economía
Día de estreno del tope al gas: 5 claves de cómo va a afectar a la factura de la luz
El precio en el mercado mayorista baja, pero no se notará aún en la factura regulada y sobrevuelan nubes negras como la crisis con Argelia que se ha sumando a la guerra en Ucrania y la ola de calor.
El llamado 'tope al gas' se ha estrenado este miércoles con una rebaja del precio mayorista de la electricidad alrededor del 23%. Una primera noticia positiva de la medida, que no se traduce en una rebaja del recibo para la tarifa regulada, pese a que el Gobierno lo que busca es contener no solo el precio de la electricidad en la factura de la luz sino de la mayoría de bienes que ven incrementados sus costes de producción. Sin embargo, ni es un tope ni asegura una rebaja prolongada, porque nuevos problemas se ciñen sobre el mercado energético, como el conflicto diplomático con Argelia, principal proveedor de gas para España hasta este año, y aumenta la demanda de energía con la ola de calor.
De momento, la electricidad se paga a 165,59 euros el megavatio hora (MWh) este miércoles, por debajo del día anterior, pero todavía es casi cuatro veces más cara que antes de que empezara la escalada de precios. José María Yusta, profesor de la Universidad de Zaragoza y experto en mercados energéticos, advierte de que en el estreno del tope del gas el precio de la electricidad para los clientes con la tarifa regulada (PVPC) ha resultado algo más caro que el día anterior. El profesor da algunas claves sobre la nueva situación:
1. ¿Qué significa que existe un tope al gas?
Se limita el precio del combustible (del gas) que utilizan las centrales eléctricas que funcionan alimentadas con gas (inicialmente a 40 euros/MWh de gas, en doce meses el promedio será 50 euros/MWh), lo que debería permitir que el precio horario del mercado eléctrico se reduzca.
Sin embargo, el precio del gas sigue variando en los mercados donde se negocia, pero se establece un precio máximo y el resto se compensa. El tope "empieza con un precio límite de 40 euros, pero la diferencia entre el precio al que cotice hay que pagarla", ha recordado, lo que hace que todavía no vean rebajas los clientes del mercado regulado. Serán los gobiernos los que cubran esta diferencia. De ahí que si el precio sigue subiendo, mayor será el esfuerzo público para mantener un precio razonable.
2. ¿Por qué se habla de que España y Portugal son una 'isla energética'?
Porque la capacidad de las interconexiones internacionales de gas y electricidad de España con Francia es muy pequeña, lo que limita las posibilidades de importación y exportación de energía, necesarias para el desarrollo del mercado interior europeo y para mejorar la seguridad del suministro. La Unión Europea ha tenido esto en cuenta para aprobar una excepción 'ibérica' a estos dos países y que puedan topar el gas.
3. ¿Puede haber problemas de suministro?
No, no se esperan problemas de suministro. España es completamente dependiente del exterior para el suministro de gas, pero el abastecimiento está muy diversificado: un 30% del gas proviene de Argelia vía gasoducto Medgaz; el resto procede de 14 países distintos vía buques metaneros, que transportan el gas por vía marítima hasta las seis plantas de regasificación en las costas españolas. Es muy improbable que tengamos un problema de suministro físico de gas.
En cuanto al suministro eléctrico, tenemos también un mix energético muy diversificado. En 2021 el 48% de la electricidad producida fue de origen renovable, el resto principalmente centrales de gas y nucleares.
4. ¿La crisis diplomática con Argelia puede hacer subir el precio?
Sí, dado que se van a revisar al alza los precios de abastecimiento de gas a las compañías energéticas españolas con contratos de largo plazo, lo que acabará repercutiendo en los consumidores. El país del norte de África está ahora enfrentado con España por el cambio de postura frente al Sahara Occidental, ya que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha acercado más a Marruecos.
5. ¿Por qué si baja el precio del gas bajará la factura de la luz?
El mercado eléctrico es de tipo marginalista, es decir, el precio de la última oferta aceptada para casar la demanda es el que determina el precio a percibir por todas las centrales eléctricas que hayan presentado ofertas a precios inferiores a ese, y es el precio que pagarán los comercializadores y consumidores que compran la electricidad en cada hora. En el momento actual, las ofertas que presentan las centrales de gas son las que marcan el precio cada hora, y son las responsables del gran incremento del precio del mercado eléctrico en el último año. Al limitar el precio del gas, las ofertas que presentarán estas centrales eléctricas serán a precios inferiores, lo que permitirá que el precio horario del mercado eléctrico se reduzca. Sin embargo, una bajada de precio en la factura depende de más factores.
Pese a los esfuerzos para conseguir este precio máximo, para Yusta, la rebaja conseguida con el tope al gas "no es suficiente" ya que "se esperaba una reducción mayor". Además, recuerda que la diferencia entre la cotización del precio del gas (78 euros/MWh) y el valor del tope de gas de 40 euros/MWh "se repercutirá a todos los consumidores con contratos indexados al mercado eléctrico diario", es decir, aquellos hogares con tarifa regulada (PVPC) o empresas y administraciones que compran la energía directamente al mercado van a pagar más este primer día. Esa repercusión ha sido a fecha 15 de junio de casi 60 euros/MWh. Así, concluye que en su estreno "la medida del tope al gas, por ahora, no va a conseguir sus objetivos".
En ello coinciden desde Selectra. "A corto plazo no se van a vivir niveles de 2020 de 70 euros el megavatio", apunta Joaquín Segura, portavoz de la comercializadora eléctrica. Entre los factores señala el aumento de la demanda de electricidad por la ola de calor, que hace subir los precios del mercado. Tampoco esperan precios mucho más bajos desde la comercializadora de energía aragonesa Syder. "Si el precio del gas sube hará que el coste de compensación a las plantas por el tope del gas suba y por tanto el precio de la energía de los clientes a mercado: PVPC (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor) y clientes indexados", apunta Jorge Soria, director general de la firma. El conflicto en Argelia y la guerra en Ucrania no ayudan.
Por todo ello, "en los últimos meses muchos clientes han huido del PVPC a precios fijos del mercado libre ofrecido por los grandes grupos energéticos", reconoce.
Con los niveles de precios tan altos, Segura recomienda a quienes busquen una tarifa fija en el mercado libre "cada dos años coger la factura y echar un vistazo al mercado a ver lo que hay". Reconoce que el año pasado fue el que registró más fuga de clientes del mercado regulado, pero este "la gente está esperando a ver esta medida cómo funciona", dice, en referencia al tope del gas. "Los de la tarifa libre que acaban el contrato quieren ver qué pasa con el tope de gas por si cambian al regulado o de compañía". Cree que después del verano se podrá hacer una mejor valoración del impacto de la nueva medida.
