La planta de automóviles de Figueruelas ya fue la primera del grupo Stellantis en España en ensamblar un coche 100% eléctrico. Se trataba de la versión enchufable del más emblemático de los vehículos que se fabrican en Zaragoza, el Opel Corsa, que sale de sus cadenas de montaje desde febrero de 2020. Un auténtico hito para la factoría, que inició su andadura en noviembre de 1982 precisamente con el lanzamiento de la primera generación del Corsa (la actual es la sexta).

Stellantis tiene hoy en sus líneas de producción el Corsa en sus dos versiones y dos SUV o ‘todocaminos’ que comparten plataforma, el Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross. Pero en la planta ya hay prototipos del segundo coche eléctrico que se montará en Zaragoza, la versión enchufable del Peugeot 208, que se fabricará en serie a partir de septiembre próximo. Stellantis ya anunció oficialmente en octubre pasado, ante la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto, que ensamblaría un segundo modelo eléctrico en Zaragoza, pero no desveló el nombre. También sin revelar oficialmente qué coche será, se sabe que hay un tercer enchufable en cartera, la versión a baterías del Lancia Ypsilon.

Pese a que la dirección de la empresa automovilística no ha confirmado los nombres de los dos modelos eléctricos que se sumarán al Corsa-e, hay un número importante de compañías de la industria auxiliar aragonesa que están produciendo ya piezas para los citados vehículos a baterías que Stellantis ensamblará en línea en Figueruelas.

Del posicionamiento de futuro de la planta zaragozana, que pasa por la creciente producción de vehículos eléctricos, responde a las preguntas de este diario José Luis Alonso Mosquera, director de la planta de Stellantis en Figueruelas, en su primera entrevista desde que asumió el puesto en septiembre de 2022 tras relevar al zaragozano Manuel Munárriz y justo después de que la dirección de la factoría alcanzara un preacuerdo con los sindicatos para un convenio colectivo que garantiza producción hasta 2030 y posibilita un plan industrial más allá de esa fecha.

¿Qué ha supuesto para la planta la fabricación de su primer vehículo eléctrico, una versión del Opel Corsa, el primero de los que vendrán en breve y a medio plazo?

Como sabéis, nuestra planta abrió sus puertas hace más de cuarenta años gracias a la primera generación del Opel Corsa, del cual hemos fabricado más de once millones en las líneas de producción de Figueruelas. En el año 2019 se recibió con entusiasmo la noticia de que la sexta generación del Opel Corsa contaba con una nueva versión 100% eléctrica producida en exclusividad desde Zaragoza. Así, en el año 2020 empezaron a rodar las primeras versiones eléctricas de este icónico modelo, gracias al cual la electrificación llegó a nuestra factoría conjugando pasado, presente y futuro.

¿Qué evolución ha tenido en el mercado el Corsa eléctrico desde que empezó a venderse, y que no ha impactado en el mercado español como en el de otros países?

La planta de Zaragoza exporta más del 95% de su producción, somos una de las factorías con mayor producción de Europa, siendo nuestros principales mercados Alemania, Francia, Italia, y Reino Unido. Nuestros tres modelos se fabrican en exclusiva desde Figueruelas, el Opel Corsa en su versión de combustión y eléctrica, el Citroën C3 Aircross y el Opel Crossland. En torno a un 14% de los Opel Corsa que producimos son eléctricos y se espera una producción al alza de la versión electrificada que a cierre de marzo se encuentra en tercera posición de ventas de mercado de su segmento en lo que va de año. Los últimos datos de ventas revelan que Stellantis ha cerrado el mes de marzo liderando el mercado total español de turismos y vehículos comerciales de sus marcas comercializadas en España (Abarth, Alfa Romeo, Citroën, DS Automobiles, Fiat, Jeep, Maserati, Opel y Peugeot), que representan una cuota de mercado del 23,1%. Las cifras hablan por sí solas, Stellantis afianza su liderazgo en España en el mercado de vehículos 100% eléctricos en el primer trimestre del año con una cuota del 27,7%. La venta de vehículos en España no es tan alta como en otros países, es un reto fabricar coches eléctricos en un país donde la venta del vehículo eléctrico no tiene una penetración importante. Desde el grupo y desde las plantas de fabricación trabajamos para conseguir que los vehículos eléctricos estén al alcance de todos, teniendo en cuenta que también es importante la ayuda de las administraciones para el desarrollo, fabricación y comercialización del vehículo cero emisiones.

