se dejarán de recoger más de 500.000 toneladas de cereal en secano, pero en regadío, aún estimando pérdidas, se prevé que la cosecha pueda ser incluso mejor que el pasado año.

La explicación hay que buscarla, explicó Cunchillos, en las temperaturas de este mes de mayo, mucho más frescas que las del año pasado que terminaron quemando el grano. Además, detalló el representante de Cooperativas Agroalimentarias, la falta de pluviometría "que ha sido evidente", se ha suplido con riegos. "Se ha optado por no dejar morir el cultivo", matizó Cunchillos, que apuntó también que esta decisión de apoyar ese cereal de invierno para que pudiera finalizar el proceso ha minimizado la capacidad de riego para alfalfas o para cereal de primavera, "lo que ha hecho que algunos agricultores hayan tenido que rehacer planes de siembra y tenerlo presente de cara al cereal de primavera".

Mucho más complicado es prever cómo será la cosecha de maíz, reconocen desde Cooperativas Agroalimentarias, ya que aunque los datos del Ministerio publicados en febrero hablaban de que este cereal iba a ocupar en Aragón unas 85.000 hectáreas, las restricciones por falta de reservas auguran que la superficie será mucho menor. "Las segundas cosechas van a caer entre un 70% y un 80% e incluso las de primera cosecha como la dotación no llegaba para hacer un cultivo completo, muchos agricultores han reducido la superficie para optimizar la dotación", explica Cunchillos.

En una Comunidad deficitaria en cereal como Aragón –toda España lo es– una cosecha corta va significar también la necesidad de importar una mayor cantidad de cereal para cubrir las necesidades de consumo. "La dificultad va a estar en la logística", reconoce el técnico, que insiste en que una buena y organizada gestión y planificación ayudará a minimizar los efectos de esta cosecha corta, de la que reconoce que las cooperativas van a verse muy afectadas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión