NEGOCIOS CON SOLERA

Autobuses Pechuán, casi 70 años en ruta desde Cella

Consuelo Pechuán, la nieta del fundador, fue la primera conductora de bus de la provincia de Teruel, en 1995, y todavía sigue al volante.

Consuelo Pechuán, en el centro, con su hija y su marido, en el garaje de Autobuses Pechuán, en Cella
Consuelo Pechuán, en el centro, con su hija y su marido, en el garaje de Autobuses Pechuán, en Cella
H. A.

Consuelo Pechuán se sacó el carné de autobús en 1995 y, aunque en su pueblo, Cella, no fue nada sorpresivo, se convertía así en la primera conductora de bus de la provincia de Teruel. En la zona no extrañó porque la familia siempre ha tenido Autobuses Pechuán, que desde 1960 realiza la ruta regular Teruel-Cella, así como otras escolares. Esta mujer pionera es la tercera generación al frente de la empresa, fundada por su abuelo Emilio en 1955. Emilio, de apellido Zuriaga, llegó desde su Valencia natal a esta localidad turolense donde desplegó un negocio del que ya se tenía tradición en su familia.

Actualmente, Autobuses Pechuán, que lleva en marcha casi 70 años, sigue siendo un negocio familiar. En él trabajan Consuelo y su marido, junto con su hija Noelia y un sobrino. Los cuatro conductores se reparten las distintas rutas, la mayoría por la zona, que les llevan a recorrer unos 30.000 kilómetros cada año. Su servicio principal son las cuatro rutas escolares para llevar a alumnos de los pueblos de alrededor tanto al instituto de Cella como a otros centros de Teruel, así como la línea regular que conecta el pueblo con la capital turolense. Además, hacen servicios discrecionales y son el transporte oficial del equipo de fútbol de Cella. En tiempos, servían como refuerzo a Autobuses Jiménez en fechas destacadas, como las fiestas de la Vaquilla o las del Pilar, cuando había más demanda entre los viajeros.

“Ahora, las mujeres de hasta 70 años conducen y se manejan, además en Cella hay más servicios médicos y no se necesita tanto ir a Teruel. También se pueden hacer muchos trámites y compras por internet”

Con los años, Consuelo y su familia van notando cómo cada vez se emplea menos el autobús. “Ahora, las mujeres de hasta 70 años conducen y se manejan, además en Cella hay más servicios médicos y no se necesita tanto ir a Teruel. También se pueden hacer muchos trámites y compras por internet”, explica Consuelo. Ella es quien se encarga de la línea regular que conecta su pueblo con la capital y que circula todos los días, de lunes a viernes. 

Durante el curso escolar, se aprovecha la ruta de los estudiantes, que van a Teruel a estudiar el Bachiller o grados de FP. El servicio escolar, prestado por Autobuses Pechuán desde 1960 a través de una concesión provincial, incluye otras tres rutas que llevan a los alumnos de Secundaria al instituto de Cella desde los pueblos de alrededor. Así, un autobús pasa por Torrelacárcel, Torremocha y Villarquemado, otro por Alba y Santa Eulalia del Campo, y otro va a Gea de Albarracín. Este último es el que menos usuarios tiene, con apenas seis alumnos, pero en las otras viajan 25 cada día.

Para prestar el servicio de la forma más eficiente posible, Autobuses Pechuán cuenta con una flota de cinco vehículos de distintos tamaños. Dos de ellos son de más de 50 plazas, otros tantos tienen 38 y el más pequeño es de 22. Quitando a los escolares, que bajan la media de edad, su público mayoritario son personas mayores que necesitan ir a Teruel pero no conducen.

“Mi hija nació viéndonos conducir”

Como ya le sucediera a ella con su padre, la hija de Consuelo nació viendo conducir a sus padres. Ahora tiene 33 años y, después de haber estudiado en la Universidad, hace seis que se incorporó a la empresa familiar como salida laboral. Sus padres, que no andan lejos de la edad de jubilación, desean que Noelia se convierta en la cuarta generación al frente del negocio pero eso no solo depende de la voluntad de la joven.

“Primero tendremos que ver qué pasa con el nuevo mapa concesional del transporte de viajeros en Aragón”, explica Consuelo, cuya empresa podría quedarse sin la línea regular Cella-Teruel en 2024. “Las rutas escolares también son concesiones de dos años, prorrogables a cuatro, por lo que nunca se pueden hacer previsiones a largo plazo”, añade. Por el momento y lejos de adelantar acontecimientos, esta familia de conductores de autobús sigue saliendo cada día a la carretera para hacer un poco más fáciles las a menudo complicadas comunicaciones del medio rural.

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