ECONOMÍA

Carlos San Juan, impulsor de 'Soy mayor, no idiota': "Me decían 'eres un quijote, no vas a conseguir nada'"

Este urólogo jubilado valenciano, reconocido por el Parlamento Europeo, ha sido premiado por la asociación zaragozana Actora Consumo por su lucha contra la brecha digital en la banca.

Carlos San Juan, impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota'
Carlos San Juan, impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota'
C. S.

Carlos San Juan (Valencia, 1943), urólogo jubilado, comenzó hace dos años a convertirse en la voz de los mayores que sufrían la brecha que ha dejado la digitalización en algunos colectivos. Reconoce que desde pequeño ha tenido un espíritu "reivindicativo", pero nunca pensó que le llevara a liderar una campaña contra la banca para defender la atención presencial.

Le gusta dialogar y que le expliquen las cosas. Lleva muy mal el silencio por respuesta y las puertas cerradas. Su energía, pese al párkinson que combate desde hace 16 años, le ha ayudado a que se le hayan abierto incluso las del Parlamento Europeo, donde intervino el pasado mes de noviembre al recoger el reconocimiento Ciudadano Europeo 2022. La semana pasada fue recibido por la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, en una reunión a la que asistieron responsables de las patronales bancarias y el Banco de España, que hacían balance del Protocolo para la inclusión financiera, con mejoras para los mayores como mantener las libretas de ahorro en papel.

En una conversación telefónica desde su tierra natal, ahora en plenas fiestas por las Fallas, habla de los avances que se han conseguido en este tiempo y su intención de 'jubilarse' también de este cargo de ser la voz de los mayores, que ha ocupado sin planearlo.

La asociación zaragozana Actora Consumo le ha premiado este miércoles, coincidiendo con el Día del Consumidor, con el XV Premio al Buen Hacer en Consumo. ¿Cómo recibe este reconocimiento a su "esfuerzo, compromiso y ejemplo", como explica la organización, entre los frutos que está recogiendo de su campaña 'Soy mayor, no idiota'? 

Yo agradezco en el alma cada premio, que no los considero merecidos, pero los recibo con gusto en nombre de personas que ahora ya no lloran en la fila de los cajeros, como las que he visto llorar.

¿Esas escenas por la impotencia a la hora de tener que usar la tecnología sin conocimientos suficientes fueron las que le llevaron a actuar?

Sí. Un poco antes de las Navidades de 2021 observé escenas dramáticas. El cambio fue de forma brusca, y no tenía que ver con el coronavirus, porque había pasado ya el confinamiento. En la pandemia yo había ido a la sucursal con mi suegra, de 93 años, con su libreta, con cita previa, mascarilla y protección y me atendían de maravilla. De un día para otro solo atendían hasta las 11.00 en ventanilla y se daba cita previa solo a través de medios digitales, lo que fue una barrera brutal. 

"No me gusta oír frases como 'esto es lo que hay' o 'eso no es mi problema', yo las borraría del léxico habitual"

La iniciativa partió porque recibí un trato humillante en mi banco y vi a personas con más vulnerabilidad emocional que yo, que también lo sufrían. Acudía día tras día intentando que me atendieran. Me mandaron usar la aplicación del móvil, que no pude descargar. A mi se me invitó cortésmente a cambiar de banco. Entonces fue tanto el shock que no supe reaccionar y me callé. Recurrí a los trámites normales, llamé por teléfono al servicio de atención al cliente de la entidad y después de mucho trabajo para que me respondieran, porque tengo párkinson y me cuesta mucho manejarme con las grabaciones, me dijeron que a ver si tenía la suerte de que me atendieran mejor otro día. 

¿Cómo empezó la recogida de firmas hasta llegar a las 650.000 pidiendo atención humana en las sucursales bancarias?

