Heraldo del Campo

Mermeladas y patés para dar un nuevo valor a las frutas y verduras

Ángela Escalona inauguró La Huerta de Isabel en el año 2019 en Fraga (Huesca), donde ofrece mermeladas, pates y conservas de tomate artesanas.

Ángela Escalona, en el obrador situado en la localidad oscense de Fraga donde prepara los productos de La Huerta de Isabel.
Ángela Escalona, en el obrador situado en la localidad oscense de Fraga donde prepara los productos de La Huerta de Isabel.
A.E.

Conseguir sabores originales y de calidad dando un nuevo valor a las frutas y verduras de forma artesanal. Este era el objetivo de Ángela Escalona para lo que lanzaba La Huerta de Isabel en 2019, en Fraga (Huesca), aunque la idea ya había llegado un año antes cuando empezó a buscar como materializarla y experimentar. Lo hace a través de mermeladas de frutas y verduras de temporada, salsas y patés. También prepara conservas de tomate como "ya hacían nuestras madres y abuelas", cuenta Escalona.

Hasta ahora, la fragatina se había dedicado a la administración en el sector de la construcción, pero tras quedarse sin empleo, hace unos años, era el momento de "buscar otra cosa", explica. Para elaborar sus productos de manera artesanal cuenta con un obrador en la localidad de Fraga y dos fincas de cultivo, con un total de nueve hectáreas, en la misma localidad y en Zaidín, que gestiona su hermano, Francisco José Escalona.

Allí, Ángela acude dos días por semana a supervisar y escoger los productos aptos para continuar con su trabajo. "Por las mañanas se trabaja en el campo y por las tardes se hace la transformación", cuenta. Antes de ello, las frutas y verduras pasan por una clasificación y desinfección.

Escalona produce originales mermeladas, patés y salsas.
Escalona produce originales mermeladas, patés y salsas.
A.E.

Desde cerezas a pimientos

Existen mermeladas y patés de La Huerta de Isabel para todos los gustos. Desde las mermeladas más comunes como la de cereza o ciruelas a las de pimiento de piquillo o ajo. También produce patés, como el de tomate, y olivada -una pasta para untar hecha a base de olivas, aceite y sal- verde y negra, "diferente a la que se hace en el Bajo Aragón", explica Escalona. "Es más suave", añade.

Hace unos años, también lanzó las mismas mermeladas pero sin azúcar con el objetivo de seguir innovando y creando productos personalizados.

Poco después de comenzar con su proyecto llegó la pandemia, que paralizó la producción de Escalona. La oscense aprovechó esos meses para intentar mejorar y experimentar con sus productos con diferentes salsas con jalapeños o picantes dulces, entre otras.

Todos sus artículos pueden encontrarse en diferentes pequeños comercios de la zona y en ferias en las que participa. Una cita fija es la de los sábados en el mercado agroecológico de Parque Venecia en Zaragoza. En unas semanas, debutará en la venta internacional, ya que asistirá a una feria francesa. "Ahora son las organizaciones de los eventos las que me llaman para asistir", cuenta orgullosa. Escalona defiende que estas citas son una oportunidad perfecta para mostrar sus productos y como los elabora. Además, su obrador siempre está abierto a visitas para "enseñar las instalaciones y explicar como se prepara el producto", añade.

El nombre del proyecto hace un pequeño homenaje a su suegra Isabel. "Ella siempre decía que tendría una huerta donde al entrar pusiera ‘Villa Isabel’ y así lo hicimos", explica Escalona. Además, esta fue la finca donde empezó la fragatina su aventura. Un nombre que en ocasiones lleva a confusión, "ahora me llaman Ángela o Isabel y respondo a cualquiera de los dos nombres", bromea.

Tras cuatro años en el proyecto, el balance es más que positivo y mira esperanzada al futuro. "El objetivo ahora es llegar a más comercios, más barrios e incluso a los pequeños supermercados", dice.

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