"Solo trabajo a media jornada y espero que me den el IMV. Vivo con mi madre y mi hijo que tiene síndrome de Down"

Leidi Valderrama se ha acercado este miércoles al autobús de información del IMV para saber si reunía los requisitos para pedir el IMV.

Leidi Valderrama, José Antonio y Consuelo Paredes, a las puertas del autobús del IMV.
Leidi Valderrama, José Antonio y Consuelo Paredes, a las puertas del autobús del IMV.
Oliver Duch

La mayoría de gente que este miércoles ha acudido al autobús de información del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en la plaza del Pilar buscaban explicaciones y desbloquear la solicitud que ya han presentado y se la han denegado. Sin embargo, hay quienes se han acercado para conocer si reúnen los requisitos para solicitar la ayuda. 

Es precisamente el objetivo que perseguía la venezolana Leidi Valderrama. Llegó a España hace un año y medio con su hijo, José Antonio, que tiene un 75% de discapacidad reconocida, su madre, Consuelo Paredes, y otra familiar, Rosa Álvarez. "Vinimos huyendo de la crisis y la situación política que hay en nuestro país", sostienen. 

"Vendimos lo que teníamos en Venezuela para comprar el billete y venir aquí. Mi nieto allí no cuenta con educación especial y es un niño listo. Mi hija dejó de trabajar para enseñarle a sumar, restar,... Ahora, aquí en España, va a un centro de 9 a 16.30 y ella tiene más horas disponibles para trabajar", cuenta la abuela, que trabajó durante 40 años en el Ministerio de la Defensa de su país. 

"Tanto Rosa como yo tenemos que pedir una baremación de nuestra pensión. Allí, después de trabajar toda la vida, nos corresponde una compensación ridícula, que no son ni 6 euros en España", lamenta Consuelo, que este miércoles quería descubrir si puede recibir el IMV. 

Consuelo Paredes y Rosa Álvarez, a las puertas del autobús del IMV.
Consuelo Paredes y Rosa Álvarez, a las puertas del autobús del IMV.
Oliver Duch

Agradecida por el cariño recibido en España, y en concreto, en Zaragoza, espera que su situación y la de su familia mejore. "Nosotros acogimos a los españoles cuando emigraron con los brazos abiertos y siento que nos están pagando con la misma moneda", argumenta. 

Ahora, Leidi, su hijo y su madre comparte vivienda con más personas debido a los altos precios del alquiler y la "numerosa documentación que piden". "Vivo con mi madre y mi hijo que tiene Síndrome de Down. Solo trabajo a media jornada porque es lo único que he conseguido y no iba a decir que no. Necesito trabajar, pero espero que de momento me den el IMV", subraya la mujer, que era contable de Gobernación del Estado de Venezuela, pero desde que nació su hijo, que ahora tiene 12 años, dejó el trabajo para cuidarle.

Leidi asegura que el mercado laboral "es complicado" y "para extranjeros todavía más". "Y si nos vamos a personas mayores, aún es más difícil", lamenta. 

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