Una cuesta de enero aún más dura por la escalada de la inflación

A los rigores económicos tras la Navidad se suma este año el alza de las hipotecas, el coste de la energía y una cesta de la compra que no da tregua.

Al llenar la cesta de la compra el consumidor puede tomar decisiones que van mucho más allá de adquirir los alimentos para su dieta diaria.
Al llenar la cesta de la compra el consumidor puede tomar decisiones que van mucho más allá de adquirir los alimentos para su dieta diaria.
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Desenvueltos todos los regalos de Reyes, enero comienza realmente ahora, sobre todo para los presupuestos familiares que se han podido quedar temblando. Es otra tradición más tras las Navidades. Pero en esta ocasión, la cuesta que hay que afrontar es aún más compleja que las anteriores por la subida generalizada de precios en la cesta de la compra, por las tensiones en los recibos y facturas y, sobre todo, por las hipotecas.

El euríbor, camino del 4%

Cuando el pasado mes de abril el euríbor se situó en positivo por primera vez desde el año 2016, pocos hipotecados imaginaban que tuvieran que hacer frente a un alza de sus cuotas en las condiciones que están comprobando estos días. Las revisiones de los préstamos para vivienda llegan a suponer incrementos mensuales de más de 200 euros. Porque el interbancario no solo se ha consolidado en positivo (hace un año se encontraba en el -0,5%), sino porque el alza ha sido imparable. El mes de diciembre ha cerrado en el 3%. Y lo que es peor, desde organizaciones como Asufin prevén que el índice de junio ya alcance la cota del 4%, lo que supone una subida por cada 100.000 euros de hipoteca, con diferencial en el 1%, de algo más de 2.000 euros. "Esta revisión arrojará una subida de sobrecoste anual en apenas un año, si tenemos en cuenta la acontecida en 2022, de 2.769 euros", apuntan en la asociación financiera. Destinar hasta 200 euros más al mes a la hipoteca implica dejar de gastar en otras opciones, llegar peor a final de mes o, en el mejor de los casos, abandonar el ahorro que se conseguía realizar.

La energía sigue acechando

La luz y el gas han sido los grandes hándicap a los que han tenido que enfrentarse las familias y las empresas durante 2022. Y a pesar de la tregua que parecen haber dado en los últimos días, el precio medio de la luz en 2022 casi duplica al de 2021 y es el más caro de la historia, con 209 euros/MWh. De hecho, se acaba de cerrar el año más caro desde el comienzo de la serie histórica con datos disponibles en cuanto al coste de la elecricidad. Solo en agosto se alcanzaron los 307,8 euros/MWh y el 8 de marzo el precio fue récord histórico, al aproximarse a los 545 euros/MWh. A pesar del tope ibérico, de la reducción del IVA al 5% y de la disminución de los cargos en el recibo, la luz seguirá cara este año. Más aún si el frío arrecia estas semanas de enero y la demanda se dispara. Los futuros eléctricos anticipan un precio medio de 150 euros/MWh para este año, muy lejos de la media de los 45 euros/MWh del mercado español.

En el caso del gas, el trasvase de clientes a la tarifa regulada (TUR), limitada por el Ejecutivo, sigue siendo constante. Esta modalidad ha subido un 8,6% desde enero, al reflejar el coste de la materia prima. Aunque sin la TUR, la escalada puede ser hasta cuatro veces mayor.

A la espera de que se note el IVA

La cesta de la compra de los alimentos básicos es el último epígrafe del IPC que aún no ha reflejado la rebaja de costes energéticos. Hasta diciembre, subían más de un 15%. El año ha comenzado con la rebaja del IVA en varios productos. A la espera de que las familias puedan comprobar esa medida, un hogar con una renta de 1.000 euros gasta casi el 20% en alimentación;el que tiene una renta de 5.000 euros no gasta más del 12% en la cesta de la compra.

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