La actividad de las fábricas se contrae por primera vez en dos años y augura recesión

Las empresas aceleran los recortes horarios y los cierres temporales para hacer frente a la fuerte subida de costes y al miedo a una nueva crisis.

Una fábrica, en una imagen de archivo.
Una fábrica, en una imagen de archivo.
Pixabay

Las fábricas españolas comienzan a parar sus máquinas empujadas por la crisis energética, que está provocando unos costes de producción que no se veían en décadas. Así se desprende del índice de gestores de compra (PMI) que mide la actividad manufacturera en España, publicado este lunes por S&P Global.

El indicador, uno de los más seguidos por el mercado para evaluar la situación económica de un país, retrocedió de forma notable desde los 52,6 puntos de junio hasta los 48,7 puntos en julio, situándose por primera vez desde mayo de 2020 por debajo de los 50 puntos que marcan el umbral entre crecimiento y contracción. Este deterioro de la salud del sector industrial vino dado, sobre todo, por la fuerte caída en los nuevos pedidos, debido a que la demanda ha comenzado a debilitarse a mayor ritmo en un momento de fuertes presiones inflacionistas e incertidumbre económica generalizada.

Tal y como indican los analistas de S&P, "las empresas encuestadas informaron de que las ventas se han desplomado debido a un entorno cada vez más incierto y algunas de ellas prevén una recesión en la segunda mitad del año". Advierten, además, que los altos precios también afectaron a esa peor evolución de la demanda, con una inflación disparada al 10,8% en julio en el caso de España. Y es que la contracción de la actividad no es exclusiva de nuestro país. De hecho, el índice PMI también cayó a 49,8 puntos en el conjunto de la zona euro, frente a los 52,1 puntos de junio. Es la peor lectura del indicador en los últimos 25 meses.

En el comentario que acompaña a los datos, los economistas de S&P Global advierten que esta desaceleración "cada vez más pronunciada" en las manufacturas añade aún más presión "a los riesgos de recesión en la región". "Es probable que la situación empeore", insisten, mostrando especial preocupación por la caída de la actividad en países como Alemania, Italia o Francia.

El problema es que los componentes con los que se elabora este indicador no solo apuntan a un problema de demanda. La preocupación por el futuro inmediato de la economía también se ha trasladado ya a las decisiones de contratación en el sector manufacturero. En concreto, el nivel de empleo cayó por primera vez en diecisiete meses en julio.

Planes de contingencia

En esta misma línea, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, advirtió este lunes que las pymes españolas están activando ya sus propios planes de contingencia para hacer frente al fuerte incremento de costes, lo que está provocando una constricción de los márgenes de la mayoría de las compañías.

"El encarecimiento de la energía, sumado especialmente al fuerte aumento de los precios de las materias primas, merma la capacidad de producción y de funcionamiento de las pymes españolas", señaló Cepyme.

Ante esta situación de incertidumbre, la organización liderada por Gerardo Cuerva avisó de que las empresas ya han empezado a tomar medidas, como la de ajustar sus horarios ante el aumento del precio de la energía, reestructurar sus planes de producción, incluso con cierres temporales parciales o totales de parte de sus cadenas, y ajustar stocks.

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