El FMI rebaja la previsión de crecimiento de España y alerta de un empeoramiento de la economía mundial 

Reduce ocho décimas su perspectiva anterior sobre nuestro país y coloca en el 4% la previsión para este año y en el 2% para 2023. También rebaja el crecimiento global al 3,2% este año y el 2,9% en el próximo.

Sede del Fondo Monetario Internacional en Washington.
Sede del Fondo Monetario Internacional en Washington.
Yuri Gripas / Reuters

El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo este martes en ocho décimas su previsión de crecimiento de la economía española para este año, que ahora coloca en el 4%, y en 1,3 puntos la de 2023, que considera será del 2%, en ambos casos por encima de la media de la zona euro.

España seguirá siendo la primera de las grandes economías del euro en lo que se refiere al crecimiento, aunque su revisión a la baja es la mayor después de la de Alemania.

También crecerá más que la media de los países de la zona euro, que se sitúa en el 2,6 % este año y el 1,2 % el que viene, según las estimaciones.

En su actualización del informe 'Perspectivas Económicas Globales', el FMI vaticina que la economía española crecerá a un ritmo más bajo en 2023, cuando el aumento del Producto Interior Bruto (PIB) será del 2%, 1,3 puntos por debajo de lo que había estimado previamente.

En abril pasado, en la primera estimación después de la invasión de Rusia a Ucrania, que comenzó en febrero, el FMI redujo en un punto su previsión de crecimiento económico para España, hasta el 4,8%, ocho décimas más que la estimación actual.

España se estaba recuperando, con un crecimiento del 5,1 % en 2021, tras la caída del 10,8 % que el PIB español sufrió en 2020 por la pandemia, entre las peores de los países desarrollados.

Pero después de que el conflicto se haya dilatado, las perspectivas para las economías europeas han sido “más negativas de lo esperado”, debido a los altos precios de la energía, a un consumo más débil y a una actividad industrial lenta ante las persistentes disrupciones de la cadena de suministro y las subidas de los costes de producción, apunta el FMI.

España se ve así afectada por la evolución de sus principales socios comerciales, muchos de los cuales están sufriendo las consecuencias del conflicto de una manera más pronunciada, por su mayor dependencia del gas ruso.

Así, el organismo que dirige Kristalina Georgieva revisó este martes a la baja las previsiones de crecimiento para dos de las principales economías europeas -Alemania y Francia-, que son precisamente los principales socios comerciales de España.

En 2021, juntas representaron el 26,4 % de las exportaciones totales de España, cuyo PIB dependió en un 26,89 % del comercio exterior en ese año.

Alemania sufrió un recorte de las previsiones incluso mayor que el vivido por España, de 0,9 puntos, y el organismo internacional ahora sólo espera que su PIB aumente en un 1,2 % en 2022. En el caso de Francia, la estimación de crecimiento es del 2,3 %, seis décimas menos que las estimaciones previas.

Italia es el único país que se libra de la bajada y registrará un crecimiento de siete décimas en las previsiones, creciendo el 3 %, aunque estas estimaciones son previas a la fuerte crisis política que vive el país tras la dimisión del primer ministro Mario Draghi.

El FMI alertó además de las posibles consecuencias para Europa de un cese completo de las exportaciones de gas ruso a las economías europeas que “aumentaría significativamente la inflación", con la subida de los precios de la energía.

Animó también a los gobiernos europeos a implementar medidas para controlar la inflación, entre ellas poner en práctica una política monetaria más estricta que “inevitablemente tendrá costos económicos reales”, pero cuya demora “solo los exacerbará”. 

Elevada inestabilidad mundial

También ha rebajado sus previsiones de crecimiento global hasta el 3,2% este año y el 2,9% el que viene, en un escenario de elevada inestabilidad en el que no se descarta que estas estimaciones vuelvan a empeorar.

El Fondo reduce así en cuatro y siete décimas la previsión que publicó en primavera, y revisa a la baja la evolución de los principales motores de la economía mundial -Estados Unidos, China y la zona Euro- y de prácticamente todas las grandes economías del planeta.

Los riesgos de los que el Fondo alertaba en abril se han materializado ya y están afectando a la economía mundial. Se trata de la elevada inflación, una ralentización más larga y pronunciada de lo esperado de la economía de China y los efectos negativos de la guerra de Ucrania.

Pero además, el FMI hace cálculos con otro escenario mucho más adverso en el que imagina lo que puede pasar si los precios no se moderan, hay una parada repentina del suministro ruso de gas a Europa, el endurecimiento de las condiciones financieras ahoga a las economías en desarrollo o la geopolítica impide un desarrollo normal del comercio mundial.

En ese caso, y si se materializaran estos riesgos, el Fondo calcula un crecimiento global inferior aún, del 2,6% este año y sólo del 2% en 2023, una cifra esta última que sólo se ha registrado en cinco ocasiones desde 1970, siempre durante las principales crisis -1973, 1981 y 1982, 2008 y 2020-.

En este informe, el Fondo insiste en pedir a los gobiernos que asuman como su "primera prioridad" la reducción de la inflación.

Y aunque admite que una política monetaria restrictiva traerá "inevitablemente costes económicos", subraya que retrasarla solamente "exacerbaría" dichos costes.

En estas previsiones revisadas, el Fondo muestra que las grandes economías de Europa se están resintiendo más de lo esperado por culpa de los efectos colaterales de la invasión rusa de Ucrania.

La primera economía mundial, Estados Unidos, sufre una importante revisión en las previsiones del Fondo que este organismo ya adelantó hace unos días: 2,3% de crecimiento para este año y sólo el 1% el que viene, 1,4 y 1,3 puntos menos que en sus estimaciones anteriores.

Y la segunda gran economía del mundo, China, crecerá según el FMI el 3,3% este año (1,1 puntos menos de lo anteriormente calculado) y el 4,6% el que viene, medio punto menos.

Para el Fondo, el freno en la economía China tiene "consecuencias globales" porque los cierres, los problemas en el suministro y la caída de la demanda interna están reduciendo la demanda de bienes y servicios del gigante asiático hacia otros países, que ven por ello más resentida su economía.

Latinoamérica es de las pocas regiones que ve mejorada la previsión del Fondo para este año, que se sitúa ahora en el 3%, medio punto más, aunque empeora la de 2023, año en el que se calcula un avance del 2%, medio punto menos.

Las dos principales economías latinoamericanas, Brasil y México, mejoran las previsiones de este año aunque tienen peor estimación para 2023.

En Brasil la economía crecerá el 1,7% este año, nueve décimas más, y el 1,1% el que viene, tres décimas menos, mientras que el avance de México será del 2,4% este año (cuatro décimas más) y del 1,2% el que viene (1,3 puntos menos).

Sobre la inflación, el Fondo también es pesimista y revisa, en este caso al alza, sus previsiones.

Así, considera que la inflación del conjunto de economías avanzadas estará en el 6,3% este año (frente al 4,8% proyectado en abril). Para la zona euro calcula una inflación del 7,3%, 2,9 puntos por encima de su anterior estimación.

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