Saica y Beonchip o cómo visualizar el talento femenino

Susana Alejandro y Rosa Monge reciben sendos premios al liderazgo en la primera edición de unos galardones impulsados por CEOE Aragón, Caixa Bank y Directivas.

Miguel Marzo, Susana Alejandro, Rosa Monge y María Sasot.
Miguel Marzo, Susana Alejandro, Rosa Monge y María Sasot.
Oliver Duch

En un mundo ideal, quizás en el futuro, no habrá que premiar el liderazgo femenino, sino simplemente el talento, independientemente del género. Así lo destacó ayer Susana Alejandro, directora de Estrategia del grupo Saica, minutos antes de recibir el premio Impulsa al liderazgo femenino que conceden CEOE Aragón y Caixa Bank con el apoyo de Directivas de Aragón. Miguel Marzo, presidente de la patronal, corroboró el argumento, consciente de que queda mucho por hacer pero que el camino andado no tiene vuelta atrás.

La entrega de estos reconocimientos de nuevo cuño incluyeron entre las galardonadas a Rosa Monge, cofundadora de la tecnológica Beonchip, acreedora en su caso del premio Impulsa Joven. Su experiencia, nada que ver con la de Susana Alejandro, apunta a un futuro esperanzador para la causa de la igualdad entre géneros. Es ingeniera en un escenario STEM marcado por la omnipresencia masculina, es emprendedora y en su empresa casi todas son mujeres. Pionera en España en la tecnología ‘Organ-on-Chip’, desarrollando dispositivos microfluídicos para cultivo celular, Monge suele recurrir siempre a la serie televisiva CSI para explicar ante neófitos en qué trabaja su compañía.

La directivas de Saica y de Beonchip dan prestigio, con su arrojo y sus trayectorias, a un premio que acaba de nacer. La primera de ellas, por el papel desempeñado en el grupo papelero zaragozano durante su dilatada trayectoria, participando –hace ya unos años– en una opa sobre la francesa cotizada La Rochette y haciendo frente luego a la contraopa del grupo Anglo American, o impulsando el crecimiento de la compañía aragonesa por Europa, Turquía y, más recientemente, Estados Unidos. Monge, por su parte, haciendo frente a los retos derivados de llevar una investigación universitaria al mercado, de empezar a competir en este y de abrirse a un futuro que será más tecnológico y con un mayor aprovechamiento del talento.

Entre los objetivos de los galardones y del acto de ayer estaba el de visibilizar la aportación de la mujer al mundo de la economía, un fin que merece «salir del armario», como dijo Susana Alejandro al reconocer un protagonismo que aparentemente rompe con la discreción habitual de Saica. Todo sea por dar pasos hacia ese mundo ideal en el que solo haya que reconocer el talento de las personas, hombres y mujeres. Un mundo en el que prime la apuesta por la excelencia, como proclamó en el acto Ana Solana, expresidenta de Directivas de Aragón.

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