sector agrario
Una "inédita" plaga de conejos "híbridos" arrasa cultivos en 130 municipios de Aragón
UAGA-COAG advierte que son "inasumibles" los daños provocados por estos animales, más grandes, más voraces, trepadores y roedores y con una gran capacidad para procrear. La organización agraria urge "medidas eficaces e inmediatas".
Hace años que los agricultores españoles en general y los aragoneses en particular llevan soportando los destrozos que la sobrepoblación de conejos provoca en todo tipo de cultivos. Pero la situación, lejos de mejorar, es cada vez más "más inasumibles". La está agravando la aparición de una "inédita" plaga, nunca antes vista, de conejos "híbridos", unos animales "mezcla de conejo de monte con doméstico, más grandes, más voraces, roedores y trepadores y con mayor capacidad para procrear" que están disparando la alarma y las pérdidas económicas de los agricultores.
Quienes lo advierten son los representantes de COAG, organización agraria en la que está integrada la aragonesa UAGA, que aseguran que la situación es "crítica y desesperante". Dos adjetivos que justifican con cifras. La organización agraria señala que ya son 1.436 municipios en toda España en los que se ha declarado la emergencia cinegética –130 de ellos en Aragón–. Alerta de que hay más de un millón de hectáreas en todo el país que han sufrido algún tipo de daño –en Aragón son unas 100.000, de las que 50.000 hectáreas tienen destrozos superiores al 30%–. Y señalan que se dispara hasta los 800 millones –unos 40 millones en la Comunidad– las pérdidas contabilizadas en los más variados cultivos. Porque esta especie ya no se conforma con el cereal. Su devoradora dieta incluye viñedo, leguminosas, frutales, almendros y producciones hortícolas.
En el caso de los leñosos, recuerdan los afectados, los daños son incluso tan profundos que obligan a tener que arrancar los árboles y tener que volver a replantear, con los gastos que ello implica y las pérdidas que supone tener que esperar entre 5 o 6 años para volver a tener una cosecha normal.
Aunque no existe un estudio que demuestra que la existencia de una "nueva especie", como asegura la organización agraria, los afectados insisten en que estos conejos son diferentes, de distinto color, de mayor peso y más dóciles. "Incluso hay zonas en las que han hecho desaparecer al conejo común y solo les frena la altitud", señala Javier Fatás, responsable de Medio Ambiente y Fauna Salvaje de la Ejecutiva de COAG, miembro de la Ejecutiva de UAGA y productor de cereales en Zaragoza.
Fatás reparte responsabilidades. Señala a aquellos ciudadanos que abandonan conejos domésticos cuando se cansan de ellos como mascota y los echan al campo, pero culpa especialmente a las administraciones. "Han intentado moldear de forma artificial el mundo natural, permitiendo la proliferación de conejos sin control para alimentar a especies en peligro de extinción como el lince. La situación se les ha ido de las manos y ahora los que estamos pagando las consecuencias somos los agricultores y ganaderos", critica.
El problema, advierte Fatás, se agravará con la sequía y el verano ya que "las altas temperaturas son el mejor caldo de cultivo para que proliferen enfermedades y plagas ligada a esta sobrepoblación, como las garrapatas".
Por todo ello, los representantes de COAG ya tienen concertada una reunión con el Ministerio de Agricultura. al que urge (también a las comunidades autónomas) a tomar "medidas contundentes y eficaces". Fatás señala entre ellas la realización de una campaña de esterilización y eliminación de madrigueras, para lo que debería permitirse el uso en el campo del floruro de aluminio, –permitido y utilizado actualmente en terraplenes y taludes o en campos de golf–.
La organización agraria exige además indemnizaciones para las profesionales de las explotaciones afectadas, "porque el seguro agrario no está siendo una herramienta funcional", dice.
