"El almacenamiento tiene que jugar un papel clave para incorporar más renovables y reducir la dependencia"

«La penetración de energías renovables garantizará la adecuada transición energética y el momento para hacerlo es ahora», destacó ayer María Vicente, directora de Proyectos de Desarrollo Eólico de Forestalia, en el desayuno sobre la ‘eficiencia de las renovables ante la crisis actual’, organizado por HERALDO con el patrocinio de Forestalia y conducido por la periodista Teresa Martín, en el que compartió mesa de debate con Javier del Pico, director de Energía de Samca, y Sergio Breto, director de Energía y Minas del Gobierno de Aragón.

Breto remarcó el potencial que Aragón representa en energías renovables y la capacidad de atracción que le reporta a la Comunidad tener esta alta disponibilidad energética para traer «inversiones poderosas» como ya está ocurriendo con el desembarco de gigantes tecnológicos como Amazon y grandes empresas de otros ramos de actividad. El vector estratégico que representa la energía para el desarrollo de la región viene de años atrás, recordó el director general de Energía de la DGA, al referirse a que ya en los años 60 sirvió para atraer la instalación de muchas industrias papeleras o químicas que siguen creando riqueza. En el momento actual, las protagonistas son las renovables, dijo, y «tiene todo el sentido producir más porque tenemos el recurso». Lo que se debe intentar, es, añadió, «sacar el máximo valor añadido para el territorio: avanzar en esa transición energética y hacerlo bien, es decir, que ese desarrollo ha de hacerse con la participación y conciliación del territorio». No es un freno, abundó, «sino la garantía de que salga bien». No se puede poner un techo de potencia, indicó, ni de eólica ni de solar, pero «la planificación ha de ser medioambiental y con participación del territorio», aseveró el director de Energía y Minas del Gobierno de Aragón.

Para mantener el crecimiento exponencial que la instalación de renovables en Aragón está teniendo estos últimos años, lo fundamental es poder almacenarla. Ese fue el mensaje que lanzó Javier del Pico, director general de Energía de Samca: «El almacenamiento tiene que jugar un papel clave a medida que vayamos incorporando más renovables». No queda otra, señaló, que apostar por un mayor desarrollo de tecnologías de almacenamiento, lo que permitirá que se abaraten, igual que ha ocurrido con las instalaciones de energía fotovoltaica cuyo precio se ha reducido notablemente. Entre tanto eso ocurra, «va a ser difícil», advirtió, «abastecerse únicamente de renovables sino que habrá que contar con otras energías de respaldo en esta transición».

María Vicente, de Forestalia, hizo hincapié en que la apuesta tan fuerte por renovables que ha hecho Aragón nos va a permitir tener un coste energético inferior a nuestros vecinos europeos. «Va a ser una realidad pronto. De hecho ya lo es», indicó, a la vez que elogió el «poder que representa disponer de mucha energía renovable para atraer a multinacionales que vendrán» y que «nos va a generar esa innovación tecnológica». Respecto a la factura energética, insistió en que «en este país vamos a estar por debajo de Francia y Alemania. Eso va a pasar y ya está pasando», dijo.

Asimismo, Del Pico, de Samca, apeló a la necesidad de aprovechar el liderazgo de Aragón en energías renovables para seguir invirtiendo y generando empleo, a la vez que ir reduciendo la dependencia energética del exterior, en un momento trascendental en Europa por «las dificultades de abastecimiento, el elevado precio de la energía, y con la esperanza de que no vaya a peor en invierno». Esta complicada coyuntura, precisó, «está sirviendo para remover conciencias y saber que los tiempos de la energía abundante y barata» se acabaron.

Lo que urge, reclamó, es disponer de instalaciones que produzcan energía y no tener que importarla. En la protección de los valores paisajísticos y medioambientales que hay que preservar, reconoció, está «la dificultad de encontrar ese punto de equilibro con ese desarrollo de renovables que necesitamos de manera imperiosa».

