El camping más alto de España empezó siendo una zona de acampada en Bronchales

Las Corralizas no ha parado de crecer en popularidad desde que un joven Jorge Alonso, natural de este pueblo turolense, empezó a gestionar estas instalaciones municipales situadas a 1.727 metros.

Jorge Alonso, del cámping de Bronchales.
Jorge Alonso dirige el camping Las Corralizas, en Bronchales, desde 1998.
H. A.

Jorge Alonso estudió Telecomunicaciones y después Turismo, viajó, trabajó de lo suyo durante varios años pero en 1998 lo deja todo para dedicarse a llevar el camping de su pueblo, Bronchales. La localidad turolense está en plena Sierra de Albarracín y Las Corralizas, como se llaman las instalaciones que gestiona Jorge, se encuentran a 1.727 metros de altitud. Esto hace que, desde que cuentan con la categoría de camping, sea el más alto de España.

Hace 25 años un joven Jorge se hizo con la concesión del Ayuntamiento para gestionar lo que entonces era una simple zona de acampada. “En verano trabajaba con mi padre en la albañilería para sacarme un dinero y cogí el camping para poder salir de eso”, confiesa. Con los años, fue realizando mejoras ya que él se tomó aquello como un proyecto a largo plazo en el que ir poco a poco invirtiendo en mejoras. “Lo primero que pude hacer fue poner el Canal+”, recuerda. El primer gran hito fue en 2003, cuando se abrió el restaurante y también llegó la luz eléctrica. Entre 2004 y 2005 se montaron los dos primeros bungalows, tres más llegarían un año después y otros dos en 2007. Desde entonces, Las Corralizas empezaron a abrir durante todo el año, ya que cuando solo se podía acampar, los meses de invierno en esta zona eran demasiado fríos y no había clientela.

Además, esto supuso pasar de ser una zona de acampada a un camping. Entre 2008 y 2016 Jorge atravesó una época de litigios con el Ayuntamiento de Bronchales por la prórroga en la concesión que había firmado con el anterior equipo de Gobierno. Finalmente, todo se resolvió en su favor y la gestión del camping es suya hasta 2036. En aquellos años de juicios apenas hizo mejoras, porque no sabía qué le depararía el futuro. Aun así, Las Corralizas no ha parado de crecer en popularidad. Cuenta con ocho empleados durante todo el año y entre 20 y 24 para los meses de verano. “Cuando solo abríamos en verano, aprovechaba el resto del tiempo para viajar, pero cuando instalamos los bungalows y vi que funcionaban ya no cerramos”, explica Jorge, que después de muchos años siendo “el hombre orquesta”, ahora intenta dedicarse solo a la dirección del camping. “No se me caen los anillos si tengo que hacer lo que sea pero intento no entrometerme en los equipos de trabajo para no desequilibrar al personal”, añade.

Entre 12.000 y 13.000 visitantes al año

Por Las Corralizas pasan cada año entre 12.000 y 13.000 personas, la mayoría vecinos de la Comunidad Valenciana, por la proximidad y buena relación que les une con esta zona de Teruel. En los últimos años Jorge ha notado, además, un incremento de los visitantes que llegan desde Zaragoza. “Estamos a una hora y media de la capital, más cerca que ir al valle de Benasque, por ejemplo”, asegura.

El camping cuenta con 112 parcelas con capacidad para alojar a unas 400 personas. Excepto en los meses más fuertes, que son en verano, siempre hay plazas disponibles, tanto en la zona de acampada como en los bungalows. Estos están pensados para aquellos que buscan mayores comodidades. Para quienes quieran acampar pero no dispongan del equipo, también se da la opción de reservar la parcela con la tienda, los colchones y todo lo necesario para la estancia incluido. “Escoger este camping es apostar por la tranquilidad, la naturaleza y el descanso. La clave de Las Corralizas es el silencio, escuchar los pájaros por la mañana y el confort térmico que tenemos en Bronchales en las noches de verano”, explica Jorge.

Buena parte de los visitantes son familias con niños y en temporada alta sí ofrecen algo de animación y hay un tobogán hinchable pero que nadie piense que este es un camping de playa. “Nos diferencia que estamos en medio de un paisaje agreste, lo que permite hacer una gran inmersión en la naturaleza. Además, todas las mejoras que he ido haciendo han sido respetando este entorno”, asegura.

Actualmente, el camping dispone de diez bungalows, “que no tienen nada que envidiar a una habitación de hotel”, matiza Jorge. Los hay desde sencillos para 4 o 6 personas hasta otros de mayor gama, como el bautizado como Sierra de Albarracín, el buque insignia, con el apellido ‘Top Class’. “Tiene unos 60 metros con terraza y es de semilujo”. Todos están equipados con wifi de alta calidad, Smart TV y Chromecast para reproducir series y películas. Además, para conseguir el mayor confort térmico, también cuentan con conexión a Google Nest, un sistema de domótica que, entre otras funciones, dispone de termostato inteligente.

Además, tanto los alojados en el camping como el resto de personas son bien recibidos en el restaurante 1727, nombre en honor a la altitud a la que se encuentra. Tiene dos terrazas y un parque infantil y en 2021 ganó un premio Solete de la Guía Repsol. “Ahora es un camping cuatro estrellas y lo único que le falta para ser uno de cinco o de primera, como también se denomina, es tener piscina”, explica. Este es uno de los planes de futuro, así como ampliar el número de bungalows, que tienen mucho éxito entre su clientela y le permite poder tener actividad durante todo el año. Toda la información y las reservas se pueden tramitar a través de la web, lascorralizas.com. 

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