sector agrario
Las indemnizaciones por siniestros en el campo aragonés cierran 2022 con cifras históricas
Las indemnizaciones de Agroseguro en la Comunidad alcanzan los 118 millones de euros para cubrir los daños provocados en 185.000 hectáreas repartidas por 555 términos municipales.
Se iba advirtiendo según avanzada el pasado año. Y las cifras ahora ya cerradas lo han ratificado. Inundaciones, heladas primaverales, olas de calor, pedriscos, lluvias torrenciales, vientos huracanados, incendios, sequía... han convertido a 2022 en un año de récords para el seguro agrario en Aragón.
Las indemnizaciones por siniestros se han elevado a los 118,5 millones de euros. No se había conocido una cifra semejante en los 42 años de historia del sistema de seguros agrarios, que supone además un 60% más que la registrada el pasado año. De este montante total, 71,8 millones se han abonado a los fruticultores aragoneses asegurados, que sufrieron el pasado año el peor siniestro puntual de las últimas cuatro décadas: una helada en pleno mes de abril que desplomó el mercurio hasta los ocho grados bajo cero.
Los siniestros no han respetado cultivo alguno. Provocaron pérdidas en prácticamente todas las producciones, y especialmente en leñosos, en herbáceos y en hortalizas. De hecho, la superficie reclamada el pasado año superó las 185.000 hectáreas, casi un 40% más que el año anterior, repartidas entre 555 municipios, lo que significa que nada menos que el 76% del total de localidades existentes en la Comunidad recibieron la visita de los peritos de Agroseguro.
Los datos los han detallado este martes en Zaragoza el director territorial de Agroseguro en Aragón, Juan Cruzán, el director de Producción y Comunicación de Agroseguro, Sergio de Andrés, y el director general de Desarrollo Rural, Jesús Nogués, momentos antes de que comenzara una jornada divulgativa sobre el seguro agrario de frutales en Aragón, que ha contado con la presencia de representantes de las entidades coaseguradoras y sus redes comerciales, así como de las organizaciones profesionales del sector.
“Ha sido un año muy complicado para el campo aragonés”, ha señalado Cruzán, que ha insistido en que el cambio climático ya está aquí y se muestra con unos fenómenos adversos que cada vez “son mas reiterativos, más extensos y más violentos”.
Ante esta realidad, que supone un grave prejuicio para la rentabilidad de las explotaciones, el director territorial de Agroseguro en Aragón, ha destacado la rapidez con la que se han realizado las peritaciones y el abono de las indemnizaciones. “En solo 23 días tras la valoración de los daños, los agricultores y ganaderos ya tenían el dinero de las indemnizaciones en su bolsillo”, ha señalado Cruzán, que ha destacado además la “importante presencia de los seguros pecuarios en la Comunidad, donde el número de los animales asegurados supera los 56,4 millones de animales
“Es un excelente momento para el seguro agrario”, ha insistido el director de Producción y Comunicación de Agroseguro, que asegurado que en las encuestas realizadas a los agricultores, el sector ha mostrado su “satisfacción” con esta herramienta. Prueba de ello, ha dicho, es que el 90% asegura que volverá a repetir e incluso aquellos que hasta ahora no habían contratado también están mostrando interés. Según los datos de Agroseguro, el pasado año se realizaron en Aragón cerca de 35.000 pólizas con un capital asegurado de 1.343,7 millones de euros para una superficie total de 746.686 hectáreas y para más de 4 millones de toneladas. Unas cifras que la entidad prevé incrementar en este 2023.
De “herramienta esencial” ha definido el director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón al seguro agrario. Y por eso y ante un escenario tan adverso, ha recordado, el apoyo público, tanto de la Administración central como del Gobierno de Aragón– se ha incrementado hasta los 34,4 millones de euros, lo que permite alcanzar una subvención media del 44% en el coste de las pólizas.
Nogués ha reconocido, sin embargo, que las administraciones tienen que ser capaces de introducir mejoras en los seguros agrarios, no solo para que las distintas líneas sean más eficaces para los agricultores y los ganaderos en un escenario de cambio climático, sino también para “contrapesar este objetivo con el coste y que no resulten impagables y sean a la vez sostenibles económicamente”.
