ECONOMÍA

Ley de Vivienda: ¿habrá zonas 'tensionadas' en Zaragoza donde se limitará subir el alquiler?

Una vez que se supere la tramitación parlamentaria, la norma permite señalar calles o barrios donde es necesario contener los precios para hacer accesible un arrendamiento.

Vista área de Zaragoza, donde se concentra la demanda de vivienda.
Vista área de Zaragoza, donde se concentra la demanda de vivienda.
Guillermo Mestre

La polémica ley de Vivienda, que lleva años sin conseguir ver la luz, avanza ahora en el trámite parlamentario y se ve más próxima su aplicación. Esta incluye una serie de medidas de las que se han ido hablando estos años, que influirán en propietarios e inquilinos a la hora de fijar el precio del alquiler.

Se trata de evitar que las rentas lleguen a niveles tan altos que resulte difícil acceder a un piso, como ocurre en barrios de grandes capitales donde proliferan las viviendas turísticas. ¿Habrá también 'zonas tensionadas' en Zaragoza? Desde el sector alertan de los efectos negativos de esta y otras medidas.

Qué es una zona tensionada

La ley considera "zonas tensionadas de contención de alquileres" aquellas en las que para una familia la carga del coste del alquiler más los gastos de una vivienda supere el 30% de la renta de un hogar o donde los precios hayan subido tres puntos por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC) en los cinco años anteriores. Actualmente este se encuentra en el 2,7% en marzo en Aragón. La Administración autonómica será la encargada de determinar cuáles son esas calles o barrios donde los precios dificultan el acceso a la vivienda. El límite para la renovación anual de los contratos de alquiler se limitará a un alza del 3% en 2024.

A partir de ese año, las rentas de los nuevos contratos que se suscriban en estas áreas tensionadas estarán limitadas a un índice de referencia que establecerá el Gobierno a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). La comunidad autónoma tendrá que declarar un área tensionada y, entonces, aplicar la limitación.

En el caso de Aragón, desde el sector no esperan que se fijen "zonas tensionadas". La única ciudad que podría registrar problemas sería Zaragoza, pero desde el sector de los agentes de la propiedad inmobiliaria no consideran que vaya a cumplir los requisitos. Con todo, entienden que todavía es prematuro hablar de estas cuestiones, a la espera de cómo avance la norma. 

El precio del alquiler de vivienda ha ido subiendo en los últimos años, unido a la falta crónica de pisos en arriendo. El problema ha sido especialmente grave en las grandes capitales como Madrid y Barcelona o comunidades muy turísticas como Baleares donde el auge de los pisos turísticos ha empujado hacia arriba los precios y reducido aún más la oferta de vivienda para personas que acuden a trabajar o estudiar.

Desde agrupaciones de inmobiliarias zaragozanas como Aportalia ya han venido asegurando que la ley es una "mala noticia" que "va a ser contraproducente totalmente. Temen que si se carga al propietario con más obligaciones, como pagar los gastos de intermediación que hasta ahora abonaba el inquilino, y se limitan las subidas, se corre el riesgo de que este desista de alquilar o termine poniendo en venta el piso.

El problema para otros expertos es la falta de números para calcular las zonas tensionadas. "Se echan de menos muchos datos de dónde están las viviendas vacías, los inmuebles de grandes tenedores, faltan datos para hacer este tipo de previsión", enumera Ferrán Font, director de Estudios del portal inmobiliario pisos.com. Existen muchos informes oficiales (ministerio, registradores, notarios, INE...)  sobre precios de compraventa de viviendas, pero no de los de alquiler. "Los precios de los portales indican tendencias, pero no son precios de cierre final del alquiler", advierte. Solo algunas comunidades como Cataluña, que han dado el paso antes de limitar alquileres han intentado recopilar datos oficiales, pero los cálculos resultan "muy complejos", señala Font.

El experto considera "loable" el objetivo de la norma de facilitar el acceso al alquiler, pero teme como las inmobiliarias que el resultado será el opuesto. Puede provocar la huida de propietarios o que los que saquen un piso en alquiler lo hagan a un precio más alto, en previsión de que cuando les toque actualizar la renta no puedan subirla tanto como quieran por estar 'topada'.

Además, augura “una mayor inestabilidad del mercado”, ya que ha faltado consenso para su aprobación. "La ley nace con poca efectividad porque hay comunidades que han dicho que no la aplicarán", apunta.

 “Con unas elecciones a la vuelta de la esquina, se acaba imponiendo una política de vivienda partidista y cortoplacista, cuando debería ser más consensuada y a largo plazo”, lamenta, en referencia a los comicios locales y autonómicos del próximo 28 de mayo. 

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