Una nueva vida con gallinas para seguir trabajando en el Pirineo
Carlos Arto y Pepa Vinagua comenzaban a vender huevos ecológicos este verano para poder continuar trabajando en Santa Engracia de Jaca (Huesca).
Encontrar un trabajo al más tranquilo y darle una nueva vida a las tierras familiares. Carlos Arto se había dedicado durante toda su vida a la construcción, aunque también había regentado siempre las tierras familiares de Santa Engracia de Jaca (Huesca). Ahora, en busca de un trabajo con menos exigencias físicas para continuar con suu vida laboral hasta el momento de su jubilación, decidió emprender con la avicultura ecológica. En julio de este mismo año lanzaba la marca de huevos ecológicos Arvi Pirineos, que comienza a dar sus primeros frutos.
A través de Arvi, ofrece huevos criados por gallinas criadas en semilibertad en el altopirineo aragonés, donde tratan de respetar su hábitat natural y prima el bienestar animal. "Ya que íbamos a hacer algo nuevo, que fuera algo bueno y sano", cuenta Arto.
En este proyecto, le acompaña su mujer, Pepa Vinagua, y toda su familia, que aporta su pequeño grano de arena, desde solicitar documentos a acudir a la granja los fines de semana o colaborar con la parte más comercial del proyecto como hace su yerno, José Giménez. Uno de los objetivos es que se convierta en un negocio que pase de generación en generación, "siempre que quieran", puntualiza Arto.
No es el primer proyecto que emprenden en el ámbito de lo ecológico. Hace unos tres años se aventuraron con los espárragos ecológicos del alto pirineo con un gran éxito y con el que todavía continúan.
La de las gallinas es una nueva aventura que requiere un especial cuidado. En la finca de 3 hectáreas, situada en la pequeña localidad oscense de algo más de 90 habitantes, cuentan con una hectárea dedicada únicamente a las gallinas. En ella, se encuentran divididas en 3 áreas con capacidad para 330 gallinas en cada una de ellas. Por el momento, cuentan con solo una de estas parcelas completas, aunque "están listas para poder instalar más", explica el agricultor.
Aunque las gallinas llegaron este verano, llevan trabajando en el proyecto varios años.
En Arvi Pirineos prima el bienestar animal. Las gallinas se encuentran en semilibertad, es decir, "entran y salen cuando quieren, solo se les cierra por las noches", cuenta Giménez. Además, se trata de un trabajo totalmente manual, desde "dar de comer a las gallinas a seleccionar los huevos", añade.
En agosto recogieron los primeros huevos que pudieron ponerse a la venta, ya que los primeros no contaban con el tamaño idóneo para ello. Sus productos pueden encontrarse en comercios de la zona de la comarca de La Jacetania o en los supermercados Altoaragón. No cuenta con un punto de venta en la explotación, ya que "la idea es poder distribuirlos a través de los comercios", cuenta Giménez.
El 2022 está siendo un año complicado en el sector agrícola, donde los suministros han encarecido notablemente, como el caso del pienso para estas gallinas. "En estos momentos no hay beneficios. Acabamos de empezar y también hemos rebajado su precio en el lanzamiento", explica Giménez.
"Nos ha costado arrancar, pero tenemos muchas ganas y es un trabajo que nos gusta. Lo disfrutamos mucho", cuenta Arto.