Conocía la plataforma Change.org y empecé a recoger con mucho esfuerzo 102 firmas de amigos y familiares pidiendo que queríamos atención presencial en las oficinas. Y solo obtuve silencio de mi banco. Me dije, 'has hecho lo que has podido'. A mi alrededor me decían 'eres un quijote, no vas a conseguir nada'. El único apoyo que tuve fue el de mi mujer.

Pero no se rindió.

No. No me gusta oír frases como 'esto es lo que hay' o 'eso no es mi problema', yo las borraría del léxico habitual.  Seguí recogiendo firmas ya con el lema de la campaña 'Soy mayor, no idiota'. Fue espectacular. Un día llamaron a la puerta y era la televisión autonómica valenciana y les recibí como estaba, con batín y pijama. Los héroes para mí han sido los medios de comunicación, que han conseguido vehicular esta petición. Estoy agradecido también a Change.org, aunque creo paró de recoger firmas demasiado pronto porque hubiéramos conseguido más presión si se hubiera continuado. Hay gente que todavía me pregunta dónde hay que firmar.

Su batalla de David frente a Goliat ha sido recogida en periódicos y televisiones de medio mundo. ¿Le impresionó tener que intervenir ante el Parlamento Europeo, donde habló de una "pandemia digital", "mal programada" e "injusta" que excluye a los mayores?

Sí. El límite de la resistencia humana es desconocida hasta para el propio ser. He funcionado a través de chutes de adrenalina. Sigo manteniendo mi agradecimiento a los eurodiputados que me propusieron : Maite Pagaza (Ciudadanos), Domènec Ruiz Devesa (PSOE) y Esteban González Pons (PP). Quería dar visibilidad a los mayores, que no la teníamos. 

Carlos San Juan, impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota', con la vicepresidenta Nadia Calviño.
Carlos San Juan, impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota', con la vicepresidenta Nadia Calviño, el pasado 9 de marzo en el ministerio de Economía.
Juan Carlos Hidalgo/EFE

¿Y verse sentado a una misma mesa con la ministra de Economía, el Banco de España y las entidades financieras la semana pasada?

Me impuso mucho. En la reunión agradecí a la señora Nadia Calviño que nos reuniera y le dije que necesitamos ya la ley para crear una autoridad independiente que permita resolver las reclamaciones con la banca sin abogado ni procurador, en 90 días de plazo máximo. En ese momento yo considero que mi papel habrá terminado. Que alguien recoja la antorcha para muchas otras reivindicaciones de los mayores. Ahora somos más visibles que nunca porque se habla más de nosotros y no solo cuando molestamos.

"No me ha gustado nunca la falta de respuesta o de razonamiento"

"Mis padres me explicaban las cosas y me educaron razonando. En el colegio me llevé algún castigo por no seguir el 'porque lo digo yo".

Se ha quejado muchas veces de que los mayores son invisibles para la sociedad. En el parlamento dijo que se rinde "un culto excesivo a todo lo joven".

Sí. La sociedad sufre el 'edadismo'. En la sociedad aún tenemos un papel importante. Yo insisto en pedir al Gobierno que tengamos una representación los mayores. No tenemos ni una secretaría general ni una dirección general que nos represente.  

¿Ha sido tan reivindicativo desde pequeño?

He sido reivindicativo siempre, de pequeño y como médico. No me ha gustado nunca la falta de respuesta o de razonamiento. Yo hago una petición o intento entablar un diálogo y si se me recibe, yo comprendo las razones, pero me molesta extraordinariamente el silencio, que no te contesten. Me parece muy doloroso y no se lo he tolerado ni a mis padres de pequeño, que me explicaban las cosas y me educaron razonando. En el colegio me llevé algún castigo por no seguir el 'porque lo digo yo'.

¿Cómo lleva convivir con el párkinson?

Me lo diagnosticaron a los 64 años y me jubilaron. Me costó mucho asimilarlo, pero pasé cinco años yendo al gimnasio con un preparador físico. La enfermedad me impidió mantener mi actividad de cirujano, pero me permite, con cuidado, llevar una vida independiente.

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