Agricultura

Olona: "Carece de fundamento afirmar que falta información de la PAC para programar las siembras"

El consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón insiste en que el Plan Estratégico define «con suficientes garantías» el acceso a las ayudas.

Joaquín Olona, consejero de Medio Ambiente de la DGA, ayer en su despacho.
Joaquín Olona, consejero de Medio Ambiente de la DGA, ayer en su despacho.
Francisco Jiménez

Ante la preocupación -y las criticas- que ha generado la tardanza del Ministerio de Agricultura en publicar los reglamentos que desarrollan los requisitos que establece la nueva PAC para realizar las inminentes siembras, el consejero aragonés de Agricultura, Joaquín Olona, se muestra tajante. Afirma con contundencia que el Plan Estratégico Nacional, aprobado el pasado 31 de agosto, no solo garantiza el pago de las subvenciones en 2023, sino que además "aporta la información necesaria para programar las siembras de otoño con suficientes garantías y seguridad desde el punto de vista del acceso a las ayudas de la PAC", por lo que "afirmar lo contrario no solo carece de fundamento, sino que tan solo contribuye a generar confusión e incertidumbre donde no la hay", advierte.

Por ello, Olona hace un llamamiento a la responsabilidad "para no confundir a los agricultores", y dirige su mensaje "especialmente y por razones que deberían ser obvias", a quienes ostentan la condición de entidad colaboradora del Gobierno de Aragón en la gestión de la PAC.

Asegura Olona que la ayuda básica a la renta, la ayuda complementaria de carácter redistributivo y la destinada a los jóvenes, "está perfectamente determinada, sin que suponga cambios sustanciales, y mucho menos en relación con las siembras de otoño, respecto del actual pago básico”. Lo que supondrán, dice el consejero, son mejoras en la percepción de la ayuda para las zonas con pagos más bajos por hectárea como es el caso de Teruel y de las zonas más áridas del resto de Aragón, al tiempo que facilitarán el acceso a los pastos para quienes llevan a cabo pastoreo efectivo con ganado propio, entre otros avances en favor de la agricultura familiar y profesional por la que hemos trabajado durante estos últimos años.

Tampoco plantean “duda ni incertidumbre”, asegura el consejero, las ayudas asociadas, que suponen un aumento del 18% en la ayuda a la ganadería extensiva. Y no lo plantean porque salvo el aumento señalado “regirán las mismas reglas vigentes”, insiste. Dice Olona que las ayudas agroambientales verán importantes mejoras, en particular las relativas a las razas extensivas autóctonas que pasarán a cobrar por cabeza en vez de por hectárea ajustando con ello mucho mejor la ayuda a las necesidades y condiciones de nuestra ganadería y recuerda que la ayuda a la agricultura ecológica “se verá notablemente aumentada con el propósito de ampliar significativamente su extensión y contribución productiva”. Y también, afirma el consejero, la llamada condicionalidad reforzada queda “perfectamente definida”. “Otra cosa es la valoración que cada cual haga sobre las nuevas exigencias, pero eso no tiene nada que ver con la incertidumbre. Las incertidumbres que hubo sobre las intervenciones sectoriales, de carácter esencialmente presupuestario y en menor medida de alcance, ya hace meses que se resolvieron. En todo caso, en nada afectan a las siembras que ahora toca llevar a cabo”, reitera.

El titular del Departamento de Agricultura reconoce que la principal novedad llega con los llamados ecorregímenes, que representan el 23% del importe de las ayudas directas, y que, por cierto, “se definen y aplican completamente al margen de los derechos históricos permitiendo con ello el acceso automático a los pagos directos de la PAC de quienes no tienen derechos individuales, así como a los pagos por hectárea sin el condicionante de las referencias históricas”, recuerda. Como ejemplo cita el caso de los fruticultores, así como todos los cultivos y ganados que se acojan a estos ecorregímenes. “Todos los ecorregímenes están suficientemente definidos para que los interesados puedan elegir libremente aquellos que más les convengan de cara a la siembra inminente de este otoño”, vuelve a insistir el consejero, que explica que esta es una decisión que corresponde a cada interesado en particular y que solo él puede y debe tomar en base a una información “disponible, accesible y suficiente”. Y en cualquier caso, reitera Olona, las prácticas agronómicas exigibles por los ecorregímenes están ya muy extendidas en Aragón como son las siembra directa y la agricultura de conservación, los barbechos, la rotación de cultivos herbáceos, las cubiertas vegetales en cultivos leñosos o las prácticas en favor de la biodiversidad. “Son todavía más generalizadas incluso las prácticas exigibles para el pastoreo sostenible y el bienestar animal”, añade.

Intensa actividad formativa

Por todo ello, para el consejero “no cabe hablar de indefinición ni de indeterminación para tomar las decisiones necesarias para sembrar”. Una inminente sementera que, en todo caso, reconoce Olona, “se ve seriamente condicionada por el elevado precio de los fertilizantes minerales, de los combustibles o de las semillas, además de por un escenario meteorológico ciertamente incierto’, una escenario preocupante ante el que, según insiste el responsable de la política agraria autonómica, “los agricultores no sólo conocen bien, sino que aplican con extrema generosidad el refrán: Si el labrador contara, no sembrara”

Pero no es solo el Ministerio el que proporciona esta detallada información “disponible en la web y que resulta muy aconsejable consultar con atención sobre todo por parte de quienes más exigentes son con la optimización del cobro de la PAC y la máxima concreción en los detalles técnicos de su definición”, explica Olona. También desde el propio Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón “se viene desplegando una intensa actividad informativa y divulgativa sobre las novedades que supone esta nueva PAC como bien saben los Interesados, y muy especialmente las Entidades Colaboradoras que, además tienen acceso directo al Departamento de Agricultura para la formulación de todo tipo de consultas y dudas”, matiza.

Y aunque el consejero quiere dejar claro que la divulgación llevada a cabo por los técnicos más especializados del Departamento y sus más altos cargos es una acción dirigida a informar y clarificar la manera de abordar de forma ortodoxa los ecorregimenes garantizando su cumplimiento, “no es misión no propósito del Departamento estudiar ni mucho menos asesorar sobre la manera de acceder a las ayudas vinculadas a los ecorregimenes, ni a ninguna otra línea de ayuda, soslayando sus condicionantes y exigencias que, por estar claramente formuladas en el Plan Estratégico Nacional aprobado por la CE, deben cumplirse de manera estricta. Tampoco cabe exigir a la Administración el asesoramiento personalizado orientado a maximizar los ingresos procedentes de la PAC que, en última instancia, corresponde al interesado en función de su propio perfil personal, objetivos y condiciones específicas que sólo él conoce”.

Para Olona, España (y Aragón) tiene ya una nueva PAC, “en la que los agricultores y ganaderos aragoneses no pierden, sino que ganan”. Y es así, aunque no se logrado la completa supresión de los derechos históricos “que algunos tanto nos hemos esforzado en defender”, afirma con contundencia. Pero, en su opinión, “lo que ahora procede no es buscar tres pies al gato, sino arrimar el hombro para lograr la máxima eficacia en la aplicación de la PAC”. Y hay que aplicar no la Política Agraria Común “que a cada cual nos gustaría”, señala el consejero, sino la aprobada a través del Plan Estratégico Nacional y, por tanto, “la que se rige por unas reglas de juego perfectamente conocidas que estamos obligados a cumplir, que, en ningún caso, cabe cuestionar y que acaba con toda incertidumbre e indeterminación, al menos de cara a las siembras que en las próximas semanas han de llevarse a cabo”, concluye.

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