Heraldo del Campo

Un pequeño cultivo para cambiar el mundo desde Tarazona

Pablo Latorre comenzaba a adaptar la finca ecológica de ¡Y un rábano! en el mes de febrero. En primavera pondrá a la venta sus primeras producciones.

Pablo Latorre durante la construcción del invernadero en la finca de Tarazona.
Pablo Latorre durante la construcción del invernadero en la finca de Tarazona.
P.L.

Vivir en sintonía con la naturaleza a través de la producción de alimentos. Este es uno de los objetivos que busca cumplir el ingeniero industrial Pablo Latorre a través de su proyecto ¡Y un rábano!

Tras visitar el año pasado como voluntario varias iniciativas relacionadas con la sostenibilidad, Latorre se hizo, a principios de 2022, con una finca de una hectárea en Tarazona (Zaragoza), un lugar especial por su entorno y vínculo familiar, y desde entonces trabaja en transformarla para el cultivo hortícola en ecológico. Por el momento, él es el único encargado del proyecto, aunque también cuenta, en muchas ocasiones, con ayuda de familiares y amigos.

Hasta ahora, el ingeniero se había dedicado al sector de las energías renovables, pero tenía una gran inquietud con el mundo de la agricultura. "No se trataba de la agricultura convencional, dependiente de los fertilizantes y pesticidas, si no de la agricultura regenerativa, de bajo impacto y no dependiente de los combustibles fósiles. Un tipo de agricultura que nos permite afrontar los retos del cambio climático", explica Latorre.

Trabajos en la finca de ¡Y un rábano! en Tarazona.
Trabajos en la finca de ¡Y un rábano! en Tarazona.
P.L.

La expresión ‘¡Y un rábano!’ se suele utilizar para negar, algo que ha tomado como referencia el agricultor para utilizarlo como nombre de su proyecto. "Es negarse a lo establecido y decir que sí se puede hacer las cosas de otra manera", señala.

Latorre se ha encargado de todo el proceso, desde diseñar la finca desde cero -ya que previamente estaba dedicada al cultivo de cereal- al cultivo. Dispone de unos 600 m² de invernaderos, que cuentan con instalación de riego por goteo, donde ha comenzado a plantar plántulas de distintas hortalizas de un vivero especializado para "su crecimiento, cosecha y venta directa al consumidor", explica Latorre. El agricultor plantea para un futuro el cultivo de variedades locales que recupera la Red de Semillas de Aragón. La finca también cuenta con una zona de frutales y un corral para gallinas así como una zona para generar compost propio. "Todo lleva mucho trabajo y la subida de precios ha incrementado las inversiones, pero la ilusión no se pierde", confiesa Latorre, que ya cuenta con el interés de numerosos clientes.

En primavera de 2023 verán la luz los primeros productos ecológicos que podrán adquirirse en la web ‘yunrabano.com’ y en el mercadillo agroecológico de Zaragoza. Hasta entonces, trabajará por conseguir su firme objetivo de "de dejar un mundo más sostenible a nuestros hijos", que en su caso se trata de "un bebé que ya está en camino", confiesa. 

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