El presupuesto para beneficios fiscales por aportaciones a planes de pensiones baja un 60%

Las decisiones de política tributaria, aconsejadas por la Airef, así como la caída de partícipes y aportaciones explican el ahorro del Estado.

Cómo desgravar los planes de pensiones en la declaración de la Renta en 2022.
Cómo desgravar los planes de pensiones en la declaración de la Renta en 2022.
Freepik

El Gobierno, junto a los Presupuestos Generales del Estado, elabora todos los años una memoria de los beneficios fiscales a los que tendrá que hacer frente, es decir, cuantifica a cuánto ascenderán las reducciones o las deducciones que se aplican en los diferentes impuestos por variados conceptos. Entre esos beneficios se encuentran los asociados a las aportaciones a sistemas de previsión social, como son los planes de pensiones individuales. Estas contribuciones conllevan reducciones en la base imponible del Impuesto sobre la Renta, aunque han ido mermando en los últimos años.

Así, si hasta el año 2020 el límite de las reducciones por las aportaciones a planes de pensiones individuales estaba en los 8.000 euros, en 2021 bajó hasta los 2.000 euros y con las Cuentas Públicas para 2022 se redujo hasta los 1.500 euros.

Esa es una de las razones, aunque no la única, que explica el paulatino descenso del volumen total de los beneficios fiscales con que han contado los partícipes de los planes de pensiones en los últimos años. Esta cifra marcó máximos en el año 2009, al rozar los 2.000 millones de euros, y ha quedado limitada a los 645 millones en que se ha presupuestado para el año que viene, de acuerdo con los Presupuestos, aún pendientes de aprobación en el Senado. Ello supone una reducción superior al 60%.

Menos inversores

El endurecimiento del tratamiento fiscal de los planes de pensiones fue una recomendación de la Airef, debido a que detecta que tiene efectos regresivos -las reducciones benefician sobre todo a las rentas altas- además, no cumple el objetivo de estimular el ahorro para la vejez y no es beneficioso para los inversores, teniendo en cuenta la fiscalidad en el momento de la jubilación o las comisiones de los productos.

Pero en las decisiones políticas no reside la única razón de la reducción del volumen de los beneficios fiscales que obtienen los partícipes de los planes. A ello hay que sumar la progresiva disminución del total de inversores que deciden poner sus ahorros en los productos para su retiro. Así, si bien entre 2001 y 2008 fueron incrementándose desde los 5,25 millones hasta los 8,6 millones de partícipes, según las estadísticas de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, en 2021 habían retrocedido hasta los 7,3 millones.

Como último ingrediente, ligado a los dos anteriores, la reducción de las aportaciones que realizan los inversores en los planes de pensiones. Así, si en 2014 eran más de 66.000 los partícipes que aportaban más de 8.000 euros y en 2015 superaron los 126.000, en 2021 fueron poco más de 1.300. Y si en 2020 más de 150.000 partícipes aportaron entre 6.000 y 8.000 euros a su plan, en 2021 no llegaron a los 800. Los cambios fiscales tuvieron impacto. Pero con reducciones a la base imponible del IRPF más o menos generosas el histórico de partícipes que no han realizado aportaciones entre 2015 y 2021 ha superado siempre los cinco millones, salvo en 2019, cuando fueron 4,8 millones. Sistemáticamente, más de la mitad de los partícipes no ha realizado ninguna aportación a su plan de pensiones al menos desde el año 2015, incluso cuando las reducciones por aportaciones alcanzaban los 8.000 euros.

Mejora el trato a los productos de empleo

Junto al descenso de los límites máximos de las reducciones por aportaciones a planes de pensiones individuales, el Gobierno, en cambio, mejoró, con el fin de impulsarlos, la fiscalidad de los planes de empleo, situando el límite máximo de reducción por aportaciones en los 1.500 euros, que se amplían en 8.500 euros siempre que provengan de contribuciones empresariales o del trabajador cuando este último aporte lo mismo o menos que la empresa. En los últimos años, el número de cuentas de partícipes en planes de empleo ha pasado del poco más de medio millón de 2001 hasta rebasar los dos millones en 2009, cifra en la que llevan más o menos estancadas desde entonces.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión