El alza de precios de materias primas amenaza a la actividad agraria y la industria alimentaria

El sector, que ya sufrió el veto ruso impuesto en 2014, avisa que la crisis será larga si la guerra dura mucho tiempo

Animales de la raza de Araparda.
Animales de la raza de Araparda.
Araparda

Si hay un sector que sabe lo que es sufrir las consecuencias económicas de un enfrentamiento entre Rusia y Occidente ese es el agrario. En 2014, las tensiones de Moscú con Estados Unidos y la Unión Europea dieron lugar al veto ruso a la exportación de productos de alimentación, desde frutas y hortalizas hasta la carne, los embutidos o los mariscos. Fueron numerosos los productores aragoneses que se vieron afectados por la medida, de la que no se han conseguido recuperar aún muchos de ellos. El estallido ahora del conflicto bélico ahonda en ese escenario con nuevas amenazas.

"El impacto de esta crisis en la agricultura y la ganadería puede ser muy elevado, porque a las consecuencias de los vetos rusos se unen las derivadas de la dependencia energética de Rusia, lo que elevará mucho nuestros costes de producción", apuntó José Manuel Roche, secretario general de la organización agraria UPA en Aragón. "Serán muchas las consecuencias indirectas en cuanto al precio del trigo o del maíz, lo que afecta mucho a la ganadería, y además está la dependencia energética de Rusia, con el encarecimiento del gas y del petróleo", añadió. "Al final va a subir todo, desde el pan hasta otros muchos productos", incidió, por lo que pidió confianza en la diplomacia para que la situación se arregle cuanto antes y haya menos muertos y menos pérdidas económicas.

Desde UAGA, su secretario general, José Manuel Alcubierre, señaló que el inicio de la guerra en Ucrania puede empeorar "la tormenta perfecta" que ya sufre el campo español, ya que a los efectos de la sequía y la falta de lluvias se sumarán nuevas alzas de los costes de insumos.

Jaume Bernis, responsable de Ganadería de COAG, la organización nacional que integra a la aragonesa UAGA, puso como ejemplo que en porcino -de gran importancia en Aragón- el 70% del coste de producción corresponde a los piensos, por lo que si el suministro de maíz ucraniano se paraliza, aumentaría la subida acumulada del 32% que ya ha registrado el alimento para el ganado desde hace unos meses.

"Si esto se alarga mucho, vamos a tener un año con muchos vaivenes", indicó por su parte Ignacio Domingo, gerente de la Asociación de Industrias de la Alimentación de Aragón (AIAA), quien se mostró convencido de que ante sanciones duras de Occidente, Moscú responderá con represalias económicas que pasarán factura a nuestras empresas. "Tanto Rusia como Ucrania son productores de cereal y otras materias primas, lo que está provocando ya alteraciones de precios que nos afectarán mucho", dijo.

Domingo, como los representantes de UPA y UAGA, apuntaron que si se prolonga la crisis la Unión Europea y gobiernos como el español deberán articular ayudas a los sectores más afectados. "Los nubarrones son muy gordos", incidió el gerente de la AIAA.

El ataque ruso a Ucrania pilló este jueves a José Manuel Roche en Bruselas. Como responsable de Relaciones Internacionales de ese sindicato agrario, representa los intereses del sector en el Comité Económico y Social Europeo (CESE), órgano consultivo de la Comisión. Eso le permite vivir muy de cerca la preocupación de la Unión Europea por el conflicto y destacar otra cuestión menos mencionada este jueves, la del papel que pueda asumir ahora China, país cercano a Moscú y al que se exportan muchos productos aragoneses.

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