Economía

Soluciones a la carta en robótica para pymes

Referente en el mundo de la soldadura, Gala Gar, fundada en 1944, ha creado su propia marca en automatización de procesos.

Todo el equipo de Synerbot, en las instalaciones de Gala Gar en el polígono de Cogullada.
Todo el equipo de Synerbot, en las instalaciones de Gala Gar en el polígono de Cogullada.
Oliver Duch

En idear soluciones automatizadas para soldadura en talleres y pequeñas y medianas empresas del Metal está volcada la compañía aragonesa Gala Gar, con 75 años de experiencia. "Queremos hacer maquinaria que aporte un valor diferencial a la industria", señala Julián Simón, jefe de Ingeniería de la firma. "Creamos la marca Synerbot para esta nueva línea de negocio que desarrolla soluciones de robótica llave en mano para el usuario final. Como a las pymes les da bastante miedo todo lo que suene a industria 4.0, quisimos aportar soluciones sencillas y accesibles". Y de paso, explica, ayudan a mitigar otro problema en este sector que es la falta de perfiles cualificados en oficios. "Aplicamos la I+D para automatizar y robotizar procesos manuales y lo hacemos de forma que un soldador de 58 años no tenga problemas en programar", afirma.

En colaboración con empresas externas como Kuka, Universal Robots, Mecánicas Pirineo y Margil, entre otras, Gala Gar pretende que la robótica se incorpore a los pequeños talleres y empresas y no forme parte solo de las megafactorías. "Los robots les ayudan a ser más eficientes, ganar en calidad y evitar rechazos de piezas", dice el responsable de Ingeniería, que estima el retorno de la inversión para los clientes en año y medio. En su caso, han sido alrededor de 700.000 euros los que han destinado al desarrollo de la marca Synerbot, que incluye el sistema de datos ‘cap bot’ que permite el desarrollo y análisis posterior de datos de forma personalizada, así como un software ‘synerwell" que hace fácil el manejo de los robots.

La programación y análisis de datos permite mejorar procesos.
La programación y análisis de datos permite mejorar procesos.
Oliver Duch

Doce personas integran el departamento de Ingeniería de esta firma, ubicada en el polígono de Cogullada, que está pensando ya en ampliar sus instalaciones el próximo año. Contentos del resultado obtenido con esta nueva línea de negocio, que supone ya 2 millones de los 11,6 facturados el pasado año, mantienen también la fabricación de equipos de soldadura -origen del negocio- y el mercado de la distribución. Con unas 70 personas en plantilla aunque llegaron a estar 220 antes de la crisis de 2008, Gala Gar trabaja fundamentalmente para el mercado nacional aunque cuenta con una filial en Argentina, donde tiene a siete personas trabajando, algunas también en México y presencia en mercados de 50 países. La apuesta es potenciar más las ventas al exterior que representan el 25%. "Francia es el mercado más importante para nosotros y el norte de África: Túnez, Marruecos o Argelia". Acaban de incorporar, dice, a un profesional de Croacia, con lo que suman nueve nacionalidades en la empresa, para ganar clientes en Europa central y del Este. El equipo directivo de Gala Gar reconoce que debido a la guerra en Ucrania han tenido que paralizar los envíos a Rusia. "El propio cliente nos ha dicho que no sabría cómo nos lo podría pagar", así que de momento, se ha interrumpido y también un pedido nuevo que tenían para Ucrania.

Esta compañía nació en un local de la calle Toledo solo como distribuidor, pero pronto empezaría a fabricar equipos en una nave de la calle Albarracín donde el crecimiento les llevó a separar la actividad en 1977 en tres empresas especializadas Gala Gar, Galasol y Solgar, dependiendo del tipo de soldadura. El traslado a Cogullada, donde ocupan 6.000 metros cuadrados, volvió a reunir todo en una sola ubicación industrial.

Industria 4.0 y diversificación, palancas para poder crecer

Junto con la fabricación de equipos originales en soldadura y corte por gas, válvulas de seguridad, quemadores y grupos autónomos portátiles, Gala Gar se ocupa también de aportar soluciones automatizadas para otros sectores de actividad como el de la hostelería o la aeronáutica. "Tenemos clientes que nos piden industrializar los procesos manuales para hacer las barras de acero de los bares y desde Synerbot les aportamos la solución. O también en los manorreductores para el CO2 en contenedores de cerveza. Asimismo, "en el mundo de los aviones requieren de automatismos para el hinchado de las ruedas o la soldadura del aluminio y el titanio y ahí entramos nosotros", indica Simón, jefe de ingeniería de esta empresa veterana. En el sector agrario también están presentes suministrando a varias bodegas las cunas en las que se apoyan los toneles. Y en el mundo del deporte, que está de moda, algunos de los fabricantes del vallado de pistas de pádel han contactado con Gala Gar para que les robotice un proceso que hasta ahora hacían manualmente. Pero no solo a diseñar nuevas robotizaciones se dedica esta compañía, sino también a la reparación de equipos de los años 70. Dar servicio es una de las máximas de la dirección de Gala Gar, que considera la diversificación y la industria 4.0 las palancas para seguir creciendo.

Este año, adelanta el responsable de Ingeniería, hay buenas expectativas: "Tenemos proyectos hasta noviembre y queremos ampliar en dos personas el equipo, una especializada en el diseño de soluciones robotizadas, es decir, que de forma a la nueva generación de máquinas y otra para todo lo que es la programación".

Además, Gala Gar suministra equipos de protección laboral, desde pantallas electrónicas a generadores de ozono o máscaras como las que han prestado para la exitosa serie televisiva ‘La casa de papel’ o los equipos de ensayos que han podido verse en algunas de las demostraciones del programa ‘El hormiguero’.

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