economía

Sindicatos y empresarios recuperan la palanca de la negociación colectiva con un pacto de mínimos

Los agentes sociales han firmado el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), una recomendación no vinculante, de subir al menos un 10% los salarios en tres años.

Constitución de la mesa negociadora del próximo convenio colectivo de la Industria, la Tecnología y los Servicios del sector del Metal, el 5 de mayo, en la FEMZ.
Constitución de la mesa negociadora del próximo convenio colectivo de la Industria, la Tecnología y los Servicios del sector del Metal, el 5 de mayo, en la FEMZ.
Cepyme

Tres años después de quedarse en vía muerta por la pandemia, el tren de la negociación colectiva vuelve a encarrilarse gracias al Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que acaban de alcanzar patronal y sindicatos.

Se trata del quinto AENC suscrito en España y que delimita el marco de actuación para sacar del atasco cientos de convenios sectoriales o de empresa bloqueados, caducados desde hace años o pendientes de negociarse. Además de la subida salarial que recomienda -del 4% en 2023 y del 3% tanto para 2024 como para 2025, con una cláusula de revisión salarial de hasta el 1%, en caso de desviación de la inflación-, el acuerdo recoge otros 16 puntos, entre ellos facilitar fórmulas flexibles de ordenación del tiempo de trabajo y del teletrabajo para poder regular en convenio el derecho a la desconexión digital.

"El AENC es muy bueno no para los empresarios y sindicatos sino para España. Es una recomendación, no una ley, que va a marcar la pauta de muchos convenios colectivos de empresa y sectoriales", asegura Miguel Marzo, presidente de CEOE Aragón, invitado a la firma del AENC, el pasado miércoles en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, a la que no pudo acudir por problemas de agenda. "Es un acto de responsabilidad", dice, convencido de que ayudará a sacar adelante convenios atascados no solo por salarios sino por cuestiones de calendario o jornada.

"Ahora las partes han de analizar la situación en cada sector ya que en todas las crisis hay empresas a las que les va mejor que a otras y para eso está la negociación colectiva", añade: "Habrá sectores que no podrán llegar al incremento salarial pactado y otros que lo podrán superar". Preguntado por el convenio que se negocia en Pikolin, reseña que "toca muchos puntos además del salarial y que van solo por ocho reuniones cuando anteriores convenios han necesitado más de 16".

"Llegar a un acuerdo es siempre positivo porque da certidumbre y paz social para tres años", coincide la presidenta de Cepyme Aragón, María Jesús Lorente. "A raíz de la covid, los últimos años han sido complicados y hemos escenificado más de un conflicto. Este AENC, no de obligado cumplimiento, servirá para que muchos convenios que han de renovarse a final de 2023 y principios de 2024 tengan un marco de referencia", señala. "Es una guía para luego ir a negociar en cada sector y cada empresa", precisa. Y "existe la posibilidad de que no se aplique el convenio cuando la situación de una empresa no sea buena o pueda entrar en pérdidas". Se refiere también al ejercicio de responsabilidad que ha supuesto la firma de este AENC para orientar convenios pendientes como el del Metal, "convenio por excelencia de Aragón ya que rige las condiciones laborales para 60.000 trabajadores" -la comisión negociadora se constituyó el 5 de mayo-, el de hostelería, que vence este año, o el de transporte de viajeros por carretera, con paros convocados, u otros convenios de ámbito nacional como el de construcción o industria química.

"Este AENC es orientativo. Marca un suelo para la negociación colectiva. Y les va a venir bien a los muchísimos convenios que están bloqueados", valora José Juan Arceiz, secretario general de UGT Aragón, al recordar que es un acuerdo de mínimos. "Lo normal es que todos los respetemos y en los sectores en que se pueda aplicar mayores incrementos, se haga", afirma. "Es un acuerdo país que va a meter dinero en el bolsillo de los trabajadores y va a reactivar el consumo", destaca.

El quinto que se firma

"Es el quinto AENC que se firma. Demuestra que los aumentos salariales que pedíamos eran posibles con estos beneficios empresariales", afirma Manuel Pina, líder de CC. OO. Aragón. "La patronal no quería un otoño caliente. Así lo evita y ayudará a desatascar mucho convenio", apunta.

"Esta herramienta va a ser muy útil para la negociación", señala Juan García Blasco, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Zaragoza. "Empresarios y sindicatos han dado muestra una vez más de responsabilidad al firmar este acuerdo", indica. La clave es que "establece criterios ordenadores; sin ellos, la negociación se hubiera encaminado al conflicto".

Para la consejera de Economía, Marta Gastón, "este acuerdo, además de los incrementos salariales fijados hasta 2025, profundiza en los mecanismos de flexibilidad interna como garantía de competitividad de las empresas y de la calidad del empleo". Ahora, recuerda, "para lograr su aplicación real, todas estas pautas deben tener traslado directo en los innumerables pactos, acuerdos y convenios colectivos que se están negociando y se negociarán".

David Lázaro, líder de OSTA, ve la firma de este acuerdo, suscrito por CEOE, Cepyme, y UGT y CC. OO. como "propaganda pura y dura al ser una recomendación que no obliga a nadie". El AENC anterior "en la mayoría de convenios no se cumplió y este está por ver. El presidente de la patronal debería ser el primero en cumplirlo en Pikolin", afirma, que está negociando su nuevo convenio.

La prueba de fuego, en el Metal

"Este AENC puede ayudar a la hora de negociar el convenio provincial del Metal en Zaragoza", reconoce Arceiz. "Entregamos nuestra plataforma la semana pasada», dice. Luego vendrán los de Huesca y Teruel. En el convenio que marca la tendencia para otros sectores, la principal dificultad para el acuerdo estará, según el líder de UGT, en las cláusulas de revisión salarial, que han permitido este año a los trabajadores del sector cobrar un incremento cercano al 9% entre revalorización y atrasos.

"Ahora esas cláusulas son inviables", anticipa Marzo, presidente de CEOE Aragón. "Se firmaron cuando la inflación era baja. Ha habido empresas que no han podido aplicar una revisión salarial de ese 9% a 31 de diciembre de 2022. No habían previsto esta subida de costes laborales, que no han podido repercutir". Por eso, precisa, en el AENC se ha fijado un máximo del 1% en revisión salarial, e insiste en que "el acuerdo habla también de tomar medidas contra el fuerte incremento del absentismo". "Un convenio no es bueno solo porque suba el salario un 8%", apostilla Lorente desde Cepyme, "sino porque favorezca la conciliación, los permisos retribuidos o regule el absentismo".

"El último AENC acabó en 2020. La covid paralizó la negociación durante 2021 y en 2022 vino la guerra y la escalada de la inflación. Ahora se recupera la negociación colectiva con este acuerdo y el convenio del Metal tiene buenas perspectivas por delante", concluye desde Comisiones Obreras y UGT.

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