UPA Aragón cree que este año será "clave" para el sector agrario tras un 2022 "muy adverso"

La nueva PAC, el cambio climático y la evolución de los costes de producción definirán el incierto 2023, tras el pasado ejercicio en el que todos los cultivos se vieron afectados por el impacto de una climatología adversa y todas las producciones perdieron por el «disparatado» encarecimiento de los insumos.

José Manuel Roche, Enrique Arcéiz y Carolina Llaquet, durante la presentación del balance agrario de UPA-Aragón.
José Manuel Roche, Enrique Arcéiz y Carolina Llaquet, durante la presentación del balance agrario de UPA-Aragón.
UPA

“Los agricultores y ganaderos aragoneses no han comenzado el año con fortaleza y diciendo ‘vamos a por él’ más bien lo que se preguntan es ‘¿qué va a pasar, cómo va a quedar mi PAC’?” Con esta afirmación, el secretario general de UPA Aragón, José Manuel Roche, verbalizaba este miércoles, durante el presentación del balance agrario 2022 de la organización agraria, el sentimiento de “inquietud y tensión” con el que el sector agrario aragonés ha encarado este nuevo año “rodeado de enormes incertidumbres”.

2023, ha dicho Roche, será “clave” para los agricultores, porque con él ha entrado en vigor una nueva Política Agraria Común “compleja, complicada y con una gran carga burocrática”, que hace necesaria, en palabras del líder de UPA, una buena interlocución entre los Gobiernos central y autonómico y los representantes del sector para conseguir que “su adaptación se realice mediante una transición tranquila y sosegada”.

No es la única preocupación. Inquieta y mucho las afecciones que el cambio climático van a seguir provocando en las producciones pero también la evolución de los costes de producción y los precios de mercado. “Los profesionales del sector se están quedando sin ahorros y no podrán hacer frente a unos gastos tan elevados como los de 2022”, ha advertido Roche que ha recordado que “no saber cuáles serán los costes a los que tendrá que hacer frente a lo largo de la campaña ni qué precios tendrán sus producciones cuando lleguen a los mercados genera mucha tensión e incertidumbre”. Y eso, ha advertido, hace que muchos agricultores decidan abandonar su explotación y explica por qué jóvenes profesionales no deciden  incorporarse.

“Vamos a hacer un seguimiento constante de la PAC porque además este es un año muy electoral y siempre sucede que es entonces cuando comienzan los problemas en los pagos de las ayudas o en las inspecciones”, ha destacado Enrique Arcéiz, secretario de Organización de UPA-Aragón, que ha dejado claro que la organización agraria estará “vigilante” para evitar que “los agricultores sean los paganos”.

Ese será uno de los retos de UPA en la Comunidad, entre los que figura también el impulso del necesario relevo generacional. “Algo estamos haciendo mal si a pesar de las ayudas no conseguimos que los jóvenes accedan al sector”, ha lamentado Arcéiz, que ha apostado por “diseñar un plan específico” para rejuvenecer el campo, en especial, la ganadería extensiva.

Año "muy negativo"

Con estos objetivos encara esta organización agraria el nuevo año tras un “muy adverso” 2022 en el que los fenómenos atmosféricos (heladas, sequía, olas de calor...) han reducido las cosechas y en el que los altos costes de producción –provocados por la guerra de Ucrania– han mermado la rentabilidad de las explotaciones y han anulado la subida de los precios en origen.

Roche ha repasado los notables descensos que han sufrido los herbáceos, el almendro y el olivar (con pérdida de hasta un 50% de la cosecha), los frutales –con dos años consecutivos golpeados por unas intensas heladas primaverales– o el viñedo –que se enfrenta a un futuro rodeado de incertidumbres–. Ha recordado que el porcino “sigue yendo como un tiro”, pero ha advertido del complicado momento que vive la ganadería extensiva, especialmente el ovino, y las dificultades que la nueva PAC va a llevar a las explotaciones familiares de vacuno de carne, sin olvidar la complicada situación del sector apícola, de la avícultura de carne y de la cunicultura, cuyos costes de producción están provocando un goteo continuo de cierre de explotaciones.

La pérdida de producción se ha dado en un año en el que además los costes de producción se han incrementado un 31% impulsados por el encarecimiento de los piensos (34%), de la energía (20,3%) de los carburantes (49%) y de los fertilizantes (62%), una escalada, ha reconocido Roche, que parece estar frenándose ligeramente por lo que UPA se muestra “esperanzada” las políticas de contención de costes den sus frutos y esté comiencen a moderarse de forma importante.

Todas estas circunstancias explican, según han señalado los responsables de UPA-Aragón, que la Producción Final Agraria haya descendido en un 12%, una caída de la facturación que “se centra exclusivamente en la producción de las explotaciones familiares” y que ha provocado un descenso de la renta agraria de Aragón del 5,5%. “La renta agraria lleva cuatro años descendiendo y eso explica que las explotaciones familiares dependan cada vez más de las ayudas de la PAC, por eso desde la organización insistimos en la necesidad de reorientar esos apoyos y priorizarlos hacia los profesionales que viven y trabajan en el campo”, ha advertido Roche.

El secretario general ha lamentado también en continuo goteo de abondonos en el sector. Ha recordado que en un año se han dado de baja 200 agricultores profesionales, mientras continúan siendo “muy bajas” las incorporaciones de jóvenes, porque “a pesar de las buenas políticas para favorecer el relevo generacional, el sector continúa sin ser atractivo”, ha advertido. Para revertir la situación ha exigido a las Administraciones “una reflexión” sobre la medidas a tomar, entre las que ha destacado la necesidad de agilizar los trámites para que los jóvenes puedan cobrar las ayudas lo antes posible, pero también que se facilite el acceso de los nuevos agricultores a los derechos históricos de la reserva nacional.

Optimismo de Fademur

Carolina Llaquet, presidenta de la Federación de asociaciones de mujeres del medio rural (Fademur Aragón) ligada a la organización agraria, ha calificado el "positivo" el balance de 2022, porque, ha asegurado, "se han conseguido avances".  Llaquet ha destacado que tras una década arrastrando pérdida de población femenina en el medio rural aragonés "poco a poco se va solucionando", fundamentalmente porque las que se quedan tienen una oportunidad laboral, cada vez más en el sector agrario. Por eso, ha anunciado, esta organización tiene previsto poner en marcha próximamente un plan avanzado de formación y asesoramiento para mujeres agricultoras y ganaderas.

Llaquet ha insistido además en la importancia de poner en marchar un estatuto de la mujer rural, una ley en la que se está trabajando en Aragón, donde cuentan con "el compromiso político del Gobierno de Aragón y con el consenso de la mayoría de los grupos parlamentarios", ha señalado.

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