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El hidrógeno verde gana adeptos

El proyecto puesto en marcha por Arpa y Zoilo Ríos fortalece la apuesta aragonesa por un vector energético de evidente futuro.

Un vehículo Toyota Mirai, cargado con una hidrogenera en las instalaciones de la empresa Arpa en La Muela.
Un vehículo Toyota Mirai, cargado con una hidrogenera en las instalaciones de la empresa Arpa en La Muela.
IZE

18 años. Quizás resulte exagerado considerar que Arturo Aliaga, hoy vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, fue un visionario cuando decidió crear una fundación para promover la utilización del hidrógeno con sede en el parque Walqa, en Huesca, en 2003. Lo que hizo entonces fue responder al interés generado por muchas empresas de la región después de que se desvelara el ofrecimiento que hizo en el Salón del Automóvil de París de 2002 a Larry Burns, entonces vicepresidente de Innovación de General Motors, de que empresas e instituciones de Aragón pudiesen participar en el lanzamiento del coche de hidrógeno que GM había desarrollado y presentaba en el certamen francés. En esa cita Burns dijo que la multinacional de Detroit estaría en condiciones de fabricar en serie el vehículo de hidrógeno diez años más tarde, lo que nunca ocurrió porque en el sector se decidió apostar más por popularizar el coche 100% eléctrico, dejando que aquel concepto ‘hy-wire’ de GM se quedara solo como un prototipo de estilo futurista que no veríamos en las calles. 18 años después, en cambio, parece que el papel del hidrógeno como vector energético tiene muchos más adeptos, entre ellos las instituciones europeas, que apuestan fuerte por su impulso con la concesión de millonarios fondos económicos.

La fundación. En todos estos años no ha dejado de trabajar en proyectos de gran interés, y no solo en automoción, la Fundación para el Desarrollo de las Tecnologías del Hidrógeno en Aragón, apoyando a empresas que se han convertido en referentes en la materia, como el grupo Calvera, y un buen número de proyectos europeos muy bien valorados en el centro y en el norte del Viejo Continente, donde el hidrógeno está teniendo mucha más aceptación que en España. Y es con el aval de esta organización que se han metido de lleno en una novedosa iniciativa Arpa Equipos Móviles de Campaña (EMC) y la cadena de estaciones de servicio Zoilo Ríos, ambos patronos. Se trata de SHiE, Servicios de Hidrógeno Energético, iniciativa con la que comercializarán módulos de generación y dispensación de hidrógeno (fabricados en Arpa) y prestarán servicios de distribución en gasolineras o a consumidores logísticos con flotas de carretillas, camiones y autobuses, campo que domina muy bien Zoilo Ríos. SHiE será, además, la primera empresa que coloque una hidrogenera privada de uso público en España. Lo hará en la estación de servicio El Cisne.

Con los militares. En las instalaciones de Arpa en La Muela puede verse ya una pequeña edificación ‘verde’ a la que van incorporando detalles que será utilizada por militares españoles en la base Gabriel de Castilla en la Antártida. Se trata del prototipo creado en el contexto del proyecto Zeroenergymood, cofinanciado al 55% por el programa europeo Life, y del que informaron en diciembre del año pasado Clara Arpa y la Fundación del Hidrógeno. El prototipo será testado en instalaciones militares de Zaragoza antes de ser enviado a una base militar en Riga, paso previo a su envío final a la Antártida. El proyecto se base en el desarrollo de bases modulares, fáciles de instalar, con consumo energético basado en hidrógeno, certificado Passivhaus y cero emisiones.

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