Cae el uso de los ERTE con 415 aragoneses afectados frente a los 1.193 de diciembre
La industria, por la crisis de suministros, es el sector que más expedientes solicita y deja en segundo lugar al de servicios, que era el que más los demandaba en 2021
Una caída drástica en la utilización masiva de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) es la que dejan los datos de este primer semestre del año en Aragón. La vuelta a la actividad normal, en casi todos los sectores tras dos años de pandemia, se traduce en que, con fecha 30 de junio, únicamente quedan 415 trabajadores aragoneses afectados por esta medida, mientras que en diciembre del año pasado eran 1.193. Una cifra muy alejada de los 18.219 empleados aragoneses que estaban en esta situación en el mismo mes de 2020. Fue a finales del año 2021 cuando ya se acusó una fuerte bajada en trabajadores afectados, al reducirse un 98,63% respecto al pico de la pandemia, alcanzado en abril de 2020 con 86.986 aragoneses incluidos en ERTE.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón, al finalizar el primer trimestre de este año expiraron más de un millar de ERTE por causas covid que habían sido prorrogados del año anterior. Y desde entonces se han registrado 221, en su mayoría ya no relacionados con la covid: 92 vinculados a causas de producción, 66 a económicas, 2 a técnicas, 13 a razones organizativas, 12 que están pendientes, y 36, que sí que son de fuerza mayor por la covid.
Respecto a los trabajadores afectados, las mismas fuentes indicaron que suman un total de 415: 327 correspondientes a ERTE por causas técnicas, organizativas y de producción (ETOP), 22 a ERTE por fuerza mayor (FM) y 66 al mecanismo RED establecido para el sector de las agencias de viajes, uno de los más castigados por el coronavirus.
Junto con la bajada en la utilización masiva de los ERTE, que tanto sujetó el empleo en las empresas durante los meses más duros de la covid, se observa un cambio en la tendencia de los sectores que los siguen solicitando. Es más la industria que los servicios cuando este sector (por las restricciones impuestas por la covid) fue el dominante el pasado año.
En la actualidad, son las empresas del ramo industrial las que más los presentan para disponer de flexibilidad ante una crisis de suministro de semiconductores y falta de otras materias primas que no lleva visos de acabar y que está provocando la pérdida de muchos turnos productivos en las fábricas. Así, de los 189 expedientes autorizados –de 221 registrados por la Dirección General de Trabajo–, 102 pertenecen a la industria, 78 al sector servicios, 5 a construcción y 4 a agricultura. Y lo positivo, recordó Soledad de la Puente, directora general de Trabajo de la DGA, es que la mayoría son de suspensión temporal de empleo o de reducción de jornada y los menos, los de extinción de la relación laboral.
En cualquier caso, los 189 expedientes en vigor nada tienen que ver con los 18.962 que tuvo que tramitar la dirección general de Trabajo en 2020, el primer año de la pandemia. «Constatamos que la actividad en la práctica totalidad de los sectores ha vuelto a recuperar valores prepandémicos», subrayó De la Puente. «Es más, si atendemos al número de trabajadores que efectivamente han visto reducida o suspendida totalmente su jornada laboral, la conclusión no puede ser otra que aun teniendo un determinado número de ERTE vigente, su utilización ha disminuido también drásticamente».
«Veremos a ver qué sucede pasada la época estival con el precio de la energía, del combustible y la crisis de suministros», advirtió José de las Morenas, secretario de Política Sindical e Industrial de UGT Aragón. Y «la afección que todo eso puede tener en el empleo», añadió, tanto por los problemas de desabastecimiento que están teniendo las industrias como por la deriva que pueda tener el coste energético por la prolongación de la guerra en Ucrania.
