economía
Los economistas destacan que deflactar el IRPF permite esquivar los efectos "perniciosos" de la inflación
El REAF ha defendido la necesidad de esta medida en impuestos progresivos como el de la Renta.
Los bolsillos de los contribuyentes se resienten en épocas de subidas de precios como las actuales. La inflación ha superado ya el 10% en comunidades como Aragón, por lo que la pérdida de poder adquisitivo aumenta y los intentos de remediarla pueden tener efectos "perniciosos". Así lo han explicado los economistas en la presentación de esta semana de las recomendaciones para la campaña del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuyo plazo comenzó este mes. La solución, deflactar la tarifa.
Luis del Amo, secretario técnico del Registro de Asesores Fiscales (REAF) ha explicado en qué consiste la deflactación necesaria para afrontar épocas inflacionistas en los impuestos que tienen unas tarifas progresivas, un término que estos días ha puesto sobre la mesa el nuevo líder de los populares, Alberto Nuñez Feijóo, en su plan de rebaja fiscal. De no hacerlo, los incrementos para intentar paliar el empobrecimiento de los salarios pueden hacer subir la factura con Hacienda.
La situación "perversa" se produciría en el caso de que aumenten los ingresos pero en la práctica se pierda poder adquisitivo, según el órgano del Consejo General de Colegios de Economistas. "Si en el escenario de inflación se decide que se sube el salario para compensar la inflación que existe", ha señalado Del Amo. El aumento podría hacerle saltar de tramo del impuesto y tener que pagar más a Hacienda, aunque en la práctica, su poder adquisitivo hubiera caída. Con la deflactación se permite "que no aumente de tramo cuando sube la renta 'nominal' y no la 'real'"
Ejemplo para el sueldo de un trabajador:
Desde el Reaf se pone el ejemplo de un empleado soltero y sin hijos, que en 2021 tenía un sueldo bruto de 22.000 euros (el mínimo para estar obligado a presentar la declaración si se cobra solo de un pagador) y en 2022 le suben el salario un 1,5%, pasando a ganar 22.330 euros.
- Tramos del IRPF sin deflactar. En caso de que las tarifas del impuesto permanezcan con los actuales límites, tendría que pagar 2.861,89 euros, cuando si no le hubieran subido (por 22.000€ brutos) pagaba 2.787,72 euros.
- Tarifas deflactadas. Si se suben los tramos, en función del incremento salarial, por ejemplo del 1,5% medio en 2021, habría pagado 2.852,55 euros, es decir, 9,34 euros menos. Si la subida hubiera sido del 3% y la deflactación al mismo porcentaje, la diferencia alcanzaría el doble, 18,67 euros. En el caso de un trabajador que ganaba en 2021 50.000 euros y que le suben el 1,5%, el sueldo bruto pasa a ser de 50.750€, el efecto de no deflactar la tarifa al 1,5% es de 64,48 euros. Si la subida fuera al 3%, el efecto de no deflactar a ese porcentaje sería el doble, 128,96 euros.
Del Amo ha señalado que se pueden actualizar con la inflación más parámetros de la renta como los mínimos familiares. Desde 2008 no se deflactan las tarifas, pero considera que, pese a ello, "las tarifas han cambiado muchísimo, en la renta ha habido reformas". De ahí que no cree que sea comparable la situación actual con la de hace 14 años, aunque reconoce que "de 2015 para acá tenemos una tarifa prácticamente igual".
