economía

Benito Tesier: "Vamos a sufrir este problema de suministro un año o dos seguro"

El presidente del Clúster de Automoción de Aragón (CAAR) y director general del fabricante de frenos Brembo España cree que la única alternativa es que los fabricantes de semiconductores "creen más capacidad".

Benito Tesier, presidente del Clúster de la Automoción de Aragón (CAAR) y director general de Brembo.
Benito Tesier, presidente del Clúster de la Automoción de Aragón (CAAR) y director general de Brembo.
Toni Galán

A una de las industrias estratégicas en España, la del automóvil, le aguardan muchos sacrificios por delante para poder mantener su capacidad intacta ante la crisis en el suministro de semiconductores que viene padeciendo. Que esos sacrificios sean conjuntos y que se tengan en cuenta las necesidades del sector a la hora de conceder los fondos de recuperación de la Unión Europea (UE) son las peticiones que traslada Benito Tesier, el máximo responsable del clúster de la automoción en Aragón (CAAR) y director general de Brembo en España.

Nacido en Zaragoza hace 53 años, es diplomado en Ciencias Empresariales y máster en Marketing por ESIC y en Dirección Comercial y Mercados Internacionales MBA por el IESE. Gracias a su experiencia y liderazgo ha convertido la planta de Brembo en Zaragoza en plataforma para el sur de Europa y el Magreb. Preside la Comisión de Recambios de Sernauto y es consejero de la junta directiva de la Cámara de Comercio Italiana para España.

¿Cuánto más cree que se puede alargar esta crisis por falta de semiconductores?

De un año a dos, seguro, vamos a sufrir este problema de suministro con altos y bajos. Dicho esto, el consumo de semiconductores por parte de la industria de automoción europea supone alrededor del 10%, lo que quiere decir que a poco que se relajase la demanda mundial de tecnología para consumo doméstico, el problema podría remitir, pero si no se relaja y crece, el problema se agravará. No hay nadie capaz de determinar qué va a pasar. Es la primera vez que la automoción se enfrenta a un problema mundial y no tiene en sus manos la solución. Siempre si le fallaba un proveedor buscaba otro, pero ahora solucionar esta escasez supera nuestra capacidad. Es un problema de intereses geopolíticos y guerras comerciales.

¿Hubiera sido mejor si la desindustrialización de Europa no hubiera ido tan lejos?

Hace 20 años por la globalización se justificaba esa libertad de producción. Lógicamente algunas empresas se deslocalizaron para ser más competitivas, pero, a día de hoy lo que vemos es que se nos ha ido de las manos. Hemos concentrado demasiada producción en Asia.

¿Por dónde pasa la solución en la actualidad?

Europa tiene que recuperar una posición estratégica en capacidades productivas industriales. Ahí es, como Clúster aragonés de automoción (CAAR), donde estamos trabajando con pequeñas y grandes empresas para defender las virtudes del sur de Europa para poder ser elegidos como zona de reindustrialización, pero no se consigue de la noche a la mañana.

¿Hay alguna posibilidad de traer a España o Europa una fábrica se semiconductores?

La única alternativa real en estos momentos es que los fabricantes existentes creen más capacidad. El costo de crear una nueva fábrica es muy grande. Si en el año 2000 era de un billón de dólares ahora roza los 15 billones. La compañía norteamericana Intel (uno de los tres grandes fabricantes) le ha hecho una propuesta a Europa de que necesitaría una coinversión de 8 billones de dólares para pensar en montar una fábrica de semiconductores. Pero aún con la financiación, la maquinaria es muy compleja y tiene unos plazos de entrega lentos. Por eso, existe tal concentración de la producción. Samsung está fabricando en Corea del Sur, Intel en China, Malasia y Vietnam ; y en Taiwan hay produciendo dos compañías, TSMC y UMC. Ya no es solo la concentración de empresas, sino la concentración en el lugar de producción, que es Asia, con el problema añadido de que el tráfico logístico entre Asia y Europa está casi colapsado. Los precios están absolutamente disparatados, ya que un contenedor de 20 pies que costaba 2.000 dólares ahora está en 12.000, pero pagarlos no te asegura que lo vas a recibir en el tiempo y forma.

¿Cuánto más pueden aguantar las empresas?

Vamos a sufrir paros, recortes y distintas situaciones sobrevenidas. No queda otro remedio que adaptarse. Si no hay semiconductores no se pueden fabricar coches y consecuentemente hay que procurar aguantar estructuras y costes. Habrá que buscar soluciones conjuntas y flexibles, pero que garanticen la continuidad y que en ningún momento perdamos una empresa por esta crisis. No sé si vamos a poder hacerlo sin sacrificios.

¿Habrá ERE o bastará con los ERTE?

Si no hay ERTE, el problema sería mayor, al hacérselo pagar al colectivo de trabajadores, algo que sería injusto. Todos vamos a tener que perder; las empresas parte de sus beneficios y entre todos, hacer sacrificios colectivos. Los ERTE son una herramienta de flexibilización y por tanto habría que mantenerlos. Aún es muy pronto para saber si se puede perder empleo. El interés por parte de todos es buscar herramientas de flexibilidad que amortigüen. Tenemos que encajar el golpe y resistir para que cuando el problema de semiconductores se solucione, seamos capaces de recuperar producciones lo más rápidamente posible.

¿La electrificación agrava más el problema?

Si queremos coches eléctricos, que estén conectados y a futuro tengan autonomía total, eso complicará más la situación, porque los vehículos deberán crecer no solo en el número de semiconductores que llevan actualmente, sino en la tecnología de los mismos con lo que nos metemos más en la boca del lobo.

¿Se va a encarecer el precio de los coches?

Vamos a ver los precios de prácticamente todo más caro: coches, motos, teléfonos, ordenadores, todo lo que lleve tecnología se va a incrementar. Hablamos de automoción, pero los semiconductores están en la industria armamentística, satélites, drones, en todo lo que tecnológicamente hoy es avanzado.

¿Esos mil millones de inversión que anunció el CAAR se van a poder mantener?

Seguimos creyendo en los planes que nos hemos marcado. Lo que puede pasar es que se dilaten en el tiempo. Lo que tenemos que hacer tanto el CAAR como las asociaciones nacionales es transmitir las necesidades del sector para que políticamente podamos reconducir esos planes de recuperación. Se trata de hacerlos accesibles a la mayoría de empresas e intentar que el Gobierno no ponga filtros como exigir la creación de puestos de trabajo en un momento que la industria ha de reestructurar sus medios productivos y su capacidad de empleabilidad se va a ver disminuida; o como dirigir las ayudas solo a vehículo 100% eléctricos cuando el sector siempre ha defendido la necesidad de una transición ordenada y neutra.

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