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Lo que nos traerá la crisis: más transporte público y atención al termostato

Sánchez ha avanzado que se tendrán que adoptar medidas de ahorro energético y habrá que impulsar un aumento del teletrabajo, fomentar el transporte público, bajar algún grado la calefacción o subirlo en el aire acondicionado.

Varios pasajeros esperan para subir al tranvía de Zaragoza
Varios pasajeros esperan para subir al tranvía de Zaragoza
Guillermo Mestre

Más teletrabajo y transporte público y menos calefacción y aire acondicionado. Son algunas recetas en las que ha pensado el Gobierno para impulsar el ahorro energético, alternativas a las que ya recurren muchos españoles ante la subida de precios de los combustibles y la electricidad, y pese a la ola de calor que azota al país y que ha provocado estos días que la demanda eléctrica se dispare.

Medidas que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, deslizó en el debate sobre el estado de la nación y que, según afirmó, no atentarán contra el modo de vida de los españoles, "pero sí serán acciones que permitan defender nuestros valores y nuestro modo de vida cuando se ve atacado".

Y, aunque España no es de los países que más afectado se ve por las consecuencias energéticas de la invasión rusa de Ucrania, el Gobierno quiere arrimar el hombro en Europa y no descarta nada sobre las consecuencias de la guerra, tampoco que Putin decida cortar el gas a Europa, con las consecuencias que tendría sobre la economía española y europea.

Por eso, Sánchez ha avanzado que se tendrán que adoptar medidas de ahorro energético y habrá que impulsar un aumento del teletrabajo, fomentar el transporte público, bajar algún grado la calefacción o subirlo en el aire acondicionado.

Más teletrabajo y ayudas al transporte público

Una de las medidas anunciadas por el Gobierno es la gratuidad de los abonos de varios viajes para los trenes de servicio público de cercanías, rodalies y media distancia operados por Renfe entre el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre.

Desde que comenzase la subida de los precios de los combustibles tras el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, a finales del mes de febrero, el transporte público se ha convertido en la principal alternativa de los españoles al uso de sus vehículos privados.

La elección de autobuses, metros y otros transportes urbanos e interurbanos por parte de los ciudadanos, en muchos casos para ahorrar, aumentó entre enero y mayo un 37 %, con una cifra total de viajeros en ese último mes de 399.406, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Se trata de un ascenso similar al registrado en comparación con mayo del pasado 2021, cuando en España, en mitad de la incertidumbre provocada por las olas de la pandemia, se movieron en transporte público 290.072 personas.

Destaca el incremento del uso de autobuses, Cercanías y otros trenes interurbanos, que en mayo acogieron a 111.547 viajeros, un 40,1 % más que el pasado mes de enero, y un 43,6 % más que en el mes de mayo de 2021.

Otra de las medidas que se impulsarán para el ahorro energético será la apuesta por el teletrabajo, protagonista durante los primeros meses de la pandemia, cuando el confinamiento domiciliario obligó a las empresas a echar la lleve de las oficinas para encender el ordenador en casa.

En abril de 2020, durante el confinamiento más duro, hasta 3,56 millones de empleados, un 20 % de los ocupados en España, se acogieron a este método de trabajo.

Dos años después, en torno a 2,75 millones de ocupados continúan trabajando desde casa, una cifra todavía superior a los 1,6 millones que practicaban el teletrabajo a finales de 2019.

Más pobreza energética

La imposibilidad de satisfacer las necesidades básicas por el suministro energético, el retraso con las facturas eléctricas o la incapacidad para mantener la temperatura adecuada en el hogar son algunos de los indicadores de pobreza energética que afecta a, al menos, el 9,6 % de los hogares.

Según los últimos indicadores de 2020 del Ministerio de Transición Ecológica, el 10,9 % de las familias no pueden guardar una temperatura adecuada para su vivienda en invierno -un incremento de tres puntos respecto a 2019-, y el 16,8 % tienen un gasto desproporcionado en energía.

Pese a que los datos del Ministerio también reflejan que el 10,3 % de los hogares sufren una pobreza energética oculta al ser su consumo inferior a la mitad de la mediana nacional, un estudio de la Universidad Pontificia de Comillas recoge que estas cifras aumentan hasta el 21 %.

Del mismo modo, este estudio destaca que casi uno de cada diez hogares tienen retrasos con el pago de las facturas eléctricas.

De cara a fomentar el ahorro energético, Sánchez ha propuesto reducir en los hogares la temperatura de la calefacción y subir en verano la del aire acondicionado -presente únicamente en el 36 % de los hogares, según datos del portal inmobiliario Idealista-.

Para disminuir los costes energéticos, Cruz Roja recomienda por su parte utilizar luces LED, evitar infiltraciones de aire en el hogar y sustituir los electrodomésticos en mal estado.

Desde la ONG también han denunciado que tres de cada cuatro familias atendidas en España no pueden mantener la temperatura recomendada en sus hogares, y advierten del peligro del incremento de la pobreza energética por la guerra en Ucrania.

Además, la pobreza energética está directamente relacionada con la salud. De acuerdo con un informe de Médicos del Mundo, las personas en peligro energético padecen un mayor riego de muerte y entre tres y cinco veces más probabilidades de padecer bronquitis crónica, depresión y ansiedad. 

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