Exide La Cartuja invierte 2,5 millones en instalar una nueva línea de producción de baterías

Absorberá la parte del trabajo que hacía la planta alemana de Bad Lauterberg, en plena reestructuración con 90 despidos

Imagen de archivo de 2020 de las instalaciones de Exide Tudor en La Cartuja de Zaragoza.
Imagen de archivo de 2020 de las instalaciones de Exide Tudor en La Cartuja de Zaragoza.
Francisco Jiménez

Con buen pie ha comenzado 2023 la planta de Exide (antigua Tudor) en La Cartuja. Ha recuperado los eventuales, unos 15, después de un año sin necesitarlos, ha hecho contrato fijo a siete personas en producción y las inversiones de la multinacional continúan. En concreto, destinará 2,5 millones a la nueva línea de producción de baterías industriales ‘EPZS’, cuya maquinaria llegará en marzo y se espera que esté operativa antes del verano, así como al molino de plomo que instalaron el pasado año y que ya está funcionando, que les confiere una mayor capacidad.

«Zaragoza compartía la producción de la batería industrial con la planta alemana de Bad Lauterberg, que está en pleno proceso de reestructuración con 90 despidos, y que va a dejar de hacer este producto. Eso lo absorberá La Cartuja», explicó el presidente del comité europeo, Javier Mirallas, de CC. OO.

Fernando Ibáñez, presidente del comité de empresa de Exide La Cartuja, recordó que «la planta francesa de Lille, con la que compartimos algo de producción, muy residual, está en ERTE, y la alemana con despidos. En la planta zaragozana hemos capeado el temporal», explicó, gracias a disponer de flexibilidad negociada en el convenio, 20 días con sus preavisos de 15, que les permite adaptarse a los picos de demanda y a las necesidades de los clientes. 

«Estamos ahora con 18 relevos, tres relevos por seis días de la semana, pero podemos llegar a los 21 si se necesitase», añadió Mirallas, que está en el órgano europeo de representación de los trabajadores de Exide Technologies, que cuenta con cinco plantas en España, incluidas las recicladoras de baterías de San Esteban de Gormaz (Soria) y Bonmatí (Gerona).

Con una plantilla de 430 trabajadores, la antigua Tudor, fundada en 1896 y desde 1989 ubicada en La Cartuja, exporta la mayor parte del 85% de batería industrial que fabrica (incluidas para submarinos), si bien el resto se reparte en baterías para camiones, también para lanchas motoras, vehículos y cualquier equipo que necesite acumuladores de energía (desde un palo de golf a una fregadora o una placa solar). 

Aunque hasta junio (su año fiscal acaba ese mes) no tendrán la facturación del grupo, la previsión de Exide La Cartuja es que 2022 acabe con un 10% menos de  producción. Cerraron 2021 con 1.200.000 elementos –llaman así a las partes de la batería– producidos, pero 2022 no ha sido tan «buen año», reconocieron. Sin embargo, 2023 ha arrancado bien y han recuperado 8 de los 13 días de flexibilidad que gastaron el año pasado y confían en devolver el resto hasta marzo.

Tener en Zaragoza el centro de control para su división de baterías industriales en Europa, el ‘Business Line Centre (BLC), les ha dado una ventaja competitiva. Tras un inversión de 1 millón han levantado este nuevo edificio, que ha generado más de 20 contrataciones fijas de personal muy cualificado. «Hay pocas fábricas que sean centro de control y en las que se haga todo el proceso desde que entra el lingote de plomo hasta que se termina la batería», recordó Mirallas. «Optimizamos las instalaciones con sistemas de correturnos. Eso hace que seamos una planta rentable y que la compañía siga invirtiendo», dijo.

Incremento salarial

El convenio en vigor hasta el 31 de marzo de 2024 no incluye revisión salarial. Sí un incremento para este año topado al 3% que se cobrará ya en la nómina de marzo.

Ha destacado

Fernando Ibáñez,  presidente del comité de empresa de Exide La Cartuja:

«Nos ha salvado frente a los alemanes la mayor flexibilidad. Nuestra capacidad de parar y arrancar producción»

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