automoción
Stellantis Zaragoza solo producirá el Corsa en diez días por falta de piezas
La crisis de suministros obliga a la planta a cancelar la fabricación del Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross la próxima semana.
La crisis de suministro de piezas, fundamentalmente de chips semiconductores procedentes en su origen de Asia, sigue condicionando la actividad de las plantas de automóviles en Europa y la de Opel España en Figueruelas, del grupo Stellantis, no es una excepción. La dirección de la factoría zaragozana anunció ayer un nuevo parón importante en una de sus dos líneas de producción, en la que ensambla el Opel Crossland y el Citroën C3 Aircross. Desde ayer y durante toda la semana próxima de la fábrica solo saldrá el Opel Corsa.
La dirección de la planta aragonesa de Stellantis ya comunicó el miércoles que la línea 1, donde se montan los dos SUVo todocaminos de Opel y Citröen, no tendría actividad productiva ni ayer por la tarde, ni durante las jornadas de hoy del lunes. Ayer añadió que no se fabricará tampoco durante el resto de la semana. En la línea 2, la del Corsa, donde están cancelados los turnos de hoy por la tarde y del domingo por la noche, sí habrá actividad desde el lunes a las 6.00.
La crisis de suministros, que afecta a las factorías de automóviles desde hace más de un año, se ha agravado con los efectos de la guerra en Ucrania. Según informó ayer la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), durante los tres primeros meses del año actual el ensamblaje de vehículos en las fábricas españolas se redujo un 16,9%, hasta las 550.454 unidades. En marzo, la producción de vehículos cayó un 20,1%, hasta situarse en las 181.401 unidades. Por tipo de vehículo, la fabricación de turismos y todoterrenos contabilizó un descenso del 10,6% en marzo, hasta 152.705 unidades, mientras que en lo que va de año la cifra se contrajo un 13,5%, con 443.124 unidades.
El director general de Anfac, José López-Tafall, afirmó que la incertidumbre internacional ocasionada por los ataques rusos a Ucrania, junto con la crisis de los microchips y componentes «están condicionando el ritmo de los centros de producción y la demanda procedente de los mercados exteriores». Pese a ello, apuntó que el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC) representa una «oportunidad», por lo que instó a que una vez asignados los fondos a los diferentes proyectos «se agilicen su puesta en marcha».
El retraso en la tramitación de este Perte está posponiendo decisiones de inversión en compañías como Opel España, que ultima la presentación de un proyecto basado en la electrificación de una de sus líneas y que incluirá la participación de empresas de menor tamaño. El anuncio, el pasado miércoles, de la ministra de Industria, Reyes Maroto, de que estudiaba ampliar dos semanas el plazo para la presentación de proyectos (que debía cerrarse el 3 de mayo) abre la posibilidad de nuevos retrasos en la gestión del programa. Maroto, en todo caso, está segura de que la convocatoria –con la que el Gobierno prevé movilizar más de 24.000 millones de euros entre inversiones públicas y privadas– «será un éxito».
