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Subastas de palés de reventa, el negocio que nace de la devolución online que ya afecta al 30% de las compras

Estas ventas frustradas implican gastos de transporte que a veces superan el coste del producto.

Lo que hace unos años incluso se veía con desconfianza y recelo ha pasado a ser una práctica habitual e incluso necesaria para muchos: es la compra a golpe de 'click'. Se gana tiempo, la oferta se diversifica y, en ocasiones, es posible ahorrar dinero. Un tipo de consumo que en los últimos 10 años, según datos publicados por el Observatorio Cetelem, ha aumentado un 400% en España

En cifras económicas este porcentaje se traduce en que mientras el gasto en 2011 en compras online era de 10 millones de euros, en 2020 fue de 58 millones. Un crecimiento exponencial que en los dos últimos años ha contado con un factor inesperado: la pandemia y los nuevos hábitos de compra que ha supuesto

Pero cuanto mayor es el consumo también mayor es el número de devoluciones. De hecho, se calcula que el 30% de todas las compras en línea se devuelven. Tanto es así, que según un estudio de Cetelem en España publicado por la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), en 2021, el 36% de compradores online declaró haber retornado algún producto

"Esta gestión es un verdadero quebradero de cabeza para muchas de las plataformas de comercio electrónico", afirma Cristian Castillo, experto en Logística y profesor de los Estudios de Economía y Empresa de UOC.

"Los costes de transporte suelen duplicar a los de la entrega, además de los de gestión logística. Si se tiene en cuenta que estos productos devueltos cuando llegan a los almacenes no pueden ser ubicados directamente porque requieren personal que los verifique y compruebe para ver si son aptos para su posterior venta, estamos ante un gasto que en ocasiones supera el coste del producto en sí", advierte el Cristian Castillo. 

"La cantidad de devoluciones ha llegado hasta un punto en el que hay clientes que ya son castigados con limitaciones de compra por parte de los grandes vendedores", asegura el experto en Logística. Una opción que denuncian desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

"Los artículos 86 y 68.1 de la Ley de Consumidores y Usuarios establece que serán nulas las cláusulas que puedan limitar o penalizar nuestros derechos básicos reconocidos por la norma como sería el derecho de devolución". "De hecho, no hay ningún límite cuantitativo que permita considerar cuándo estamos ante un exceso de devoluciones, ni se limita de forma alguna tal facultad del consumidor", apuntan desde la OCU.

Reventa de palés como fuente de beneficios

Encontrar alternativas rentables a un producto al que ya no se le puede sacar beneficio alguno se convirtió en una prioridad a solucionar entre las grandes plataformas de ventas online "cuando el consumo en línea y la posterior devolución de productos superó todas las expectativas con llegada de la pandemia", comenta Cristian Castillo. 

¿La solución? La reventa de todo lo devuelto en grandes palés llenos de cajas que se compran como lotes en plataformas como Amazon Returns o Direct Liquidation. "En estas webs se hace una descripción genérica del tipo de producto que hay en los palés -ropa, electrodomésticos, juguetes-, y se ponen a subasta, en la cual el comprador que ofrece la puja más alta recibe el lote y ni la empresa que vende ni el vendedor se hacen cargo del estado de los productos ni de su originalidad", explica el profesor.

"La realidad, hoy por hoy, es que estos lotes tienen muchos interesados, aunque en la mayoría de los casos es casi una compra a ciegas. Hay que tener en cuenta que un palé que, por ejemplo, pudiera costar 1.200 euros de precio inicial, se puede adquirir por 300. Después, quien lo compra puede, a su vez, vender los productos que están en buen estado a un precio mayor", apunta Castillo. 

Una práctica que comenzó a tener éxito hace apenas un año en España, pero que en Estados Unidos es ya todo un fenómeno. "Allí hay quien hace 'unboxing' de los palés, lo graba en vídeo y consigue que incluso se viralicen sus compras", asegura el profesor.

Para los gigantes del comercio electrónico esta se ha convertido en una vía para generar ingresos de una situación que suponía más gastos que beneficios. "Es una buena opción para poner nuevamente en circulación estos productos y supone una reducción del impacto medioambiental muy elevado", afirma Cristian Castillo.

La Muela, destino de devoluciones de Amazon 

A la vista del gran volumen de devoluciones que se genera en la actualidad, algunos de los grandes del comercio online han decidido ampliar su apuesta para poder centralizar y gestionar los productos que les llegan de vuelta. Es el caso de Amazon y la creación de una gran nave en La Muela (Zaragoza) de 35.420 metros cuadrados, que tendrá como fin centralizar las devoluciones del sur de Europa.

Este proyecto, que está previsto que se ponga en marcha a finales de este ejercicio, pasa por convertir el complejo en un centro en el que la mercancía procedente de otros almacenes se clasificará y enviará a sus nuevos destinos en menos de 24 horas. 

Si se cumplen las previsiones reflejadas en el proyecto presentado, en la planta llegarán a trabajar casi 1.500 trabajadores en triple turno. Este cálculo de trabajadores lo convertirá en el más importante de los cuatro centros logísticos con los que contará el gigante del comercio electrónico en Zaragoza y su entorno. Los otros tres se concentran en Plaza, donde dispone ya de un centro de reparto  y otro de clasificación. A ellos se sumarán este verano el gran almacén central que está construyendo junto al campo de golf La Peñaza. En total, creará 2.356 puestos de trabajo.

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