Además del Corsa, para la fábrica de Stellantis Zaragoza se ha anunciado la producción de un segundo modelo eléctrico. ¿Qué supondrá esto para la planta?

A través del plan estratégico de Stellantis, Dare Forward 2030, estamos estableciendo el rumbo para que el 100 % de las ventas en Europa sean vehículos eléctricos de batería (BEV) a finales de esta década. Además del Corsa-e, la planta de Zaragoza está trabajando en el lanzamiento de otro vehículo con versiones electrificadas, lo cual coloca a Zaragoza en una posición privilegiada de acuerdo a los planes del grupo.

En ese sentido es importante que la de Figueruelas sea un planta multimarca desde hace ya unos años. ¿Qué fortaleza de cara al futuro supone esa realidad?

La competitividad de Zaragoza le ha permitido desde el año 2017 ser una planta multimarca y está preparada para continuar la producción de nuevos modelos con versiones electrificadas. Lo importante es que los nuevos proyectos sean capaces de mantener la actividad de la fábrica independientemente de cuantas marcas vayamos a fabricar, siempre siguiendo los objetivos de venta del grupo en Europa de 100% eléctricos a finales de esta década. El futuro a largo plazo de la planta pasa por la asignación de una de las nuevas plataformas eléctricas que ha definido el grupo. Acabamos de preacordar un convenio que nos ayudará a sentar las bases de una mejora en la competitividad de la producción de la planta y por tanto consolidaría las opciones de Zaragoza teniendo un acuerdo de competitividad que posibilitaría un plan industrial a medio y largo plazo más allá de 2030.

En ese camino seguirá siendo importante la aportación de la industria auxiliar que trabaja para Stellantis Zaragoza. ¿Cómo valora la participación de esas empresas como proveedoras de los coches eléctricos que se ensamblan aquí?

Este ritmo trepidante de cambio en el que se encuentra de manera constante el sector de la automoción ha sido posible gracias a la implicación de nuestros proveedores, que han sabido remar en la misma dirección y a la misma velocidad, siendo unos compañeros de viaje indispensables. El pasado mes de marzo, alcanzamos la histórica cifra de 15 millones de vehículos producidos en nuestra factoría de Zaragoza. Tal cifra es todo un homenaje al compromiso de nuestros trabajadores a través de los años, así como de nuestros proveedores, que nos han acompañado codo con codo durante estas décadas celebrando nuestros logros y soportando las adversidades de esta industria cuando ha sido necesario. Toda la cadena de valor debe focalizarse en trabajar intensamente en la reducción del coste de los vehículos eléctricos. Nos enfrentamos a un reto clave para respaldar nuestra actividad en el futuro y producir vehículos electrificados al alcance de todos.

La Unión Europea acaba de aprobar plazos para el fin de los coches de combustión. ¿Cómo se valora esta decisión en la compañía?

El grupo se concentra en avanzar rápidamente hacia la electrificación respetando la regulación europea y tiene un fuerte compromiso desde el punto de vista industrial y comercial. Con el objetivo final de ser neutros en emisiones de carbono en 2038 en toda la cadena de valor, nuestro plan estratégico Dare Forward 2030 establece que el 100% de los vehículos a la venta de todas las marcas de Stellantis serán cero emisiones a partir de 2030. El foco ha de ponerse en permitir las condiciones que apoyen esta transición y en particular la infraestructura de carga, los incentivos y la fiscalidad para este tipo de vehículos. En términos industriales, Stellantis Zaragoza está siguiendo los pasos necesarios para alcanzar estos ambiciosos objetivos de descarbonización, desde los proyectos de reducción de consumo de energía hasta la recuperación de residuos. La planta cuenta con un ambicioso proyecto de energías renovables con el objetivo de tener un 80% de autonomía energética, basándonos en un modelo de producción ‘green factory’.