economía

Alquilar piso en Zaragoza: "Hasta ahora he estado con mi familia porque no me podía permitir vivir sola"

Mar Panzano tiene 24 años y acaba de independizarse, pero con un compañero para compartir gastos.

Mar Panzano, joven que acaba de independizarse en Zaragoza.
Mar Panzano, joven que acaba de independizarse en Zaragoza.
Oliver Duch

Mar Panzano tiene 24 años y lleva desde julio viviendo de alquiler en Zaragoza. Trabaja en el sector de la organización de eventos, uno de los más castigados por la pandemia de covid-19, pero que ha comenzado a remontar con las celebraciones atrasadas. Justo antes de que estallara la crisis le habían hecho fija. Tener un contrato estable le ha ayudado a independizarse. "Hasta ahora he estado viviendo en casa con mi familia porque no me podía permitir vivir sola", reconoce.

Para conseguir su objetivo ha estado ahorrando un dinero con el que afrontar el desembolso inicial, ya que ha tenido que pagar dos meses de fianza.

Empleo fijo

Su caso es el de muchos jóvenes que intentan dar el paso de emanciparse. La joven se siente afortunada porque sabe que no es frecuente tener un contrato indefinido a su edad, con la actual tasa de paro juvenil que ronda el 20% en Aragón, el doble que la media, pero no ha podido vivir sola del todo. Ha necesitado compartir piso para poder cubrir los gastos.

"Me he independizado por primera vez con un amigo porque si no no podía"

"Me he independizado por primera vez con un amigo porque si no no podía", confiesa. Viven en un inmueble de 70 metros cuadrados y dos habitaciones, por el que pagan una renta de 650 euros al mes. Les decidió el precio, la ubicación, cerca del centro y de su trabajo, en el entorno de Cesáreo Alierta, y que estaba amueblado.

Su búsqueda la iniciaron en portales inmobiliarios y no tuvieron que esperar mucho. "Estuvimos viendo pisos y eran muy caros para lo que eran y había que amueblar", recuerda. De todos modos, dar con el adecuado fue "fácil", asegura. "En una semana encontramos el piso", calcula.

A largo plazo se plantea comprar una vivienda, pero aún no lo ve posible. "Me he abierto un plan de ahorro pensando en eso, pero los precios de entrada son muy grandes", reconoce. Todavía no sabe si podrá beneficiarse de la ayuda de 250 euros al mes que ha anunciado el Gobierno.

Desde asociaciones como Actora Consumo advierten que este tipo de subvenciones ya se ha dado en el pasado y "no tuvo efecto sobre los precios", afirma Luis Lamata, abogado de la organización. Además, alerta de que "los arrendadores se sintieron con libertad para subir el precio o no bajaban el alquiler porque sabían que parte iba a ser subvencionado". Considera más efectivo "limitar el precio del alquiler, que es lo más eficaz, afecta a todo el mercado". Cree que "Zaragoza no es una ciudad barata para el alquiler" y los pisos bajarían si hubiera "un buen parque de vivienda pública en alquiler". Aboga por que se construya VPO de alquiler.

Difícil conseguir rebajas

El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos ha considerado la futura ley todavía "insuficiente". La organización quiere que se extienda a todo el país el control de precios que impulsaron en Cataluña y pide la aplicación "automática" en todos los municipios españoles con un "mercado tenso". Defiende que la bajada de los precios sea "obligatoria" para todos, y no solo para las empresas con más de 10 viviendas. Con este último requisito teme que en ciudades como Barcelona el 70% de los inquilinos no se pueda beneficiar de ninguna rebaja y que la cifra sea "aún mayor" en otras más pequeñas como Zaragoza, Huesca o Teruel. Critica que la bajada de precios no se aplique hasta dentro de 18 meses.

"Conseguimos alquilar el piso sin llegar a poner ni el cartel de alquiler"
Rubén Sanz, propietario de un piso en alquiler en Zaragoza.
Rubén Sanz, propietario de un piso en alquiler en Zaragoza.
Heraldo.es

Las viviendas en alquiler suelen encontrar pronto inquilino en Zaragoza. "Conseguimos alquilar el piso sin llegar a poner ni el cartel de alquiler", afirma Rubén Sanz, que se acaba de estrenar como arrendador. Vivía en Zaragoza, en el barrio de San José, se cambiaba a otro inmueble y decidió poner el viejo en alquiler. "Si lo vendo y tengo el dinero en el banco, ahora no me dan nada, así que lo mejor es el alquiler y con él pago la hipoteca", cuenta sobre sus cálculos.

Solo con el boca a boca encontró a la "amiga de un conocido" que buscaba piso y se decidió. El mayor miedo de los propietarios y el que ha tenido en su caso ha sido ver "a quién metes en el piso".

No tuvo problema en ponerse de acuerdo con el precio, porque prefería asegurarse de que quien viviera ahora en la que había sido su casa durante 16 años fuera de confianza y la cuidara. "Que te dejen de pagar es el mayor problema, pero si te destrozan el piso te hace duelo", reconoce. Por ello, explica que puso "un precio que entendí que era razonable y que le iba a parecer bien".

La renta es de 600 euros al mes para un piso de 65 metros cuadrados, dos habitaciones, garaje, trastero y gastos de comunidad incluidos. "En la zona estaban pidiendo ese dinero sin plaza de garaje ni amueblar y por pisos peores", afirma. No cree que hagan falta más medidas para proteger a los propietarios, aunque en muchos casos, el miedo a tener inquilinos morosos o los destrozos frenan la salida al mercado de más pisos. "Si te quieres curar en salud tienes seguros", plantea. Es consciente de que "si alquilas vivienda tienes que contar con riesgos".

Propietarios "desprotegidos"

Sin embargo, no es la opinión más extendida en el sector. "Los propietarios se sienten todavía desprotegidos", afirma Pedro Arellano, gerente de Gestión Inmobiliaria Zaragoza, miembro de Aportalia y Miaragon.es. La principal razón la achaca a la lentitud de la Justicia ya que los desahucios por impagos pueden tardar de media "siete u ocho meses". Esto "desincentiva" que haya más arrendadores.

La nueva Ley de Vivienda puede agravar esta situación. "La gente tiene miedo a alquilar", reconoce Cristina Garcés, de la inmobiliaria Para Vivir, sobre las primeras dudas de los propietarios. Coincide en que hasta ahora el temor es "a ver qué inquilino se le mete porque le deje de pagar".

En cuanto a los precios, Arellano no cree que sean un problema. "Zaragoza es una ciudad muy estable en alquiler" ya que "si lo comparas con otras grandes ciudades, es un precio casi bajo, aunque les parezca a los inquilinos que están pagando mucha renta".

Lo que no termina de resolverse es la falta de pisos. "En Zaragoza a día de hoy tenemos mayor demanda que oferta". Así, "lo que sale a precio normal, en un día se ha alquilado", afirma Garcés.

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