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Las 5 razones por las que una mujer cobra menos que un hombre

La brecha salarial sigue siendo una realidad en muchos sectores, según denuncian los sindicatos, que esperan los resultados de los planes de igualdad retributivos que desde esta semana son obligatorios en empresas de más de 50 trabajadores.

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En una sociedad en la que la mujer se ha incorporado al mercado laboral en todos los sectores, aunque en algunos su presencia sigue siendo reducida, hay quienes niegan que pueda existir la brecha salarial. A igual trabajo existe igual remuneración. A partir de ahora, esta creencia, o la contraria, se podrá comprobar con datos en las empresas de más de 50 trabajadores, ya que ha entrado en vigor esta semana la obligación de contar con un plan de igualdad y una auditoría retributiva. Este se empezó a aplicar el año pasado por estas fechas a las compañías de más de 150 trabajadores. Supone poner sobre la mesa los salarios de todos los trabajadores para saber si las diferencias salariales están justificadas o no.

"La propia sociedad tiene dudas sobre si existe la brecha salarial, porque si a cualquier persona le preguntas si cobra distinto un hombre y una mujer por un mismo puesto te dice que eso no ocurre", plantea Medea Gracia, responsable del departamento de la Mujer de UGT-Aragón. Si en la empresa o el sector se aplica un convenio, este "se firma en igualdad de condiciones", afirma. Sin embargo, las "trampas" pueden estar en la letra pequeña o no tan pequeña, como la definición del puesto, la categoría y los complementos que se aplican a hombres y mujeres.

Sueldos sobre la mesa

Con la normativa estrenada el año pasado, "las empresas tienen la obligación de presentar a las organizaciones sindicales una fotografía de los salarios de todas las personas desglosadas por sexo. Salario base y complementos. En estos estamos detectando la brecha", reconoce. Esta se incluye en los Reales decretos 901/2020 de planes de igualdad y el 902/2020 de igualdad retributiva entre hombres y mujeres. Así, "en puestos de la misma categoría, si hay brecha salarial de más del 25%, hay que justificarla en los planes de igualdad retributiva", añade. Y si no es posible, eliminarla. "Brecha hablamos del cómputo total", matiza, entre los salarios de hombres y de mujeres.

Un informe de la secretaría de Política Social e Igualdad de CC. OO. Aragón apuntó la semana pasada que la brecha en la comunidad supera el 29%, siendo la segunda más alta de España y que las mujeres tendrían que incrementar su salario en 6.044,48 euros para equiparar su nómina con la de los hombres.  Un informe de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) señala que esta cantidad es algo inferior, pero sigue existiendo una brecha de 5.213 euros.

Las mujeres representan el 47,5% de la población asalariada en Aragón y se concentran en los sectores de actividades sanitarias y servicios sociales, educación y personal doméstico, todas ellas destinadas al cuidado y la atención, según el documento.

Los principales factores que contribuyen a la desigualdad salarial y en las pensiones son los siguientes:

  • Los sectores feminizados son los más precarios. La brecha salarial comienza a gestarse desde el inicio de la vida laboral de las mujeres. Existen sectores y puestos ocupados mayoritariamente por hombres y otros por mujeres. Entre estos últimos se encuentran los que cuentan con salarios más bajos como los de limpieza y cuidado de ancianos y niños. Sectores con un importante peso de la economía sumergida y contratos por horas. Desde CC. OO. se ha lamentado la "poca presencia de mujeres" en sectores con mejores condiciones laborales como la industria, a pesar del gran peso que tiene en la comunidad.
  • Más jornadas reducidas y parciales entre las mujeres. Otro factor que hace que la nómina de las mujeres se reduzca es que a lo largo de su vida laboral si se necesita reducir la jornada para favorecer la conciliación familiar, en la mayoría de los casos acorta su trabajo ella. Solo un 2% de los hombres piden trabajar menos horas para dedicarse a los cuidados de un hijo o un familiar. Ocurre igual en el caso de los contratos a tiempo parcial, que son ocupados en un 81% por mujeres, según los datos recogidos por CC. OO. Aragón en su último estudio de brecha salarial. Sonia García, secretaria de Política Social e Igualdad del sindicato, dijo durante la presentación del informe que la parcialidad explica "casi la mitad de la brecha salarial". Así, la jornada a tiempo parcial es "coyuntural" en los hombres mientras que es "estructural" en las mujeres. No todos serían deseados.
  • Complementos desiguales. En algunas situaciones el salario de los hombres es superior porque se le añade un complemento. Por ejemplo, entre las limpiadoras y la persona que limpia los cristales, el salario de esta última, que suele ser hombre, es mayor, cuando el trabajo es similar. En algunos se añaden complementos de fuerza, peligrosidad o disponibilidad, sin que estén plenamente justificados.
  • Dificultades de promoción. A lo largo de la vida laboral, hay más salarios de mujeres que se estancan que de hombres. Acceder a puestos de responsabilidad, con más retribución, resulta complicado con reducciones de jornada o contratos a tiempo parcial. Desde los sindicatos consideran necesario el impulso de las medidas de corresponsabilidad en las obligaciones familiares de hombres y mujeres, como aquellas dirigidas a "premiar" a los hombres que, por ejemplo, piden una reducción de jornada, y no tanto a "castigar" a la mujer. Todo ello para ayudar a romper el techo de cristal.
  • Pensiones más bajas. Con la situación anterior, menos jornada cotizada deriva en una pensión menor, sobre todo, si en vez de reducción de jornada se termina por dejar de trabajar durante los primeros años de crianza de los menores o más adelante, para cuidar a los ascendientes.

En el origen de las desigualdades, desde los sindicatos apuntan a un componente de carácter "cultural y social" que hace que las niñas elijan unas profesiones y los niños otras. Este es el que cuesta más tiempo cambiar para caminar hacia la igualdad porque supone que parte del techo de cristal sea construido por las propias mujeres con la sobrecarga de responsabilidades en los cuidados. La situación "va mejorando, pero sigue con cifras bastantes preocupantes", considera Gracia, desde UGT.

Entre las medidas que han ayudado a reducir esa brecha apunta a la subida del salario mínimo porque se subió el sueldo en "muchos de esos puestos que eran precarios y mayoritariamente ocupados por las mujeres", explica. Actualmente el SMI se sitúa en 1.000 euros al mes. E insiste en la corresponsabilidad. "Si los hombres se comprometieran en los cuidados la situación en los trabajos mejoraría", afirma la sindicalista.

Desde CC. OO. se considera también que la reforma laboral ayudará a reducir la brecha porque desaparecen los contratos de obra y servicio "que afectan mayoritariamente a las mujeres y mejorará la estabilidad del empleo femenino", señaló García. El sindicato confía en el efecto de los planes de igualdad que vayan elaborando las empresas, con las radiografías de los salarios. 

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