Heraldo del Campo

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Un lustro poniendo en valor la artesanía alimentaria de Huesca

Chez Marzola Pirineo Gourmet celebra sus cinco años con un cambio de ubicación y la apertura hacia un mercado más amplio, con nuevas referencias

Elena Bernad, propietaria de Chez Marzola Pirineo Gourmet, en la puerta del establecimiento.
Elena Bernad, propietaria de Chez Marzola Pirineo Gourmet, en la puerta del establecimiento.
C.M.

Hay ocasiones en las que una simple pregunta te hace replantearte la vida tal y como la entiendes hasta ese momento. Y eso es lo que le ocurrió hace unos años a Elena Bernad, propietaria de Chez Marzola Pirineo Gourmet, cuando en un recorrido en coche recogió a una joven belga que le preguntó por los productos más típicos y representativos de la provincia de Huesca. A Elena solo se le ocurrió el cordero y esa falta de respuestas, unida al interés por la alimentación de calidad y el producto local, fue lo que la animó, hace ya cinco años, a poner en marcha esta tienda.

Un lustro después, Chez Marzola (www.chezmarzola.com) ha cumplido con creces sus expectativas de "dar visibilidad y poner en valor el producto de cercanía, natural o ecológico de Huesca y otras zonas cercanas de nuestra provincia. Queríamos darle la importancia que se merece", explica Elena Bernal, quien junto con su marido, Roberto Rasal, es la responsable de esta alacena de delicias gastronómicas, que recientemente ha cambiado de ubicación y ahora se encuentra en la calle de San Orencio, junto a la iglesia de San Lorenzo.

"Es un cambio de ubicación motivado por muchas razones, sobre todo económicas, porque este último año, con la guerra de Ucrania y el coste de las materias primas ha sido muy complicado hacer números, y decidimos buscar un local más económico pero igual de bien situado, para que la gente que venga al centro de Huesca nos localice fácilmente", explica su propietaria.

"Nuestro reto es dar visibilidad y poner en valor el producto de cercanía, natural o ecológico de Huesca y otras zonas cercanas de nuestra provincia"

Un local que cuenta en su mobiliario original de 1865 con más de 250 referencias de productos alimenticios de Huesca y provincia, así como otros franceses, entre los que se incluyen vinos y quesos que hacen las delicias de todos lo que acuden a este paraíso alimenticio que empezó como un proyecto familiar y que, en estos cinco años, se ha ampliado, hasta contar con dos trabajadoras que ayudan a Elena a cubrir el servicio.

Centrados en lo artesano

"Nuestro objetivo siempre ha sido ensalzar los productos de nuestra tierra y que la gente valore lo que come. Es muy importante que sepan de dónde vienen los alimentos que consumen, el esfuerzo que hay detrás de cada uno de ellos. Que conozcan a los productores, agricultores y ganaderos que hacen posible que podamos disfrutar de estos bocados deliciosos. Nuestro reto durante todos estos más de 1.800 días ha sido visibilizarlos. Creo que lo hemos conseguido, aunque a veces la gente confunda artesano con gourmet, que no es lo mismo. Muchas veces hemos oído que Chez Marzola es la referencia de este concepto», indica Elena, quien divertida señala que tanta confusión les ha hecho cambiar el apellido que deja de ser ‘La alacena del Pirineo’, para convertirse en Chez Marzola Pirineo Gourmet.

Un cambio de ubicación, de nombre y también, un poco, de manera de trabajar. "En 2017, cuando decidí romper con mi vida anterior y apostar por un mundo hasta entonces totalmente desconocido para mí, tuve claro porqué lo hacía. Ahora, me he dado cuenta de que esa etapa ya está más o menos cumplida y llega el momento de adaptarse a los nuevos tiempos. Eso implica apostar por productos más allá de la provincia de Huesca porque queremos darnos a conocer a un público más amplio y variado", apunta Elena. Todo ello sin olvidarse de su esencia, la que ha convertido a la tienda en una de las grandes embajadoras del producto oscense. "Así nos lo recuerdan una y otra vez los integrantes de la Asociación de Productores Agroalimentarios de Huesca (Huesca Alimentaria), que siempre han valorado nuestro trabajo porque hemos dado a conocer muchísimas de sus referencias", señala.

Cestas muy especiales

Y para lograrlo, se han servido de sus características cestas que preparan para eventos o para ocasiones especiales, como San Valentín, el Día de la Madre o cumpleaños y aniversarios. Cestas totalmente personalizadas, que se pueden adquirir en la tienda física y también a través de su web, lo que facilita que muchos encargos provengan de lugares tan alejados del coso oscense como Italia, Francia, Alemania, Suiza o Portugal. "Nuestro próximo reto es potenciar este tipo de ventas y llegar a más lugares", concluye Elena.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.

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