Ibercaja Banco mantiene su apuesta por salir a bolsa, opción elegida para cumplir con el mandato legal de rebajar del 50% la participación de la Fundación Ibercaja en el accionariado antes del 31 de diciembre. "Hemos hecho los deberes y estamos listos para salir cuando las condiciones sean oportunas", dijo el pasado miércoles Antonio Martínez, director del Área Financiera de la entidad, si bien fuentes del mercado hablan de un escenario más abierto.

Tras paralizar el 1 de febrero el proceso de salida al mercado bursátil iniciado el 20 de enero, que se hubiese traducido en un salto al parqué a mediados de febrero, el banco descartó aprovechar la primera ventana de mercado del año. Con las cuentas del cierre de 2021 pudo haber optado por salir en la segunda ventana, en abril, pero la volatilidad internacional causada por la guerra en Ucrania la desaconsejó.

Con los resultado del primer trimestre publicados este jueves, la tercera ventana posible es la de junio, de modo que ahora Ibercaja tiene mes y medio para valorar si ese es el mes elegido para salir a bolsa, decisión que dependerá de la volatilidad de los mercados internacionales, una condición que no depende del banco aragonés. Otras condiciones, tener las cuentas saneadas y niveles de rentabilidad que cubren ya el coste de capital, y seguir adelante con los trámites correspondientes, sí se cumplen, como demuestran los resultados del primer trimestre publicados ayer y la presentación a la CNMV y la publicación, el pasado martes, del documento de registro de emisor.

Si la volatilidad vuelve a desaconsejar ese salto bursátil, Ibercaja tendría la posibilidad de constituir un fondo de reserva, alternativa que permite la ley a entidades que no optan por la salida a bolsa (como es el caso de Kutxabank). Eso quitaría presión en el calendario al banco aragonés, aunque este no ha cambiado en ningún momento que su apuesta sigue siendo cotizar en el mercado.