Ibercaja mantiene su previsión de PIB para este año pero rebajará la de 2023

El jefe de Análisis Económico y Financiero de la entidad, Santiago Martínez, ha puesto de relieve que se ha optado por no revisar sus estimaciones para "no hacer más ruido".

Antonio Martínez, director del área financiera de Ibercaja, y Santiago Martínez, economista especializado de la entidad, en una imagen de archivo.
Antonio Martínez, director del área financiera de Ibercaja, y Santiago Martínez, economista especializado de la entidad, en una imagen de archivo.
S. E.

Ibercaja mantiene su previsión de crecimiento de la economía española y aragonesa para este año en el 4,7% y 4,4%, respectivamente, a pesar del "ruido" y las incertidumbres, que podrían reducirlo en una o dos décimas a final de año, pero el de 2023 depende de la inflación y de lo que ocurra con el suministro de gas ruso y rebajará las perspectivas tras el verano desde una estimación del 5,1% para la región y el 4,8 para el conjunto del país.

Así lo ha avanzado el jefe de Análisis Económico y Financiero de la entidad, Santiago Martínez, en la presentación del número 76 de la revista Economía Aragonesa que edita el banco, en la que ha puesto de relieve que Ibercaja ha optado por no revisar sus estimaciones de este año precisamente para "no hacer más ruido" ante una cascada de modificaciones a la baja en las perspectivas de crecimiento de diferentes organismos y un escenario de múltiples incertidumbres que tiene en la inflación la principal amenaza.

En todo caso, ha insistido en que las perspectivas para este año "aún están en la hoja de ruta", e incluso se crece más en empleo, y aunque el "riesgo aumenta mucho para final de año", a su juicio es pronto para valorarlo.

De hecho, ha puesto como ejemplo que durante la pandemia hubo continuas revisiones a la baja, que "se exageró mucho" y ahora "puede pasar parecido". Dependerá, en todo caso, de dónde está el pico de la inflación, de los precios de la energía y de si hay o no cierre de gas ruso a Alemania.

Martínez ha desgranado la evolución de la coyuntura económica acompañado del director de Comunicación de Ibercaja, Enrique Barbero, quien ha insistido en que hace falta "un poco de serenidad" ante un "ruido" inevitable en momentos "convulsos", con una visión "muy catastrofista", a la que contribuyen los políticos, los agentes económicos y los medios de comunicación, frente al "realismo informado" por el que apuesta la entidad.

Ante esta situación, ha llamado a la serenidad para distinguir entre lo importante y urgente de lo que aparenta serlo, ya que en las previsiones se puede pecar de optimistas "cuando estamos lanzados" y de pesimistas en los momentos de mucha incertidumbre, y 2020 es un ejemplo "clarísimo de pasarse en la estimación de caídas".

"Sabemos que las vamos a tener que corregir" y que habrá un menor crecimiento al final de año que el pronosticado y también en 2023, pero la entidad prefiere mantenerlas ahora porque hay demasiadas incertidumbres y no quiere "caer en la tentación" de adelantarse en este escenario de "exceso de pesimismo", ha insistido Barbero, más cuando la entidad ha tenido cierta "capacidad de acierto" de anticipar las perspectivas con un nivel de incertidumbre "enorme".

En todo caso, ha subrayado que el principal riesgo es la inflación, de ahí la decisión de los bancos centrales de subir tipos para corregirla, cuyo efecto en la economía española hay que "desdramatizar", en particular, porque en los dos o tres últimos años, más de dos tercios de las hipotecas se han formalizado a tipo fijo, y que hay una dualidad entre indicadores con crecimientos "muy robustos", como el turismo, las inversiones y un número de cotizantes a la Seguridad Social por encima del que había antes de la pandemia, que conviven con el deterioro de los índices de confianza de familias y empresas.

Además, ha destacado que la economía española y aragonesa han sacado "matrícula de honor" en la pandemia, sobre todo el sector privado por su "capacidad de resistencia", con mucha menos deuda que hace diez años -también de los hogares- y niveles históricos de posición de tesorería y de internacionalización "inédito", de más del 30 por ciento de ventas en el exterior, un nivel de ocupación "de récord" y unas entidades bancarias con unos niveles de solvencia, liquidez y calidad del riesgo y de rentabilidad que no habían tenido en los últimos 15 años.

En la presentación de la revista han participado tres autores de los artículos monográficos: el director de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza, Luis Alberto Fabra, que aborda los ciclos en el mercado inmobiliario de Aragón y la rápida recuperación tras la crisis sanitaria; Juan Mateo Díaz, director de la cátedra de la Universidad Francisco de Vitoria, coautor de una investigación que identifica los 78 factores más relevantes para comprender y resolver conflictos en las relaciones empresariales, y Rafael Llopis, director de la división de Inversión Extranjera de Aragón Exterior, también coautor de un análisis del posicionamiento de Aragón para captar proyectos estratégicos, las oportunidades y amenazas y la articulación de la inversión extranjera.

La revista incluye además un obituario en memoria de Francisco Bono, fundador y primer director de la publicación y exconsejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Aragón fallecido el pasado 7 de junio.

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