Breto advirtió que «la independencia energética no puede llevarnos a la dependencia tecnológica», en el sentido de que la investigación va muy deprisa y «hay que ser ‘corredor de fondo’ pero también ‘sprinter’», es decir, que no hay que descuidar la innovación para sacar el máximo partido a Aragón, que ha sido avanzadilla en renovables y que tiene mucho potencial por delante (con una parte en explotación y otra no) al reunir abundante recurso y una ubicación estratégica entre Aragón y Francia, España y Europa y entre el continente africano y europeo. Por eso, repitió, el reto es «ser capaces de sacar todo ese valor añadido a esa potencialidad». Es «indudable», aseguró que ante la evidencia del cambio climático y el momento geopolítico que se vive, «la transición energética debe estar marcada sí o sí por las energías renovables».

Desde Forestalia, M aría Vicente, puso el acento en el motor impulsor que para el desarrollo rural tiene la instalación de renovables. En su caso, especificó que en la oferta que han presentado para el concurso del nudo mudéjar , pendiente de adjudicación, ya han establecido «un precio tasado para la industria del territorio, a 35 euros el megavatio en los 34 municipios integrados en el proyecto y hasta 40 euros el megavatio para el resto de la provincia turolense y una planta que cedemos para el consumo residencial de los habitantes de dichos municipios a coste cero».

Beneficio para ayuntamientos

La mayor penetración de instalaciones renovables, defendió María Vicente, supone un importante «retorno a nivel de impuestos» y detalló que en lo que es licencia de obras e Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) representa en torno a 20.000 euros por megavatio lo que es la implantación y luego por lo que es el Ibice o impuesto de bienes inmuebles del catastro son 2.700 euros/megavatio. «Todo ese impacto económico cambia sustancialmente el presupuesto de una entidad local», afirmó la directiva de Forestalia, que reconoció que si bien «hay que luchar por minimizar los impactos, es una realidad que va a cambiar Aragón». Se está viendo ya, comentó, en los ayuntamientos donde ha sucedido en el pasado. «Los que han gestionado de manera ordenada esos ingresos han favorecido un desarrollo muy importante. Por eso digo que la transformación que vamos a vivir va a ser tremenda y ese impacto de ingresos de las renovables va a retornar en muchas mejoras en infraestructuras y que se favorezca la actividad empresarial y la sostenibilidad». Se nota ya, afirmó: «Aragón está en una situación más ventajosa que España en ratios de crecimiento».

«Somos referente, indudablemente», apostilló el directivo de Samca, Javier del Pico. «Tenemos territorio. recursos, desarrolladores preparados y el momento no es ahora, fue ayer», manifestó, en relación a esos años perdidos, de 2012 a 2018, ya que «deberíamos tener más hecho» sin la paralización de aquellos años. «En lugar de tener 6.000 megavatios, tendríamos 30.000 más que nos pondrían en otra situación a nivel de precio y dependencia», indicó, aunque «hay que ser positivos y la situación de Aragón es de privilegio pese a que nos detuvimos en el pasado». La directora de Proyectos de Desarrollo Eólico de Forestalia volvió la vista también hacia esos años en los que su empresa ya apostó «en 2016, en esa primera subasta ministerial, porque se podían construir parques de renovables y explotarlos a coste cero, sin ninguna prima y desde entonces nadie se plantea eso». Por último, Breto abogó por sujetar entre todos ese valor diferencial que son las renovables para Aragón. «Tenemos mucho potencial que explotar», dijo, reivindicando la «necesidad de interconexiones eléctricas» ya que «consumimos 7,9 megavatios/hora por persona al año; somos la segunda comunidad en consumo por habitante, lo que se explica no por los que somos sino por tener una potente industria que consume mucha energía y, por tanto, las interconexiones son fundamentales para dar seguridad energética, igualar el precio del megavatio y ganar en gobernanza».